¿Canchas de Tenis o qué?: Ambientalistas apelarán el levantamiento del amparo en el Parque
La agrupación socioambiental local El Parque No Se Vende decidió, a través de su representante legal Juan Pablo Molina, apelar la decisión del Juzgado Contencioso Administrativo de Azul que dispuso levantar el recurso de amparo que detenía la intención de instalar canchas de tenis para un privado en terrenos que la Municipalidad entregó a la Escuela de Deportes Villa Díaz Vélez.
Aunque la cuestión de fondo no ha sido resuelta (los ambientalistas impugnan la iniciativa por múltiples irregularidades en la intención al dar valiosos terrenos del Vivero Municipal a un emprendimiento privado), los interesados han expresado su intención de seguir adelante con la apropiación aún a pesar de la incertidumbre acerca de las posibilidades reales de llevar adelante el proyecto por el cuál se autorizó la entrega en primera instancia.
A través de medios oficialistas el presidente del Concejo Deliberante, Guillermo Sánchez, uno de los principales interesados en impulsar la ocupación del espacio en su doble condición de concejal y partícipe de la Comisión Directiva del club, señaló que de no realizarse las canchas de tenis el club igual podría intentar instalar otra cosa como un tercer campo de fútbol en el lugar. La intención manifiesta suma así una desprolijidad más alrededor de toda la cuestión, dado que la entrega de los terrenos se realizó con una finalidad específica que ahora se intenta cambiar sobre la marcha.
Desde El Parque No Se Vende su abogado Juan Pablo Molina no amplió precisamente cuál será el argumento que use para desestimar la decisión del juzgado de Azul y aclaró que el proceso judicial recién comenzó.
"Vamos a apelar la decisión por considerarla injusta, por las circunstancias del caso porque lo que dijo el juez es que se levanta la medida cautelar pero la cuestión de fondo continúa", señaló Molina en diálogo con Cuatro Vientos. Los ambientalistas están solicitando tanto la nulidad de la Declaración de Impacto Ambiental, presentada bajo reclamo en un par de días, de apuro y notablemente incompleta, como la ordenanza que dispuso la entrega en primera instancia.
"El proceso judicial no terminó, recién comenzó, y se va a apelar ese levan tamiento para que vuelva a interponerse la medida cautelar y detenga el inicio de las obras, que en realidad no sabemos cuáles son, si es un polideportivo, una cancha de tenis o si va ahora una cancha de fútbol", explicó. Además, Molina señaló que "todavía no saben qué van a hacer y quién la va a pagar porque por un lado dicen el club y por el otro dicen inversores privados, está todo en el aire esto".
"Esto es sólo una incidencia, eventualmente si se le hace lugar a la acción de amparo las obras no se van a poder hacer ahí, por lo cual cualquier acción que intenten hacer puede ser tirada abajo y pasar a ser un pasivo ambiental", señaló el letrado.
Actualmente es el municipio el que está impulsando la causa y no el club, un dato que ha quedado velado para los medios oficialistas. Las imprecisiones sobre la naturaleza del proyecto, los cambios sobre la marcha y los reacomodamientos convenientes, nutridos de declaraciones en medios oficialistas hasta el momento no han hecho más que enturbiar todo el asunto y ahora la apelación ambientalista mantendrá con tenida la situación hasta tanto la Comuna responda a la Justicia por las irregularidades.