Jueza necochense sobre el punitivismo de Milei: "Es un disparate y una atrocidad"

En una columna radial emitida esta semana, la jueza Aída Lhez del Juzgado de Garantías N° 2 del Departamento Judicial de Necochea, expresó su firme desacuerdo con las declaraciones del presidente Javier Milei. quien sostuvo que para casos de delitos graves cometidos por menores, se debería aplicar "pena de adulto, ante un delito de adulto".

Lhez, en el programa “Punto de Vista” (Ecos Radio), calificó estas palabras como "un disparate y una atrocidad", subrayando que, en lugar de castigar a los menores, el Estado debería garantizar que sus derechos se cumplan plenamente, ya que, en muchos casos, son las propias fallas estatales las que los llevan a situaciones delictivas. 

“Es un disparate, una atrocidad, justo que estamos en el mes de la niñez. El gobierno es el Estado, es el garante de que los menores tengan cumplido sus derechos, aún ante las falencias o deficiencias de sus padres, y que hoy por hoy no se están cumpliendo los derechos de ellos. De ninguna manera puede el propio Estado incumplidor salir pretender privarlos de su libertad, es revictimizarlos”, sentenció.

Al ser consultada sobre qué debería suceder en casos de homicidio cometidos por menores, Lhez profundizó en la problemática social que subyace. Explicó que si un niño de 14 años comete un delito tan grave, es indicativo de una grave disfunción en su entorno familiar. "Hay que hacer un análisis porque algo no está funcionando", insistió, abogando por un enfoque que brinde al menor las herramientas necesarias para salir adelante, en lugar de simplemente castigarlo.

“Si un niño de 14 años comete un tal delito, es porque evidentemente hay algo en su familia, de aquellos que lo tienen que cuidar que no lo están haciendo. Hay que hacer un análisis, porque algo no está funcionando, para entonces darle a ese chico las herramientas necesarias para cubrir eso que le falta y que de esa manera se pueda constituir en una persona”, señaló

Lhez enfatizó que los menores que delinquen no lo hacen por azar, sino como resultado de sus duras historias de vida. Recordó su trabajo en Batán, donde constató que "el 80% o 90% de los que delinquen son los que han tenido una infancia muy dura". Como ejemplo, narró el caso de unos hermanos que quedaron abandonados por el Estado en manos de vecinos, debido a la incapacidad de las instituciones para brindarles el cuidado necesario. "Es tremenda", comentó con tristeza, cuestionando el desmantelamiento de un Estado que debería proteger a estos niños, no dejarlos a la deriva.

La jueza fue aún más tajante al señalar que, antes de juzgar a un menor, habría que responsabilizar a los funcionarios que han desmantelado las estructuras estatales que deberían garantizar los derechos de los niños. "Les estropearon la vida para todo su camino", afirmó Lhez, subrayando lo difícil que resulta reparar el daño causado por la falta de acción del Estado.