SE LA BANCA EN CUALQUIER LADO
¿Cual es el interés del concejal tenista por la fiesta que se convoca en el Parque Miguel Lillo?
En los últimos días se pusieron a la venta las entradas para las popular fiesta Bresh, que se realizaría (si todo está en orden) en la cancha de fútbol que el club Villa Díaz Vélez tiene concesionada en avenida 10 y 127.
Para la fiesta, que se tendría lugar el fin de semana siguiente a los feriados por Carnaval, ya se lanzaron promociones en las redes sociales y se venden entradas con un precio de 2500 pesos para participar de un evento que causa malestar entre vecinos del lugar, que vienen quejándose por la realización de fiestas en un barrio que hasta antes de las fiestas era tranquilo.
Para poder celebrarse el evento, los organizadores y promotores del show vinculados a una concesión balnearia todavía deben contar con un espacio habilitado, algo que aún no está firme y que depende de una excepción que tiene que tratarse en el Concejo Deliberante, que debe consensuar si otorga la autorización.
Lo que sucede es que el lugar elegido para la fiesta es un club cuyos terrenos en el Parque Miguel Lillo son concesionados por el Estado Municipal para que se practiquen deportes y no un predio habilitado para la realización de fiestas más allá de los encuentros ocasionales (y no masivos) que pudieran celebrar socios particulares haciendo uso del SUM del club.
Para el caso de la fiesta, el club necesita un permiso especial por parte de las autoridades en virtud del completo corrimiento que se va a hacer sobre el uso permitido de los terrenos públicos: las quejas de los vecinos no son vanas porque ese espacio en el parque fue concedido para practicar deportes y no para ser subalquilado para eventos privados con shows de música a todo volumen y luces, con la presencia de miles de personas en una fiesta completamente fuera de orden.
A la molestia de los vecinos se suma además el riesgo que representa la celebración de una fiesta con consumo de alcohol de por medio y la posibilidad de que se produzca alguna clase de incidente como un incendio accidental o algún hecho aberrante en la arboleda lindante al predio, algo que ya sucedió en una fiesta a cielo abierto recientemente en Claromecó, donde la apertura de un "boliche" al aire libre terminó con una pronta clausura tras una denuncia de abuso de una joven.
Por otra parte, el área de Guardaparques municipal tampoco ve con buenos ojos la celebración del encuentro porque no cuenta con los medios necesarios para mitigar el amplio abanico de eventualidades que podrían suceder.
Permiso especial
No obstante todo ello, las autoridades municipales parecen estar especialmente interesadas en que la fiesta se celebre de cualquier modo. Tal es así que en el Concejo Deliberante el presidente del cuerpo, Guillermo Sánchez, está impulsando el permiso especial e intentaría este jueves hacer que la excepción se apruebe a puertas cerradas por los concejales.
Según pudo averiguar Cuatro Vientos, la solicitud del permiso especial para la fiesta tendría lugar intempestivamente en una reunión de los presidentes de los bloques para conseguir su aprobación "ad referendum".
La aprobación "ad referendum" de una propuesta en el HCD es la que se realiza sólo con la firma de los presidentes de bloque, sin votación de todos los concejales y sin debate público, por lo que en la práctica suele estar reservada para medidas impopulares, lejos de la mirada de desaprobación de los vecinos y sin perjuicio para la imagen de quienes promueven esas decisiones.
La aprobación del permiso especial es por demás necesaria para que el club tenga una habilitación temporaria para hacer esta clase de fiestas y de no obtenerse, la organización del evento debería suspenderlo y devolver el importe de las entradas que haya vendido. De más está decir que ese permiso es indispensable para realizar los trámites que permitan vender alcohol bajo el registro del REBA y que de no realizarse esos trámites, la fiesta podría incluso ser clausurada durante su transcurso si el organismo provincial de control llega a realizar un operativo en el lugar. Los operativos de este tipo se realizan con cierta periodicidad en nuestra ciudad en toda clase de locales habilitados para el expendio del alcohol.
Intereses del concejal
La práctica de aprobar medidas impopulares ad referendum ha sido una manera usada por el partido del intendente, el vecinalismo de Nueva Necochea encabezado por Sánchez en el HCD, en diferentes oportunidades. Con una aprobación "ad referendum", por ejemplo, fue que la municipalidad alquiló por dos meses este verano tres camionetas por el precio de lo que saldría comprar al menos una de ellas (9,5 millones de pesos de las arcas públicas).
Además, en su rol de presidente del cuerpo Sánchez ha provocado múltiples chispazos con el arco opositor, presentando casi de prepo extensos expedientes para que los concejales aprueben en el transcurso de sólo algunas horas, casi sin dar el tiempo mínimo para darle siquiera una lectura a conciencia a las propuestas, y tergiversando en diferentes oportunidades el espíritu de algunas normas para forzar la consecución de los intereses de su partido.
A su vez, fue el concejal quien impulsó el año pasado la aprobación express de una suerte de canje de terrenos en el Parque, concediendo parte del Vivero Municipal al club donde ahora se promueve la fiesta (Villa Díaz Vélez) para que instale unas canchas de tenis, propuesta que finalmente fue detenida por la Justicia ante la denuncia de los vecinos. Literalmente el concejal usó su posición en el Concejo para dar lugar a la iniciativa en un doble rol de presidente del cuerpo y ex dirigente y socio del club. La iniciativa del concejal, que además gusta de jugar al tenis, terminó suspendida por un amparo judicial.
Frente a todo este panorama y con los antecedentes planteados, cabe la pregunta: ¿cuál es el interés real del concejal para tratar de forzar una fiesta masiva en un lugar fuera de norma? ¿No existen locaciones adecuadas en toda la ciudad para esa clase de eventos? ¿Es necesario tratar de imponer permisos excepcionales, sentando en el camino precedentes indeseables, para conseguir que se realice una fiesta en el club del concejal?
En el comienzo del año electoral el concejal intenta imponer "por debajo de la mesa" un permiso impopular que mellaría la gestión del intendente Arturo Rojas con quejas de los vecinos y usos fuera de orden. ¿Acaso existen intenciones o intereses ocultos en las acciones del concejal que con sus prácticas para facilitar cuestiones al club bordea la irregularidad como fue en el caso de las canchas de tenis?
Por ahora se desconoce si media algún interés particular alrededor de sus intenciones, algo que podría aclararse si los presidentes de los bloques plantean los interrogantes correspondientes ante la avanzada del concejal, que una vez más, va a tratar de conseguir sus objetivos porque, como dijera a una vecina apenas asumió Rojas en la intendencia y era increpado por los aumentos de tasas en 2020, "se la recontra banca en cualquier lado".