La Universidad de Quequén se quedó sin luz por un robo de cables
Un nuevo episodio que refleja una problemática creciente nuestra comunidad, la Universidad del Centro en Quequén fue la última víctima de una serie de delitos que, lejos de ser esporádicos, se convirtieron en una lamentable cotidianidad. El robo de cables demuestra ser un mal persistente, afectando esta vez a la comunidad educativa.
El hecho tuvo lugar durante el último fin de semana, momento en que los ladrones aprovecharon la quietud del predio para hacer de las suyas. Al irrumpir en las instalaciones, no solo se llevaron varios metros de cableado esencial para el suministro eléctrico del campus, sino que también extrajeron piezas clave del tablero principal, dejando a la universidad en una virtual parálisis.
El lunes por la mañana, la realidad golpeó a estudiantes, docentes y personal no docente al encontrarse con el establecimiento sumido en la oscuridad. A pesar del robo, los equipos de mantenimiento de la institución se pusieron manos a la obra para devolverle a la universidad su pulso vital. Afortunadamente, se logró restablecer el servicio en la mayoría de las áreas, aunque el tercer piso, donde se ubica el laboratorio, todavía sigue a oscuras.
Marcela Mastrocola, la directora de la sede Quequén de la Unicen, se hizo eco del sentir generalizado de impotencia y frustración al dirigirse a la fiscalía para interponer la denuncia correspondiente.