Ineficacia y show: Pese a la mudanza del Centro de Monitoreo, siguen siendo los vecinos quienes deben frustrar los robos

jueves, 8 de junio de 2023 · 12:10

El 18 de mayo pasado todo el aparato de propaganda, que Arturo Rojas financia con dinero del Municipio, prendió las chimeneas para dotar de épica al mero traslado del Centro de Monitoreo del Centro Cívico a un local con vidriera a la calle en avenida 58 casi 67.

Este acto, que contó solamente con presencia de funcionarios y familiares de los mismos, debía ser uno de los puntos destacados de la humilde campaña que viene llevando adelante Arturo Rojas, que, a falta de obras reales, tuvo que salir a mostrar tareas de mantenimiento y reinaugurar obras de gestiones pasadas para armar una agenda más o menos aceptable.

En contexto de la inauguración del Centro Operativo de Monitoreo no pudo haber sido más propicio para la reinauguración de la dependencia creada por Facundo López en 2018: apenas una semana antes el propio Rojas había sido increpado por vecinos, hastiados por la ola de robos, y le había pedido respuestas al flagelo de la inseguridad. El intendente, sorprendido por la acción ciudadana, se desligó de responsabilidades y prometió una reunión con la cúpula policial y el Departamento Judicial para que sean ellos quienes respondan por él. Sin embargo, como es habitual, la promesa no fue más allá de promesa.

A modo de auxilio, la Provincia mandó a reestructurar la cúpula policial local y removió al señalado Jorge Mastropierro como Jefe Departamental y en su lugar puso a Martín Urrestarazu. Ese mismo día, además, el Ministerio de Seguridad le bajó 14 móviles nuevos al Intendente. Como si no hubiese entendido la señal, Rojas montó un acto de campaña alrededor de la ayuda, dio vuelta la página y mantuvo su mutismo sobre el tema de la inseguridad. La inauguración del Centro de Monitoreo fue su última jugada en este ámbito y luego vino el esperable olvido.

Ya operativo en su nuevo sitio, el Centro de Monitoreo no parece estar siendo eficaz a la hora de cumplir su función: prevenir el delito. La ola de robos no se ha detenido y los delitos sucedidos en el ámbito de la vía pública siguen siendo moneda corriente. Incluso, son los propios vecinos quienes deben encargarse de frustrar los robos, a falta de una política de prevención.

Por citar solo algunos hechos ocurridos en los últimos días: el martes, un sujeto con pedido de captura intentaba robar una moto en el barrio 9 de Julio. Una vecina lo vio y dio aviso a la policía, que gracias a esa alerta pudo frustrar el ilícito; el último fin de semana, vecinos alertaron al 911 por la presencia de un sujeto sospechoso en 59 y 90. Gracias a esto, la policía pudo detener a un hombre que permanecía prófugo desde 2022. Otros hechos ni siquiera llegan a frustrarse y los vecinos terminan siendo víctimas de los delincuentes.

Incluso, el mismo día de la mudanza, un delincuente irrumpió en una vivienda ubicada a menos de 100 metros del Municipio mientras una mujer dormía. Con suma cautela, robó dinero en efectivo y una computadora y se fue muy tranquilo. La víctima supo del robo cuando se despertó y advirtió el faltante. En esa cuadra hay varias cámaras, pero hasta el momento no hay pistas del ladrón.

Mientras tanto, con Centro de Monitoreo o sin él, siguen siendo los vecinos los encargados de prevenir los robos. La mudanza de la dependencia siguió la lógica habitual de Nueva Necochea: show para los medios y espalda para los vecinos. Lo que debería ser una herramienta clave para la prevención del delito se termina transformando en un instrumento proselitista.

El interrogante que se abre a partir de la situación planteada es si realmente la gestión de Arturo Rojas trabaja en soluciones para los problemas de los vecinos o solo busca engañar al electorado con gacetillas de prensa que resuenan en medios afines y plantear una Nueva Necochea que solo existe en el plano virtual.

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