Horas extra bajo amenaza: La variable que analiza la Municipalidad para condicionar las paritarias
El marco de las negociaciones salariales paritarias entre la Municipalidad y tres gremios (STMN, ATE y Guardavidas) parece haberse descuadrado en virtud de la informalidad de las propuestas oficiales y la comunicación beligerante usada por el municipio para endilgar a los trabajadores la responsabilidad de la falta de avances en la negociación.
Lo que sucedió es que la Comuna esperaba que los empleados acataran sin más una propuesta informal presentada en las conversaciones de alcanzar un 40% de recomposición salarial hasta diciembre con la promesa de un 10% más en enero del año que viene (que en realidad sería parte de otra paritaria). La propuesta no fue oficial, sino una conversación que estuvo planteada en la mesa, aunque la prensa municipal hizo uso (una vez más) de un innecesario tono acusatorio que empeoró las cosas.
Los trabajadores no tuvieron más opción que aceptar el 17% de recomposición para el primer cuatrimestre del año y seguir negociando, aunque la Comuna se mantiene intransigente en ofrecer el 40% en una economía que preve el 80% de inflación para este año.
En ese contexto, por lo bajo la orden del Ejecutivo ha sido desplegar su batería de herramientas que le permitan condicionar la decisión a los gremios y la amenaza es sobre las horas extra: como la Comuna está enfrentada a serios inconvenientes financieros, la primer orden es pedirle a los directores que dejen de entregar horas extra a los empleados, produciendo un recorte de gasto en salarios y en el ingreso de los trabajadores, que cuentan regularmente con esas extras para complementar sus ingresos y, en la mayoría de los casos, completar un salario digno.
"Si la paritaria llega a más del 50% van a cortar las horas extra", es el rumor que salió a rodar desde el Palacio Municipal a través de algunos funcionarios para tratar de condicionar la posición de los gremios y sembrar el malestar entre los trabajadores. La molestia de los sindicatos va creciendo y la gestión Rojas una vez más ha apostado a imponer su posición con sus dispositivos habituales.
Con operaciones de prensa que surgen de la propia oficialidad de la prensa municipal y rumores de amenazas sobre los ingresos de los empleados, la gestión Rojas encara lo que será un conflicto clave en sus aspiraciones reelectorales para el 2023. Enfocado en el proselitismo, el Ejecutivo a cargo del intendente Arturo Rojas lanza ataques cegado por su propio relato y olvida que fue precisamente un conflicto con los trabajadores lo que selló el destino de su antecesor.