La Muni tira escombros al río: ¿Los presentará como "pequeñas obras que transforman"?

A lo largo de diferentes puntos en la ribera del río Quequén, camiones municipales y de Vialidad provincial estuvieron tirando escombros al río sin mayores inconvenientes y a la vista de todos los vecinos, lo que ha captado su atención con fotos que fueron enviadas a la redacción de Cuatro Vientos.

Esta mañana circularon en los servicios de mensajería instantánea las fotos de una pala mecánica y un camión que estuvieron demoliendo un sector del Complejo Jesuita Cardiel, más precisamente los subsuelos donde había una toma ilegal al lado del skatepark improvisado en lo que era el gimnasio del Liceo Naval. Una denuncia por el intento de violación de una joven dentro del complejo provocó finalmente la acción de las autoridades, que hacían caso omiso a los reclamos hasta el momento.

Tras demoler el edificio, los camiones arrojaron directamente los escombros al río.

Y no ha sido el único lugar en el que la Municipalidad ha intervenido arrojando escombros en la ribera del río Quequén: a lo largo de al menos 5 puntos geográficos distintos en los primeros dos kilómetros del paseo hay sectores del terreno que se cortaron para dejar escombros tirados.

Aunque en apariencia pareciera que se trata de alguna clase de desagüe para la calle, lo cierto es que los escombros no tardarán en ser arrastrados por la corriente, cuando el agua socave el material y todo se desmorone.

Fracaso tras fracaso

Por lo pronto, la acción del municipio se encuadra en toda una serie de promesas y movimientos fallidos de la Comuna en la orilla del río. Renunciando a las promesas que hizo, la gestión sigue el derrotero del fracaso que ya trazó con varios ejemplos en los últimos años.

En principio jamás avanzó con la "bajada inclusiva" que prometió para la Sociedad Española frente a la sede que la institución tiene en la ribera. Los movimientos de suelo y el apisonamiento de arcilla quedó en la nada dado que se habían comenzado los trabajos sin siquiera tener un proyecto aprobado. Ahora en el lugar quedó un container y una bajada de tierra que está perdiendo la forma gradualmente por el paso del tiempo.

Además, tras la euforia por el recambio de luminarias en el paseo, el barrio se entusiasmó e intentó instalar una especie de fuente flotante que iba a estar bombeando un chorro de agua del río entre luces de colores, algo que no sólo no tenía ninguna clase de proyecto aprobado (no había ingeniero eléctrico que se atreviera a firmar la obra) sino que resultaba muy costoso de mantener, pagando cuantiosas sumas en combustible para alimentar las dos bombas que usaba la fuente. Del proyecto sin criterio alguno sólo quedaron unas fotos.

Otro movimiento sin criterio fue el de la "limpieza" de amplios sectores del río Quequén en el Vía Crucis entre Circunvalación y el Paraje Las Cascadas. Allí la comuna arrasó con máquinas en distintos puntos y hasta llegó a anunciar la posibilidad de instalar cafés y restaurantes. Obviamente la "limpieza" no volvió a reiterarse y no se supo de ninguna iniciativa más ni se realizaron nuevas tareas.

Ahora la Comuna está arrojando los escombros de algunos bacheos directamente en los desagües del río y, siguiendo la línea discursiva de Nueva Necochea, no sería extraño que intentaran presentar esta acción como una más de esas tareas de mantenimiento que la propaganda del intendente Arturo Rojas intenta instalar como "pequeñas obras que transforman".