Las operaciones de prensa ahora las sufren los empleados municipales

"Nosotros no rechazamos nada, ¿cómo vamos a rechazar algo si no lo consultamos con los compañeros?", expresó a Cuatro Vientos una fuente vinculada a las negociaciones paritarias entre trabajadores municipales y la Comuna tras una nueva operación de prensa lanzada desde el Palacio Comunal con el aparente fin de condicionar las conversaciones

"Empezaron a jugar sucio porque las notas tienen mala leche", se quejó a su vez otro referente de otro sector vinculado a la negociación de los salarios, que incluyó, además de los municipales, a los sindicados bajo la bandera de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y los guardavidas. "Salir a decir que nosotros rechazamos el 50%, nada que ver, nunca sucedió", agregó.

Lo que pasó fue que la Comuna publicó a viva voz y con insistencia que los trabajadores municipales habían rechazado una oferta de incremento salarial (en realidad recomposición, dado que va detrás de la inflación) de un 50%. El titular redactado por la prensa municipal pareció querer hacer efecto sobre las negociaciones, por un lado exagerando o inventándose "virtudes" (cualquiera sabe que cobrar en término no es un "beneficio" de los trabajadores sino un derecho) y, por el otro, lanzando declamaciones políticas lejos de la comunicación oficial.

La "opereta" fue una más de una serie que viene permitiéndose a sí misma la prensa municipal, tan desentendida de sus deberes  de comunicación institucional como incorrectamente utilizada como aparato proselitista por el oficialismo. Cada vez que la gestión  busca iniciar una acción, pone en marcha su aparato de prensa que usualmente lanza ataques, acusaciones, tiros por elevación o falacias abiertas a través de medios pautados.

Actualmente la línea parece haberse desdibujado y es la propia prensa municipal la que genera los títulos tergiversados, como si las acciones de gobierno pudieran ser comunicada del mismo modo que se escribe en un blog en Internet, que se publica un tweet o como se paga una publicidad en las redes sociales. Esa actitud, la decisión política de la gestión Rojas de usar esos métodos de comunicación, son los que ahora recalientan la paritaria en un clima ya de por sí caldeado por la situación general.

En lo concreto, lo que los trabajadores aseguran es que nunca hubo una propuesta oficial y que la idea del 50% en cuotas fue esbozada en el marco de las conversaciones informales, aunque no se presentó documento alguno que formalizara la intención de realizar el esquema de pagos. Tanto los municipales como los guardavidas coincidieron en reconocer la aceptación de la única oferta real que recibieron, una recomposición del 17% correspondiente al primer cuatrimestre del año.

Prácticamente obligados por la urgencia de la situación y la escalada inflacionaria, la primera etapa de aumento del 17% que corre  desde abril habría sido asimilada "de prepo" por los trabajadores, algo que de entrada agitó una negociación que fue dilatada por la Comuna como parte de la estrategia de presión sobre los gremios. Luego las notas de prensa de la Comuna refiriendose oficialmente a conversaciones informales causaron hondo malestar.

El Ejecutivo Municipal insiste con que no está en condiciones de pagar una recomposición salarial superior al 50% mientras que las proyecciones de inflación se encuentran en el orden superior al 80% anual. Los rumores acerca de la posibilidad de que la Comuna comience a enfrentar nuevamente problemas con los pagos de salarios en los próximos meses, con el antecedente funesto del pago en cuotas que mostró la gestión López antes de salir de la intendencia, tiene a los municipales preocupados.

Y en ese contexto, la comunicación oficial sigue eligiendo el camino de la declamación política trastocada, con información blanda y aprovechando grises en cualquier interpretación para manifestar acabadamente el interés político de la gestión más que atender fehacientemente una negociación, algo que configura una suerte de caldo primigenio para tensar una relación que escala en fricciones desde hace meses, con errores en liquidaciones de salarios y quites de colaboración esporádicos por atrasos en pagos extras.