"Miente, miente que algo quedará": La falsa austeridad del municipio y un gasto en propaganda que se duplica en 2024
Aunque desde el oficialismo el concejal Guillermo Sánchez, presidente del HCD, intentó ayer instalar la idea que el gobierno municipal cortó la pauta publicitaria a los medios de comunicación locales, lo cierto es que para el presupuesto del año que viene los recursos calculados por el intendente para nutrir su impresionante aparato de propaganda se han duplicado, pasando de la nada despreciable suma de 128 millones de pesos a más de 260 millones para el 2024.
Sucede que el gobierno municipal está enfrentando serias dificultades hasta para cubrir los gastos corrientes mínimos, producto de un persistente malgasto de los recursos enviados por Nación y Provincia para hacer obras (la mayoría de ellas sin completar) y ha fracasado en su política de aumentos persistentes de tasas, lo que ha vuelto a derrumbar su cobrabilidad. En ese contexto, una vez finalizadas las campañas electorales anunció que suspendería el pago de pautas publicitarias a todos aquellos medios que no son de su riñón.
De ese modo, anunció que suspendió el pago a buena parte del aparato publicitario que no pertenece a sus funcionarios y, a la postre, se subió demagógicamente al relato del gobierno nacional de recorte del gasto, aunque en los papeles esto es sólo una declamación para la propaganda y nada tiene que ver con la realidad que consta en los documentos.
Es que a través de la radio del subsecretario de prensa de la Municipalidad, Alejandro Silva (Radio Maestra y Necochea Digital), el oficialismo y la prensa para estatal financiada con la pauta (el negocio para ellos sigue intacto) buscan instalar que el municipio está haciendo recortes de pauta publicitaria. "La austeridad se ha tomado en distintos sectores de la administración municipal, y siguiendo el ejemplo del Ejecutivo Nacional, desde el municipio de informó sobre el corte de la pauta publicitaria", señaló en un posteo de Facebook el portal del funcionario mintiendo descaradamente.
Esta mañana, difundiendo ese discurso falaz en una de las radios adictas a la pauta el intendente corrigió esas declaraciones iniciales y habló de "congelamiento" de la publicidad, algo que también es una mentira flagrante, dado que lejos de congelar el presupuesto para propaganda, el intendente lo duplicó una vez más.
"Yo estoy congelando las pautas para que sigan cobrando los mismos que están y cuando pasen unos meses nos sentaremos a discutir", señaló el intendente. Momentos antes, con la victimización a flor de piel (actitud que ha sabido tomar ante cualquier clase de crítica que recibe) dijo que hay medios de comunicación que lo "aprietan" (?). El gobierno municipal de Arturo Rojas ha sido explícitamente censor de medios que lo criticaran para tratar de mantener una imagen de transparencia que dista mucho de la práctica cotidiana de el propio mandatario y sus funcionarios. Por esa razón es que ha alimentado un impresionante aparato de propaganda que sigue creciendo.
Sucede que en el análisis del presupuesto del 2024 salta a la vista la mentira oficialista: para este año la subsecretaría que habla de austeridad y transparencia en la gestión (el subsecretario Silva) dispondrá de la suma de 265.279.280,66 pesos para pagar publicidades a sus propios medios, shows con contratación de escenarios (que ya en el pasado mostró descomunales sobreprecios) y una serie de gastos inexplicables encaramados en ítems imprecisos acomodados para "dibujar" los números.
Para 2023 el gasto en propaganda del intendente, que financió su reelección con dinero de las tasas, destinó 128 millones de pesos, que incluyó incluso el combustible para viajes de funcionarios, el pago a la consultora que apuntaló la campaña, el alquiler sobredimensionado de luces y escenarios para shows proselitistas con costos hasta 3 veces superiores a los del mercado y una multitud de pagos a periodistas que trabajan en medios de funcionarios.
En este contexto es que el intendente Rojas intenta a la vez reflotar su discurso de austeridad a caballo de la crisis, discurso que había quedado abandonado y fuera de práctica en sus primeros cuatro años de gestión, retomándolo falazmente sólo para difundirlo en su propio aparato de propaganda, que sigue siendo financiado por las tasas de los vecinos. Con esa intención, mientras sigue favoreciendo el negocio de sus amigos, la gestión intenta venderle a los vecinos que se suma al recorte sobre la "casta política" de la cuál es fiel representante. Como sus medios pautados no abundan en audiencia va a necesitar mucho más que eso si quiere convencer a la población con ese descaro tan flagrante.
