En la Secretaría de Salud denuncian el estado lamentable en que trabajan y señalan que hay "ñoquis" a cargo
"Quería que supieras que en la Secretaría de Salud hace 20 días que tenemos problemas de luz, en el entretecho hay agua y cada vez que llueve se corta la luz", indicó un mensaje enviado a Cuatro Vientos por parte de una empleada que se desempeña en el área.
La empleada pidió completa reserva de su identidad por temor a las represalias, un mecanismo muy frec uente en la gestión del intendente Arturo Rojas, que ha impuesto sobre la planta de municipales un miedo basado en amenazas de traslados, maltratos sistemáticos y hasta amenazas con escarnio mediático que genera una antipatía con los funcionarios que comienza a destilarse a medida que empieza a percibirse el final de la era Rojas al frente del municipio.
"Están las computadoras enchufadas en una zapatilla que no se sabe cuanto tiempo durara", comentó la empleada preocupada por su propia seguridad en el marco de episodios recientes en los que por falta de mantenimiento de los edificios, dos empleadas sufrieron descargas eléctricas en sus puestos de trabajo en dos CAPS diferentes (Juan B. Flores y Barrio San Martín).
La secretaría de Salud funciona actualmente en el edificio en 59 al 2400, donde antes funcionaba la sede de la empresa cerealera de la que forma parte el empresario Guillermo Martínez, uno de los principales socios de la gestión de Arturo Rojas, con importantes negocios en la ciudad como la playa de camiones de ACA (denunciada publicamente por el manejo en negro de las tarifas), y la recolección y disposición de basura, que gracias a los beneficios otorgados por Rojas, que en diciembre fue beneficiada con el reconocimiento de una deuda por casi 1.000 millones que deberán pagar los vecinos en concepto de disposición final de basura que nunca se realizó.
"El primer año no tuvimos calefacción y este verano no tuvimos ni siquiera un ventilador: la oficina es todo vidrios porque cuando estuvo Ruth Kalle quiso el piso este porque era el mas "top" según ella y nosotros mas de 12 personas acá adentro tuvimos que adecuarnos a ella", contó la empleada que pidió anonimato porque "esta gente son perseguidores y de tomar cartas en el asunto, sobre todo la Secretaria Privada".
"Estamos entrando mas tarde porque tenemos que esperar a que mínimo haya un poco de luz", sostuvo la empleada y relató el hecho más bochornoso: "El agua se corta cada 3 horas y alguna de mis compañeras sube al tanque y saca un cable de ahí adentro que hace que el flotador vuelva a flotar, tambien corriendo el riesgo de quedar electrocutados..."
"Salud esta en el ultimo piso, re top, pero no funciona nada", resumió la fuente.
Maltratos y ñoquis a cargo
Las declaraciones temerosas de la empleada llegan en momentos en que los empleados municipales, con salarios atrasados por negociaciones paritarias constantemente a la baja y con condiciones de trabajo lamentables, están comenzando a percibir que la situación no da para más y que el año electoral les darña la oportunidad de cambiar a un intendente que realmente cumpla la promesa de "jerarquizar" a los municipales, algo que en el caso de Rojas sólo funcionó para su planta política y los empleados militantes.
"Hay compañeras de 25 años, de 40 años, o sea de toda la vida en la municipalidad, y no pueden creer el destrato al empleado, tanto que el "señor" dijo que iba a Jerarquizar al empleado municipal, acá los únicos que están contentos son los que la Secretaria Privada acomodó con cargos y si no, los que están adornados con extras", comentó la fuente.
El panorama de destratos en el área de Salud ya fue retratado en distintas oportunidades en lo ue va de la gestión del intendnete Arturo Rojas. En el hospital los empleados denuncian que hasta los encargados de la Seguridad encubren robos entre compañeros y se mantienen bajo amenaza permanente para que no se "filtre" el desastre.
En otras áreas el panorama es igual, como en el caso de Desarrollo Social, donde un grupo de empleadas de la Dirección de Políticas de Género elevó una denuncia por maltrato laboral por parte de la directora, que además se la ve poco por la oficina, del mismo modo que pasa con el coordinador de Seguridad del Hospital, ambos señalados por sus propios empleados como "ñoquis".
"Como en todas partes, es todo bastante loco: ya de por si si te venís al lado hay un depósito de mercaderías de Atencion Primaria de la Salud, regenteado por una persona que estuvo 10 años sin trabajar y esta gestion la hizo volver, y todos le tienen miedo porque es de hacer kilombos. A ese deposito va y viene gente llevando medicamentos e insumos médicos, que ella dice que le donan de provincia y los entrega a sus amigos", señaló.
"Esta señora, Marisa Brunella, fue avalada por la ex Secretaria todo el tiempo, es maltratadora, está avalada por la Secretaria Privada y asi estamos", sostuvo la empleada. "Acá vino avalada por Ruth Kalle, que la dejaba hacer lo que queria y sigue asi, entra a la hora que quiere se va a la hora que quiere, maneja un depósito de mercadería de Atención Primaria que ni siquiera la Directora de Atención Primaria Carina Mazeris puede entrar... la señora se lleva la llave, hace y deshace".
Los destratos al personal, y en realidad a todo aquel que no pertenezca a la militancia del intendente, son una constante de la gestión Rojas que ha comenzado a visibilizarse con más fuerza en los últimos meses, sobre todo al calor de las fricciones con el Sindicato de Trabajadores Municipales (STMN) por años de paritarias retrasadas y amenazas permanentes. La situación gradualmente se ha ido deteriorando y las denuncias crecientes ponen al intendente Rojas cada vez más cerca de la posición en la que quedó el ex intendente Facundo López cuando en 2019 se mantuvo enfrentado con los municipales, una de las principales causas de su derrota electoral frente quien ahora parece estar repitiendo su camino.