EL FAKE DE RUBIO

Acá hay perro encerrado: El escándalo innecesario al que se subió el intendente Arturo Rojas

sábado, 17 de febrero de 2024 · 10:28

El escándalo que se produjo por el perrito callejero "Rubio" este jueves cuando dos guardavidas tuvieron que intervenir porque el animal estaba suelto en una playa del centro y aparentemente atacó a dos personas, lleva consigo todas las características de los escandaletes absurdos que suelen producirse en nuestra ciudad y que, muchas veces, cargan una dosis de desinformación suficiente que nunca llega a aclarar nada y, a la postre, sirven como verdaderas cortinas de humo de lo que realmente debería preocuparnos a todos.

Es que el revuelo producido en las redes sociales tuvo todos los condimentos de una verdadera "opereta" que, en definitiva, podría terminar mellando mucho más la imagen de un gobierno municipal que a solo tres meses de haber sido renovado bajo la conducción del reelecto intendente Arturo Rojas, ya se ve en serias dificultades y lo tiene contra las cuerdas tratando de retomar la "agenda".

En principio, desde el CAAN, el Centro de Ayuda al Animal de Necochea, una vecina publicó todo un descargo relatando una serie de falacias que buscaban dar una explicación a un video en el que se veía a dos guardavidas tratando de atarle el hocico a un perro callejero (Rubio) en un balneario de las playas del centro de la ciudad, Poseidón. Como la permanencia de animales en la playa está prohibida, el personal de guardavidas hizo lo que pudo para sacar al animal que, según algunos testigos, había atacado a  distintas personas.

La publicación del CAAN hablaba del uso de un potente compuesto químico para sedar al animal, mencionando que los guardavidas lo habían golpeado brutalmente y luego lo habían arrojado de una camioneta en el Polideportivo Municipal, algo que finalmente fue desmentido tanto por el veterinario que atendió al perro como por los guardavidas, que señalaron que si ni siquiera tienen botiquines en sus puestos (algo que vienen reclamándole a la Municipalidad en sus protestas) mucho menos van a tener un sedante para usar en esa u otras ocasiones.

Las acusaciones contra los guardavidas (y también el concesionario del balneario, que no goza de la mejor relación con el Municipio) fueron volcadas en una cuenta de Instagram anónima que se abrió de inmediato para "escracharlos", incluso a alguno que ni siquiera estaba en el lugar en el momento del hecho. En menos de 24 horas la cuenta se encargó de viralizar una "Justicia por Rubio" armando una causa que sólo ensuciaba a los guardavidas y al concesionario por el episodio. Observando a quién se perjudicaba con las publicaciones se puede adivinar quién saldría favorecido.

Tal fue la "sed de sangre" que parecía correr por el video que el intendente Rojas usó la oportunidad e intervino prometiendo iniciar acciones legales contra los guardavidas, que son sus propios empleados y que están precisamente en la playa para proteger a la gente, a veces incluso contra perros que, por ordenanza municipal, ni siquiera debieran estar en la arena. Se espera que el acto demagógico del Jefe Comunal quede desactivado luego de confirmarse toda la desinformación que surgió, y que incluso parece haber salido de su despacho... 

Es que según pudo averiguar Cuatro Vientos, detrás de la desinformación volcada para magnificar el tema, hay una mujer de apellido Ganduglia, que supo ocupar un cargo que depende directamente del intendente Arturo Rojas. Se desconoce si actualmente Ganduglia trabaja en el área de "Relaciones con la Comunidad" donde se desempeñaba, aunque las fuentes aseguran que fue ella la que brindó los datos falsos sobre el tratamiento que recibió el perro. 

Las fuentes del CAAN consultadas por este diario indicaron que Ganduglia contactó a la organización por redes sociales y elaboró todo el relato sobre cómo sucedieron las cosas pidiendo que publicaran todo, no sólo incriminando al concesionario, sino también dando nombre y apellido de los guardavidas "escrachados". Una vez que el veterinario que atendió al perro desmintió las versiones, las proteccionistas pidieron disculpas públicas.

¿Y por qué una empleada vinculada al intendente estaría interesada en volcar desinformación para escrachar a guardavidas y concesionarios? La respuesta llega cuando se observa el verdadero estado de las cosas en plena temporada de verano, con un completo descontrol en el área de playas que recientemente conoció denuncias públicas contra un parador en la playa cuyo concesionario está muy vinculado a la gestión municipal.

Descontrol y negocios

A lo largo del verano se conocieron diferentes episodios que ponen de manifiesto que la gestión municipal en turismo, en planeamiento, en concesiones y en seguridad y nocturnidad es prácticamente inexistente. Las recientes críticas recibidas por el secretario de Gobierno Jorge Martínez solo merecieron una reacción virulenta del intendente contra los pocos medios de comunicación que no controla y que revelaron que el municipio había creado tres nuevos estacionamientos privados y había usado el nombre del CAAN para que una empresa privada vinculada a su gestión cobrara para su propio beneficio. Es más, la empresa ni siquiera estaba habilitada para facturar el servicio de estacionamientos...

El escándalo no generó ninguna acción de gobierno y el intendente, confiado en su propaganda, literalmente hizo como si nada pasara. Los carteles del CAAN siguen en las garitas de estacionamiento aunque es de público conocimiento que no son los proteccionistas los que están al mando y ni siquiera son los principales beneficiarios de los ingresos.

Otros episodios como el asesinato del concesionario de un balneario en plena Villa Balnearia; los feroces ataques de patotas armadas en diciembre; y hasta el video viral con dos millones de reproducciones que mostraba a un colectivo subiendo a toda velocidad en contramano por una bajada del Parador Kabryl, dan cuenta de ese descontrol que, además de todo, tiene de panorama de fondo un conflicto sindical con los guardavidas, que no solo reclaman por sus salarios, sino por insumos básicos como torpedos, sogas o elementos de primeros auxilios para hacer su trabajo.

Este fin de semana, como una muestra más de ese descontrol que además es motivado por los negociados, se conoció la denuncia pública de los vertidos de aguas servidas que el concesionario del Parador Neptuno (también llamado Parador "Coronita").

Las denuncias estaban apoyadas en relatos de guardavidas (al menos dos) que habían sido afectados por una gastroenteritis después de consumir agua del pozo del lugar. Aunque la Dirección de Bromatología advirtió en su momento de la contaminación, no hubo clausura y el concesionario salió alegremente en los medios de la propaganda oficialista a negar todo. Una vez más, el intendente hizo como si nada y las quejas de decenas de clientes afectados por descomposturas y vómitos fueron desestimadas.

¿Habrá interpretado la mesa chica del intendente que los guardavidas estaban detrás de las denuncias buscando perjudicar a un empresario amigo? ¿Será acaso que para tapar el escándalo con cada vez más afectados los genios publicitarios que rodean al Jefe Comunal le recomendaron contraatacar con una "opereta" de mal gusto y sin escrúpulos? ¿Pensarán los funcionarios que es mejor poner a la población contra los guardavidas antes que hacer cambios en su monolítica estructura con pies de barro?

Por lo pronto el intendente se fue de viaje el fin de semana a Mar del Plata, pero teniendo en cuenta el historial paranoide y tan propenso a la manipulación y "las operetas mediáticas" de la gestión de Nueva Necochea, a nadie extraña que la desinformación sobre el episodio de "Rubio" tenga que ver con la respuesta a esas preguntas. Después de todo, cree el ladrón que todos son de su condición.
 

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