Necochea sitiada por los delincuentes: Los comercios se blindan por temor a la ola de robos

sábado, 22 de abril de 2023 · 11:46

Esta semana, el Ministerio de Seguridad bonaerense, dio a conocer las tasas de delitos correspondientes al 2022 y los números, para el caso de Necochea, fueron lapidarios: con respecto a 2022, el delito creció un 14,5%.

Nuestro distrito solo fue superado por La Plata, que tuvo un crecimiento del 17,9%, entre los municipios con peores índices.

Para poner en contexto: el delito creció más en Necochea que en los municipios más calientes del conurbano, como La Matanza, Merlo o Moreno. Asimismo, cabe destacar que estos partidos llegan a tener hasta más de 10 veces la población que tiene el nuestro. Esto no solo tuvo impacto a nivel local o regional, sino que en medios nacionales se habla de la imparable suba del delito en Necochea.

Así las cosas, sería de esperar que el Ejecutivo tome la posta inmediatamente y empiece a anunciar medidas para contrarrestar estos números. Más aún si se tiene en cuenta la campaña electoral. Sin embargo, nada de esto ha sucedido. Apenas si surgen imágenes de funcionarios tartamudeando en entrevistas cuando son consultados sobre la inseguridad.

Otro dato alarmante es que ese índice no tiene en cuenta la desenfrenada ola de robos que se está viviendo en la ciudad, donde diariamente se reportan una enorme cantidad de ilícitos entre asaltos a mano armada, robos de motos o bicicletas, escruches, arrebatos o asaltos callejeros, entre otras modalidades en auge.

Este panorama trae consecuencias desoladoras y modifica el funcionamiento de la ciudad. Tal es así que, luego del asalto que sufrió una financiera en avenida 59 y calle 60 (a la vuelta de la Comisaría 1° del centro), donde delincuentes armados amenazaron a los empleados para llevarse dinero en efectivo, los demás comercios del microcentro han decidido blindarse.

El paisaje se ha modificado producto de la inseguridad ya insostenible y solo basta con caminar después del mediodía por las calles de la zona comercial de nuestro centro para toparse con el frío y abrupto gris de las cortinas metálicas que se bajan ni bien el reloj marca la hora del cierre de mediatarde.

Prácticamente todos los comercios han tomado la decisión de instalar este sistema para obstaculizar el ingreso de ladrones, pese a que a escasos metros se encuentra la Comisaría 1°, en la que tiene su oficina el Jefe Departamental de la Policía de Necochea.

Otro vecino ilustre de los comerciantes atemorizados es el Palacio Municipal, emplazado en calle 60 entre 59 y 61. Sin embargo, la cercanía entre estos dos edificios parece no ser suficiente como para que haya una comunicación entre quienes lo habitan y, en conjunto, comiencen a dispensar soluciones.

A la falta de respuestas de la policía y del Ejecutivo se le suma el silencio de la Cámara de Comercio, que tampoco ha emitido señales siendo que la semana pasada saquearon dos locales a la vuelta de su sede. Tampoco hizo lo propio Cuneq, la otra cámara de comerciantes, que tiene entre sus dirigentes a un concejal de Nueva Necochea.

Ese silencio parece ser una manifestación política en sí misma. Mientras tanto, la ciudad se blinda, los ciudadanos sufren los robos y el comercio opta por bajar las persianas a la hora de la siesta para no sufrir los saqueos.

Desde ese silencio surge una pregunta cuya respuesta parece estar a merced del tiempo: ¿Es esta la Nueva Necochea, una ciudad sitiada por delincuentes amparados por la inacción de las autoridades, o solo se trata de un momento difícil que obligará a la clase dirigente a poner manos a la obra para revertirlo?

Otras Noticias