NO FUERON RECURSOS PROPIOS
Las reparaciones del Casino al final las pagó el gobierno de Kicillof
"A veces sectores ambientalistas y opositores plantean la no demolición de un mamotreto que ya hoy no se podría construir”, señaló el intendente Arturo Rojas en alguno de sus portales de propaganda tras el acto de apertura de la sala de juegos del Complejo Casino.
El lanzamiento de la primera bola esta temporada estaba fuera de todas las previsiones del intendente, que desde que se incendió intencionalmente el teatro Auditorium había dejado abandonado el predio a su suerte, esperando así vender todo un paquete que además incluía el ex Balneario ACA, el "mamotreto" al que se refería.
"A las claras no hay ninguna intencionalidad en defender el ambiente sino que hay una intencionalidad política, oculta”, lanzó el intendente otra vez sembrando sospechas sobre cualquiera que plantee alguna cosa sobre su gestión. Rojas ha sido a lo largo de sus tres años de mandato un experto acusador de intencionalidades ocultas en su contra que rozan una paranoia que solapa la incapacidad de su propio equipo de gobierno para gestionar cosas visibles como requiere su campaña electoral y, a la vez, facilitar los compromisos y negocios que impulsa desde el Palacio Comunal.
Ante cada error grosero cometido por sus equipos (por ejemplo, el intento de venta de un usucapión de terrenos del Casino o el canje forzado de terrenos del Vivero Municipal para hacer canchas de tenis) el intendente no ha dudado en calificar a sus detractores como si todos tuvieran intencionalidades políticas ocultas. Y lo cierto es que hay cosas ocultas, pero no surgen de las agrupaciones políticas o ambientalistas que lo cuestionan, sino de sus propias acciones, siempre adornadas de marketing político y una comunicación oficial que de tan capciosa ya bordea el desastre.
En esas circunstancias y con un permanente discurso de acusación contra "la Necochea del No" (la versión local y actual de "la máquina de impedir" durante el menemismo) es que Rojas estuvo este fin de semana en la apertura de la sala de juegos en plena temporada. Aunque los trabajos para reparar la sala de juegos fueron parte de una negociación con el gobierno provincial a cambio de acelerar la entrega de la escritura del lote de terreno más importante del complejo, Rojas trató de presentarlo como un éxito de su gestión que mantuvo viva la llama del Casino en la ciudad a pesar de estar plenamente centrado en tratar de vender el complejo al que, por otro parte, intentó bajarle el precio abandonándolo completamente.
Según la propaganda municipal, los trabajos de restauración a medias estaban valorados en unos 18 millones de pesos, que luego fueron 22 millones tras la presentación de varias ofertas que superaban incluso hasta un 100% del presupuesto oficial. La licitación, desde luego, la ganó Vícoli SRL y el intendente Rojas se encargó de señalar que los trabajos se hacían con recursos municipales, algo que no coresponde a la realidad de los hechos
Sucede que del análisis sobre los recursos municipales recibidos en 2022 se revela la verdad que desmiente al intendente: hasta noviembre del 2022 el gobierno provincial transfirió a las cuentas municipales un total de 3.190 millones de pesos en diferentes conceptos dentro de la coparticipación que le corresponde. De ese total, unos 19 millones de pesos correspondían al concepto de "juegos de azar", dinero que se percibió aún a pesar de tener la sala de juegos sin funcionar y con una falta de mantenimiento del complejo harto evidente.
Los 19 millones de pesos percibidos por la Municipalidad alcanzaron para cubrir la mayoría del costo de la reparación para la reapertura de la sala de juegos aunque el municipio hizo gala de su muletilla preferida de los "recursos propios", algo que ha servido incluso para tratar de ponderar hasta las tareas de mantenimiento básicas, como si fuera un mérito poder solventar la pintura de cordones sin ayuda del gobierno, sin un subsidio o tramitando algún programa especial con Nación o Provincia.
Esos millones que aportó la Provincia en concepto de Juegos de Azar, que literalmente pagaron los arreglos pendientes, se suman a otro concepto por 12 millones de pesos que la provincia concede al municipio por el "tratamiento de residuos", algo que la Comuna tampoco hace ni garantiza ni hace cumplir al concesionario RELISA.