Negocio como sea: Ahora el municipio quiere regalar otros terrenos para las canchas de tenis en la ribera del Río Quequén

miércoles, 14 de junio de 2023 · 10:41

Todo parece indicar que en el año electoral el intendente Arturo Rojas está compelido de terminar de ajustar algunas situaciones o resolver algunos "favores pendientes" tras el fracaso de algunos de sus planes iniciales, como ha sido la polémica alrededor del proyecto para instalar canchas de tenis en el parque Miguel Lillo.

Sucede que luego del intento de apropiación irregular de terrenos del Vivero Municipal para la instalación de las canchas de tenis, ahora la Comuna está tratando de encontrar un vericueto legal pàra poder entregar terrenos en otra locación para facilitar el negocio de sus amigos. El emprendimiento, que prometía una inversión mmultimillonaria en el parque, ni siquiera cuenta con los montos para comprar sus propios terrenos, por lo que se hacen visibles las "ayudas" del municipio y la poca seriedad que abraza el proyecto.

Según pudo saber Cuatro Vientos, el intendente ahora quiere conseguir que las canchas se instalen en otros terrenos públicos, esta vez en la ribera del Río Quequén frente al Club Náutico. Como es de esperar, el emprendimiento no tiene terrenos propios, por lo que la Comuna comenzó a moverse para conseguir terrenos gratuitos y dar forma a una nueva concesión municipal.

Aparentemente, la locación elegida entra dentro de un espectro de grises legales, dado que esos terrenos son de dominio provincial y habían sido otorgados hace años a un club quequenense para que desarrollaran sus actividades. Por lo pronto, el terreno, cuya mitad de la superficie es inundable, está baldío y el Ejecutivo ajusta las variables para facilitar la iniciativa, que no sería posible sin la gratuidad de los terrenos en primera instancia.

En 2021 el municipio a cargo del intendente Arturo Rojas habilitó una suerte de canje irregular por el cual la Escuela de Deportes Villa Díaz Vélez solicitaba que le entregaran aproximadamente una jectárea del Vivero Municipal para ampliar sus instalaciones con canchas de tenis. En la realidad, el proyecto era de un privado que se encaramó detrás de la institución deportiva para conseguir la entrega gratuita de terrenos que no sólo son públicos, sino que de calcularse el valor de los mismos (y tener que pagarlo), harían impracticable cualquier clase de iniciativa improvisada como esta. La clave del asunto era la entrega gratis de los terrenos en forma de concesión, algo que la Justicia detuvo en vista de las numerosas irregularidades alrededor del asunto.

Literalmente la gestión Rojas usó sus vínculos en el club y la presidencia del HCD, en manos del concejal ultraoficialista Guillermo Sánchez, para tratar de facilitar una entrega que tuvo que ser detenida por la Justicia para evitar el desfalco. Ofendidos porque se frustró la estafa, los militantes y funcionarios de Nueva Necochea acusaron a la "Necochea del No" por no permitir el negocio e impostaron la acusación que decía que se había perdido una inversión multimillonaria en la ciudad.

Sin ponerse colorado, Sánchez como presidente del presidente del HCD (tenista y socio del club cuestionado) dijo enojado "Terminan triunfando la mentira, la envidia, la mala leche. Todo lo que no queremos triunfó”. A pesar de su bronca, ni el club, ni la Comuna ni el privado pudieron dar una respuesta certera a las condiciones que impuso la Justicia para que se retomen los trabajos: la iniciativa ni siquiera tenía un proyecto formal elaborado, la entrega de los terrenos estaba llena de irregularidades y todo se basaba en renders e imágenes digitalizadas que eran presentadas con slogans y no mucho más. 

Como "premio consuelo", el concejal y el intendente en persona facilitaron este verano una fiesta electrónica en el club que tampoco cumplía con las normas e incluso podría llegar a costarle la concesión a Villa Díaz Vélez por incumplimiento manifiesto de las condiciones de concesión a la vista de toda la ciudad: el permiso de uso de la consesión estipula expresamente que cualquier uso fuera de las actividades deportivas para los que se cederieron los terrenos es motivo de suspensión de la concesión. En otras palabras, la concesión podría suspenderse porque se hizo una fiesta electrónica con drogas en un espacio otorgado para que los chicos hagan deporte.

De cualquier modo, con los nuevos movimientos la "multimillonaria inversión" habría vuelto a encarrilarse, aunque sigue el mismo espíritu de conseguir el favor de los amigos en la política y, por supuesto, no pagar el terreno que debiera adquirir, sobre todo teniendo en cuenta el monto de la inversión prometida (alrededor de 200 millones de pesos).

Habrá que ver si la Comuna logra resolver ahora el conflicto que plantean los nuevos terrenos que están siendo evaluados como una posibilidad: cierto es que la titularidad del espacio es provincial y fue concedida en el pasado, por lo que es posible que ahora haya un nuevo intento de facilitar el negocio de amigos de la gestión y aunque la naturaleza de la idea tiene el mismo espíritu, la locación elegida no cause el mismo revuelo que cuando quisieron quedarse con otro sector del parque en una avivada.

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