La Usina advierte que delincuentes se hacen pasar por empleados de la cooperativa para robar en viviendas

miércoles, 4 de septiembre de 2024 · 10:54

Los vecinos de Necochea y Quequén son puestos en alerta tras la reciente advertencia emitida por la Usina Popular Cooperativa. En un comunicado dirigido a la comunidad, la entidad denunció la presencia de individuos que, haciéndose pasar por empleados de la cooperativa, han comenzado a cometer ilícitos en viviendas. Este preocupante modus operandi no solo amenaza la seguridad de los hogares, sino que también pone en riesgo la confianza que los ciudadanos depositan en las instituciones que sirven a la comunidad.

La UPC subrayó en su comunicado que sus empleados no realizan tareas dentro de las viviendas. "Nuestros trabajadores únicamente desempeñan labores en la vía pública," especificaron, haciendo hincapié en que, en ningún caso, se solicita el ingreso a los domicilios particulares. Esta aclaración es importante para evitar que más personas sean víctimas de engaños por parte de estos delincuentes, quienes aprovechan la fachada de una entidad reconocida para perpetrar sus delitos.

Además, la cooperativa informó que no utiliza la plataforma de mensajería WhatsApp para comunicar cortes de energía programados ni ningún otro tipo de notificación a los usuarios. Este dato es esencial, ya que se ha observado que los estafadores emplean técnicas de phishing, enviando mensajes falsos a través de WhatsApp, para captar la atención de los vecinos y lograr sus objetivos fraudulentos.

Este tipo de estafas no es un fenómeno aislado en la región. De hecho, la comunidad educativa de Necochea ha sido blanco de ciberdelincuentes en las últimas semanas, quienes han perfeccionado sus métodos para engañar a sus víctimas. Como informó Cuatro Vientos, en un caso reciente, delincuentes se hicieron pasar por operarios de la Usina para estafar a tres directores de escuelas públicas. Esta situación ha generado un estado de alerta en el ámbito educativo, donde los directivos y el personal docente se han visto obligados a tomar medidas adicionales para protegerse de posibles fraudes.

Los estafadores utilizan llamadas telefónicas para establecer contacto con sus víctimas y también recurren a la mensajería instantánea para perpetrar sus delitos. En el caso de los directores de escuelas, los delincuentes lograron hackear las cuentas de WhatsApp de al menos dos de ellos. Este acceso no autorizado les permitió hacerse pasar por los directores y solicitar dinero a sus contactos, utilizando tácticas persuasivas para engañar a sus víctimas.

Uno de los incidentes más alarmantes involucró a un familiar directo de una de las directoras afectadas, quien transfirió 24.000 pesos a una cuenta bancaria, creyendo que estaba ayudando en una situación de emergencia.

Investigación en curso

Las víctimas de estas estafas han presentado las denuncias correspondientes ante la Fiscalía Nº 30, a cargo del fiscal Carlos Larrarte, quien es especialista en delitos digitales. El fiscal Larrarte, junto con un equipo de instructores, ha iniciado una investigación exhaustiva para identificar a los responsables de estos hechos. La complejidad de este tipo de delitos, que involucra tanto técnicas digitales avanzadas como la manipulación psicológica de las víctimas, requiere una labor investigativa minuciosa.

El fiscal ha enfatizado la importancia de esta pesquisa, destacando que la modalidad de estafa digital está en constante evolución y afecta a un número creciente de ciudadanos.

El modus operandi

Los delincuentes han demostrado un nivel alarmante de sofisticación en la ejecución de sus estafas. El modus operandi seguido en estos casos evidencia una planificación meticulosa. En primer lugar, los estafadores se comunicaron con los directores de las escuelas a través de los teléfonos fijos de los establecimientos, simulando ser operarios de la Usina. Durante estas llamadas, informaron a las víctimas sobre un supuesto corte de suministro eléctrico, lo que generó un sentido de urgencia y necesidad de acción inmediata.

Aprovechando la situación creada, los delincuentes solicitaron a los directores que les proporcionaran los seis dígitos de verificación que habían recibido en sus teléfonos móviles. Estos dígitos, que corresponden al código de restablecimiento de la contraseña de WhatsApp, permitieron a los estafadores tomar control de las cuentas de mensajería de las víctimas. Una vez con acceso a estas cuentas, procedieron a enviar mensajes a los contactos de las víctimas, solicitando dinero o proponiendo la venta de dólares a precios significativamente bajos, logrando así obtener sumas de dinero sustanciales.

Medidas Preventivas

Frente a esta creciente amenaza, las autoridades han emitido una serie de recomendaciones para que los ciudadanos puedan protegerse de estas estafas. En primer lugar, es crucial no compartir el código de verificación de WhatsApp con nadie, incluso si la solicitud parece provenir de una fuente confiable. Este código es una clave de seguridad que permite a los estafadores tomar control de las cuentas y acceder a información sensible.

Además, se aconseja desconfiar de cualquier solicitud inusual o inesperada de dinero, especialmente si proviene de un contacto conocido. Los delincuentes pueden hacerse pasar por amigos o familiares en situaciones de emergencia para aprovecharse de la buena voluntad de las personas. Por esta razón, siempre es recomendable verificar la autenticidad de cualquier solicitud a través de un medio de comunicación alternativo antes de realizar transferencias de dinero.

Otra medida preventiva clave es activar la verificación en dos pasos en WhatsApp. Esta función añade una capa adicional de seguridad, ya que requiere un segundo código para acceder a la cuenta, lo que dificulta el acceso no autorizado por parte de los estafadores.

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