"Me robaron 2,5 millones, pedí hablar con vos y me diste la espalda": Vecinos increparon al intendente en su despacho

Este jueves al mediodía un grupo autoconvocado de vecinos se manifestó para reclamar al intendente por la situación de inseguridad que atraviesa el distrito. Los manifestantes llevaban pancartas y subieron hasta el hall de entrada del Palacio Municipal donde obligaron al intendente a recibirlos.

Con los ánimos caldeados por la completa inacción de las autoridades frente a una extensa ola de robos que lleva varios meses in crescendo, los manifestantes ingresaron al Palacio Municipal para reclamar al jefe comunal en medio de una intensa cobertura mediática por parte del propio aparato de propaganda municipal, que posteriormente intentó presentar el episodio como una reunión normal y tranquila en la que los vecinos entregaron un petitorio y se fueron satisfechos. El tono del encuentro fue mucho más estridente que lo que trató de presentar la propaganda, al punto que algunos medios incluso no dejaron publicada la transmisión en vivo que hicieron a través de redes sociales.

Nada más lejos de la realidad, dado que a los gritos y con increpaciones varias los vecinos, muchos de ellos incluso se reconocían votantes de Rojas, le endilgaron no sólo su completa inacción en materia de seguridad sino que además le recordaron que ni él ni el secretario de Gobierno quiso recibirlos en oportunidades pasadas, cuando pidieron una audiencia para tratar los casos.

"Me robaron 2,5 millones y vine y pedí hablar con vos y no me recibiste", dijo indignadísimo a los gritos un vecino señalando directamente a Jorge Martínez, secretario de Gobierno, que junto a Rojas permanecían detrás del escritorio del intendente sin poder aportar demasiado a bajar los ánimos. "Me robaron 2,5 millones y vos me diste la espalda", espetó el vecino mientras sus palabras se transmitían en vivo a través de las redes sociales de vecinos y medios de comunicación en el lugar.

Mientras algunos reclamos reiteraban abiertamente el discurso municipal señalando culpables en la Justicia, algo que recientemente salió directamente de declaraciones del Ejecutivo municipal, la mayor parte de los reclamos tenía que ver con la falta de cualquier clase de política que impulsara el intendente dentro de sus posibilidades.

Desde luego los reclamos no dejaron satisfechos a nadie: el intendente ya tiene en circulación propagandas sobre lo que presenta como un "nuevo centro de monitoreo" (en realidad el centro ya existe en el Centro Cívico y lo único que se está haciendo es trasladarlo a un vidriera más funcional a los intereses proselitistas del intendente) aunque el centro no está en funcionamiento. Como muchas otras cosas, los anuncios reiterados y gastados ya generan más irritación que aceptación entre los vecinos, que ven a las claras que se está usando la gestión solamente para hacer campaña reelectoral.

Además, hasta el momento la Comuna se ha negado a reconocer incluso el problema como si no tuviera que dar respuestas, desde una óptica muy irresponsable, el discurso oficialista sostiene la idea que apunta a que el único que puede brindar soluciones es el gobierno provincial a través de fortalecer a la policía.

En una reedición de su intención de desligarse del tema el oficialismo culpó a la Justicia señalando la famosa "puerta giratoria" y en una tercera ocasión ya rayó el absurdo cuando el secretario Martínez se dirigió al HCD para pedir que se incentive a los vecinos a hacer denuncias al 911, porque la falta de denuncias formales es la causa del desfinanciamiento a la policía. O sea, literalmente para Nueva Necochea, la culpa de que no haya policía es de los vecinos.

Tránsito

Otro de los reclamos que se escucharon fue el que mencionaba a las motos y los ruidos molestos con los caños de escape y los "cortes". Los vecinos pedían a gritos una acción, indicando incluso que había vecinos que habían decidido mudarse por los ruidos. "Atrás del casino hay vecinos que se han tenido que ir porque salís a la noche y te roban", señaló una vecina.

Al respecto, Martínez esbozó una explicación a medias acerca de una intención de traer a Necochea una división de Policía Motorizada para perseguir a los infractores porque los inspectores no pueden perseguirlos para no provocar un accidente. Por poco el funcionario no se encogió de hombros delante de los vecinos indignados, lo que subió aún más la irritación elevando los gritos, dado que es el propio Martínez el que debería haber gestionado y terminado el centro de monitoreo que la gestión viene anunciando desde hace dos años.

Justamente este miércoles en el Concejo Deliberante se aprobaron dos pedidos de informe para que el Ejecutivo informe acerca de la situación de los alcoholímetros en la ciudad (aunque parezca increíble, no hay ni uno solo en funcionamiento en Necochea) y de los arreglos de patrullas, que supuestamente se habían gestionado el año pasado aunque actualmente hay apenas un puñado de patrullas en funcionamiento.

Aunque la protesta tuvo un tono elevado, la propaganda municipal ha intentado controlar la narrativa sobre lo sucedido, tratando de enfocar el relato hacia la posibilidad del Jefe Comunal de hacer como si fuera un "vocero" de los reclamos en lugar de estar al frente del problema, como prometía en la campaña del 2019. El incumplimiento de su promesa de campaña seguramente tendrá repercusiones a nivel electoral, dado que junto a las deficiencias del sistema de salud, los aumentos de tasas, la falta de transparencia y la inexistente austeridad de la gestión forman parte de un nutrido paquete de situaciones que muestran que las promesas en campaña en el caso de Rojas han tenido muy bajo nivel de concreción.

En definitiva, cierto es que ha sido la propia actitud oportunista del intendente y su completa inacción en la materia lo que está causando la furia de los vecinos, que ni siquiera necesitan de los medios de comunicación para saber que no se han tomado medidas al respecto, y que ven como desde el Municipio quieren direccionar el discurso para mostrarse como una gestión que responde a los reclamos usando la situación con intenciones electorales que poco tienen que ver con la necesidad que se plantea prácticamente  desde que asumió Rojas en la intendencia.