CHARLA SOBRE AGROQUÍMICOS EN LA ESCUELA DE ARTE

Agroquímicos: 300 millones de litros de glifosato cada año y un nuevo veneno que podría llegar al pan de cada familia

domingo, 8 de octubre de 2023 · 12:03

Haciendo un recorrido por el panorama que enfrenta más de un 40% del territorio de todo el país, con una problemática que afecta a 15 millones de personas, el ingeniero agrónomo santafecino, Carlos Manessi, brindó una charla este viernes en la Escuela Provincial de Arte Nº 500 Orillas del Quequén.

El experto llegó de Santa Fe en el marco de casi 20 años de activismo vinculado al uso de agroquímicos calificando el problema como una cuestión socioambiental en el marco de La Multisectorial paren de Fumigarnos de Santa Fé. Invitado por Basta de Fumigarnos Partido de Necochea (BDFN), Manessi llegó además con una muestra fotográfica "El costo humano de los agrotóxicos" de Pablo Piovano, que recorrió durante 2 años el país para retratar los efectos del uso masivo de agroquímicos sobre la población y el ambiente.

En primer término Manessi destacó que el uso de agroquímicos no solo se extendió por el territorio sino que además ha aumentado considerablemente su concentración sobre los suelos. Si en un principio, allá por mediados de los 90's las aplicaciones recomendadas eran de 4 o 5 litros de veneno, en la actualidad su uso alcanza los 15 a 20 litros para conseguir el mismo resultado, esto producto de la resistencia a los herbicidas que se produjo por la aplicación contínua  sostenida en el tiempo.

Esas elevadas concentraciones, que se aplican mayormente sobre los cultivos de soja, están afectando poblaciones enteras en 14 provincias del país, por lo que la multisectorial ha avanzado sobre tareas de concientización y distribución de información sobre la problemática, con un paquete de propuestas que asistan a un gradual giro de la producción a sistemas más sanos y amigables con el ambiente.

Superveneno en el pan

El actual modelo productivo en el campo argentino tiene tres patas fundamentales: la siembra directa, el uso de semillas transgénicas resistentes a los venenos, y el uso de esos venenos en específico, que son altamente nocivos para la salud. La OMS, por ejemplo, catalogó al glifosato en 2015 como probablemente cancerígeno (Toxicidad A2) y además de diferentes tipos de cáncer se vincula a este veneno a problemas masivos de hipotiroidismo, malformaciones congénitas, pérdidas de embarazos y problemas dermatológicos y neurológicos como Alzheimer y Parkinson.

Tanto el glifosato como el 2,4-D (posiblemente cancerígeno, con Toxicidad A3 según la OMS) están prohibidos en muchos países, por lo que los activistas no se explican como el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) sigue catalogando como seguros (banda verde) estos venenos que son probadamente peligrosos para la salud. La naturaleza del negocio parece ser la única respuesta porque son esos dos venenos los que más se usan en el control de malezas en nuestro país.

Y actualmente se conoce un veneno que es aún más potente que el glifosato, que es aplicado sobre el trigo transgénico HB4, el glufosinato de amonio, que se presenta hasta 10 veces más peligroso que el resto. Manessi presentó una placa en la que advirtió que la producción diaria de pan de consumo en todas las casas del país podría comenzar a verse afectada por el uso masivo de este veneno.

Propuestas

Anualmente se destinan 600 millones de litros de estos venenos en cada campaña, más de la mitad son formulados de glifosato, por lo que las magnitudes han obligado a los activistas a recurrir a la justicia por un lado y a formar propuestas legislativas por el otro con la intención de mitigar gradualmente los daños e ir transformando el sistema para el bien de productores y consumidores.

En 2009 el "fallo de San Jorge" estableció una primera jurisprudencia al determinar que debían existir al menos 800 metros libres de fumigación entre el campo aplicado y cualquier núcleo de población. Diez años después otro fallo determinó que debían ser 1000 los metros libres. En 2021 la Suprema Corte de Justicia de Santa Fe dejó firme el amparo de un vecino que pidió que se cumplan los 1000 metros libres por parte de los dueños de los campos linderos.

Con algunos de esos antecedentes, la Multisectorial presenta una serie de propuestas en Santa Fe, buscando que eventualmente su propio modelo pueda ser reproducido en otras provincias. Cinco propuestas fueron  presentadas por Manessi:

- Alejar 1500 metros las fumigaciones con agrotóxicos de los lugares donde viven vecinos, escuelas rurales y humedales.

- Prohibir las aplicaciones aéreas con agrotóxicos en toda la provincia de santa Fe

- Convertir los envases en retornables y reutilizables.

-Fomentar la agroecología.

- Relocalizar los silos fuera del egido urbano.

Muestra de tres días

La exposición de fotos se extendió del jueves al sábado pasado y la charla de Manessi fue la previa de una segunda presentación el sábado en la misma escuela.

Para el cierre la colectiva Basta de Fumigarnos Necochea expuso la situación del territorio local sobre esta problemática a partir de los datos del muestreo de suelo y agua realizado en el partido de Necochea en 2021.

Un reciente informe de la colectiva reflejó que se detectó la presencia de trazas de múltiples venenos en plazas y escuelas de toda la ciudad de Necochea y en Quequén.

Los activistas locales reclaman que además del uso de venenos en nuestro distrito ni siquiera se respeta la ley de ordenamiento territorial que dispone la prohibición de los cultivos extensivos en los límites entre el campo y la ciudad, por lo que las fumigaciones generan constante malestar entre los vecinos de Villa Zababala, VIlla del Deportista y algunos sectores de Quequén.

 

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