Indignación en Barrio Parque: Vecinos donaron cámaras al Municipio, pero les siguen robando
La inacción por parte de las autoridades en materia de seguridad sumó un nuevo episodio. La alerta se encendió en los últimos días en el Barrio Parque al detectar la presencia constante de motochorros, que están al acecho de las víctimas, en su mayoría mujeres y adolescentes.
En esta última semana, una mujer que hacía deportes en la zona de avenida 10, entre 105 y 107, fue interceptada alrededor de las 17 por dos delincuentes en moto que la amenazaron para quitarle sus pertenencias. Afortunadamente la víctima pudo escapar corriendo y los delincuentes emprendieron rápidamente la fuga. Sin embargo, han sido vistos merodeando la zona.
Horas más tarde, un menor de edad fue abordado también por motochorros, que intentaron robarle mientras caminaba por calle 97 entre 32 y 34. El menor también corrió y pudo escapar del accionar delictivo. Vecinos, alertados por la situación, advierten que los delincuentes se apostaron en ese sector de la ciudad y que no parecen tener oposición por parte de las autoridades.
Indignados, exigen respuestas del Municipio, a quienes les donaron cámaras para el Centro de Monitoreo, estando las mismas ubicadas en avenida 10 y calle 103. De funcionar, resultarían clave para esclarecer el intento de asalto a la deportista en esa cuadra.
A un mes de su mudanza, el Centro de Monitoreo no ha dado nada que se pueda parecer a una respuesta al flagelo de la inseguridad. Los robos se siguen sucediendo tanto en la vía pública como en casas y comercios. Pese al show y la puesta en escena montada por el intendente, Arturo Rojas, el sistema de vigilancia no tiene peso alguno en la calle.
Incluso, el fin de semana se robaron dos motos del predio de Tránsito y, pese a la existencia de cámaras en el lugar, recién notaron el ilícito varios días más tarde, cuando uno de los damnificados fue a retirar su moto y se dieron cuenta que alguien se la había llevado. Recién en ese momento recurrieron en la videovigilancia para saber qué pasó. Este hecho pone de manifiesto la ineficacia de la mediática dependencia.
Por el contrario, lejos de ceder, los delincuentes parecen aún más decididos a la hora de atacar a las víctimas. El robo a mano armada en la vía pública crece exponencialmente y la situación parece cada vez más agobiante. En el caso del Barrio Parque, como en todos los barrios de la ciudad, han sido los propios vecinos quienes tuvieron que organizarse para defenderse de los ataques.
A través de un grupo de WhatsApp se alertan sobre movimientos sospechosos en la zona. Incluso organizan guardias para vigilar las calles en horarios “calientes”. Ante la falta de acciones por parte de las autoridades, la seguridad queda en manos de los propios ciudadanos, siendo esto caldo de cultivo para una escalada de violencia que puede traer consecuencias nefastas. No obstante, las autoridades no dejan alternativa.
