Dejaron en libertad a un violador el martes y el jueves secuestró a su esposa, mató al perro y amenazó con matar a un vecino

Cuando suceden este tipo de cosas es que se enciende fuerte el debate sobre el funcionamiento de la Justicia y la real capacidad que existe para la reinsersión social del convictos de crímenes violentos.

Fue el caso que se produjo esta semana: un convicto, Ariel Zurita, debía purgar una condena de 11 años de prisión por abuso sexual de dos menores en el Parque Miguel Lillo fue liberado este martes 3 años antes que cumpliera su condena (debía salir a fines de 2027), y este viernes ya había sido detenido de nuevo por nuevos delitos.

Sucede que este jueves Zurita fue detenido nuevamente tras un episodio en el que golpeó y maniató a su esposa, mató al perro de la familia a golpes y luego se dirigió a la casa de un presunto prestamista y profirió amenazas de muerte haciendo gestos que iba armado.

Zurita el martes obtuvo la libertad condicional pese a que la fiscalía se oponía a la medida que, en principio fue negada por el juez de Mar del Plata, Ricardo Gabriel Perdichizzi. De todos modos, la defensa oficial apeló la decisión y la Cámara de Necochea, con el voto de Fabian Loyza y Marcela Almeida, se la terminó otorgando.

El detenido es conocido en Necochea por un amplio prontuario y el abuso de las menores lo había encerrado por un buen tiempo hasta que se escapó en 2019 y estuvo 4 meses prófugo. A pesar de eso, la Justicia permitió que fuera liberado 3 años antes de cumplir su condena.

Ahora está nuevamente detenido y se espera que este viernes se defina su situación procesal