Aumento de colectivos: ¿Por qué el municipio se negó a controlar los costos de las empresas?

viernes, 7 de octubre de 2022 · 10:23

Primero intentó suprimir las audiencias públicas, luego intentó forzar a escondidas (en una sesión en La Dulce) un aumento que no era el arreglado entre los bloques de concejales y finalmente tuvo que revelar su verdadero carácter y mostrar su verdadera cara: el oficialismo de Nueva Necochea impuso el aumento de la tarifa de colectivos desempatando la votación con el voto doble del presidente del HCD, Guillermo Sánchez (Nueva Necochea).

Sucede que el HCD finalmente concedió un nuevo aumento de tarifas de colectivos no sin antes mostrar el verdadero carácter antidemocrático del oficialismo, que quiso en primera instancia suprimir la audiencia pública para que los vecinos pudieran poner su voz en el tratamiento de la cuestión. La mala calidad del servicio, sin recambio de unidades ni accesibilidad, falta de limpieza y demás quejas de los vecinos no hicieron que el Estado Municipal revisara el contrato, sino más bien lo reafirmara concediendo dos nuevos aumentos escalonados sin siquiera consultar los costos reales que aducen las empresas para funcionar.

La práctica de las empresas en el marco inflacionario ha sido siempre la misma: sin presentar informes reales y verificables sobre su estructura de costos, solicitan un aumento de boletos que no pueden justificar. En esta ocasión, inicialmente las empresas pidieron una suba a más de 320 pesos el boleto, imponiendo un techo que les dio espacio para una baja que terminó en 100 pesos para octubre y 125 pesos en enero sin ninguna clase de control del Estado Municipal.

Si bien concejales de la oposición plantearon un proyecto de subas alternativo, que contemplaba un primer aumento en octubre y luego la formación de una comisión para analizar la estructura de costos de la empresa para nuevos aumentos, el oficialismo de Nueva Necochea (que ya había tratado de eliminar o desincentivar las audiencias públicas) intentó la semana pasada imponer su formato de aumento quitando los controles estatales y concediendo los aumentos tal como los pedían las empresas.

Además, intentó la aprobación en La Dulce, de manera intempestiva con un proyecto sobre tablas presentado a último minuto por el concejal Maximiliano Delfino, quien no sólo es aliado de Nueva Necochea sino que además responde a los intereses directos de UTA, a través de su jefe político, Martín Domínguez Yelpo. Para ello, aunque el tratamiento del tema se suponía que erea sorpresivo, una comitiva de choferes de colectivos fueron a presionar a los concejales para la votación, con bombos y bombas de estruendo durante la sesión. La oposición quitó el quorum a la sesión en vista del escándalo y el HCD ni siquiera transmitió la sesión a través de Youtube como suele hacerlo.

El escándalo quedó solapado por el aparato de prensa municipal, que no sólo no informó lo sucedido, sino que además lleva  semanas concentrando la difusión en la fiesta del aniversario de Necochea, en el que el intendente planea usar la ocasión para relanzar su candidatura a la reelección el año que viene.

Una semana más tarde (este jueves), el nuevo cuadro tarifario volvió a debatirse y lejos de escucharse las pésimas condiciones en las que se brinda el servicio, tal como dijeron los vecinos en la Audiencia Pública, el oficialismo ejerció una férrea defensa al proyecto de aumentos de las empresas que eliminaba la posibilidad de ejercer alguna clase de control sobre los costos de las empresas cuando piden los aumentos. Nueva Necochea y sus aliados no sólo defendieron el proyecto, sino que la votación se definió con el voto doble positivo del presidente Sánchez y la propuesta quedó aprobada por mayoría.

En el intento de solapar el apoyo al impopular aumento, Sánchez cometió algunos errores de protocolo para anunciar el resultado de la votación nominal, por lo que fue corregido por los concejales que lo obligaron a decir de manera explícita que era su voto el que finalmente hacía que los aumentos sin controles fueran autorizados. Tal era la confusión sobre el resultado que los choferes que pararon las líneas de colectivos para presenciar la sesión ni siquiera entendieron bien que pasaba y tras cerrarse el tema, se retiraron con un confuso aplauso.

En el camino, la Comuna no anunció ninguna clase de sanción a la empresa por haber suspendido el servicio como plantea el contrato de concesión, en otra muestra más de lo naturalizada que está la degradación del servicio y la completa falta de revisión de las actividades de las empresas por parte del municipio.

En ese contexto, apenas se conoció que se otorgaron los aumentos a medida de las empresas, los choferes volvieron a sus puestos de trabajo al ser notificados que sus salarios habían sido depositados de inmediato.

Así, el oficialismo que sostiene al intendente Arturo Rojas primero trató de acallar las voces de los vecinos sobre el servicio de colectivos, luego intentó presionar a los concejales forzando una votación sorpresiva, a escondidas y bajo presión en La Dulce; y finalmente combinó todas las técnicas de presión juntas e impuso con su voto doble de la presidencia no solo dos fuertes aumentos a los boletos sino también la supresión de cualquier control que quiera llevarse adelante para revisar las solicitudes de las empresas cada vez que quieren un aumento.

Comisión de control

El proyecto que impulsaba la oposición para mitigar el efecto de los aumentos sobre la población tenía interesantes variantes que fueron descartadas por Nueva Necochea, que prefirió conceder aumentos con los ojos cerrados aduciendo cómo único argumento los índices de inflación estimados "a ojo" por las empresas y sin presentar los cálculos formales.

La comisión para controlar los costos de las empresas en realidad está en vigencia desde octubre del año pasado, aunque nunca fue puesta en práctica y el oficialismo prefirió además dejarla suspendida. La oposición proponía que el aumento a 100 pesos de octubre se ejecutara sin problemas y que el próximo, planteado por las empresas para enero, fuera revisado por la comisión, que incluso podía calcular un precio más alto que los 125 pesos que las empresas querían asegurarse para enero.

Además de ese control estatal, la oposición impulsaba la idea que fueran el Ejecutivo Municipal y las empresas las que mitigaran un pequeño porcentaje de los aumentos asumiendo el costo para Jubilados, Estudiantes y obreros. El proyecto había sido consensuado originalmente por todos los bloques, aunque el movimiento de Delfino en La Dulce (con el apoyo de Nueva Necochea) develó que todo se trataba de una impostura, algo que generó fuerte malestar por lo "tramposa" de la jugada.

La negativa del oficialismo de controlar a las empresas en sus costos y de dar cierta financiación a los aumentos en favor de los vecinos fue la razón principal por la cual el tratamiento de la cuestión se dilató tanto, con sucesivos intentos de ocultar sus reales intenciones por un lado y socavando la participación consensuada de la población en la formación de las tarifas, algo que sin dudas se sentirá en los bolsillos de la población en los próximos meses.

Comentarios

Otras Noticias