Quequén: Privatizaron una playa y expulsan a los vecinos que la usaron toda la vida
Antes de que comience la temporada y con los primeros movimientos de suelo dispuestos por el concesionario, en el balneario de Monte Pasubio, en Quequén, los vecinos se quejan porque la instalación de unidades de sombra directamente no deja lugar a la playa pública.
A través de la cuenta @playa.quequén en Instagram, se conoció el relato de un vecino (Franco Vázquez) que comentaba la situación y un cambio que redujo el espacio público en favor de un concesionario en un tramo de la playa tan angosto que significa una virtual privatización del espacio, todo con permisos otorgados por el municipio al concesionario amigo de la gestión de turno.
"Hace no mucho, entre los dos balnearios había una cancha de vóley, había sombra en los médanos... espacio para la gente de Quequén!", relató Vázquez en su posteo. "Qué cambió??? que poco a poco fueron cercando más, y ahora tienen copado 3/4 partes de la playa. Genial gente, cedimos nuestro espacio público!!! Cada vez nos tenemos que repartir más a lo largo, y cada vez, hay menos guardavidas... pero a nadie le importa", se lamentó el vecino.
La concesión de Monte Pasubio, ostentada actualmente por gente cercana a la gestión del intendente Arturo Rojas, ha sufrido en el pasado algunas críticas por el montaje de cabañas de alquiler en el balneario (una excepción reservada a quienes hagan gestiones especiales) y por un gradual avance sobre la duna frontal que no sólo afecta el frente costero sino que sigue restando espacio a vecinos que antes disfrutaban del lugar para beneficiar un negocio privado.
"Hoy con el mar tranquilo, con suerte quedan 5 metros de playa pública, pero con una crecida de marea, la orilla llegaría hasta las carpas. ¿Por dónde pasará la camioneta de guardavidas en un caso de emergencia?", se preguntó el vecino y cerró: "Los invito a que claven la sombrilla donde se les de la gana! Total, cercan hasta donde se les da la gana".
Se ha dicho muchas veces: el sistema de concesiones de Necochea entrega espacios públicos a tan largo plazo que en casi todas las veces la situación se ve como una virtual privatización, en la que los concesionarios se adueñan a tal punto del espacio que cierran el paso como si se tratara de terrenos privados para manejar a su capricho, sin considerar que no son los dueños del lugar. Un caso reciente en la Escuela de Deportes Villa Díaz Vélez mostró como la institución cercó parte del parque y luego taló árboles como si se tratara de un terreno privado y no de una concesión. A pesar de la multa que se debería imponer sobre el concesionario, el daño ya fue hecho.
El manejo de las concesiones en la ciudad es un punto siempre oscuro que nunca se resuelve y muestra la falta de transparencia de las diferentes gestiones municipales. Recientemente los concejales pidieron un informe sobre el estado de las concesiones y el Ejecutivo respondió con un documento ilegible que causó protestas entre los ediles, aunque no provocó mayores acciones por parte del Ejecutivo. La playa de Quequén además mostró esa falta de transparencia en el proceso de adjudicación de la concesión de La Hélice a manos de privados vinculados a la campaña del intendente.
Ahora la reducción del espacio público se realiza con la venia del municipio, aunque en claro detrimento de los vecinos, que encuentran que el cerco que impone el balneario se reserva la explotación privada de una playa tan reducida que directamente los expulsa de un lugar que usaron toda la vida.