¿Fracaso o ardid publicitario?: Puerto Gardella estaría a un mes de cerrar sus puertas

viernes, 5 de julio de 2024 · 11:06

Comenzó a trascender esta semana que el futuro de la feria conocida como Puerto Gardella, en el ingreso a la escollera sur de Necochea, se encuentra en una encrucijada debido a los elevados costos de los servicios que afectan a nivel nacional.

El trascendido señala que se está evaluando seriamente la posibilidad de cerrar definitivamente sus puertas a partir de agosto, una vez finalizadas las vacaciones de invierno, debido a la insostenibilidad financiera.

La situación se agrava por los magros ingresos desde el pasado verano, que fue particularmente desafiante en términos turísticos, afectando la rentabilidad para los administradores del lugar, con la cara visible en el cuestionado empresario local, José "Cholo" Servat, cuyas vinculaciones entre la política y sus negocios han causado más de una suspicacia en la cuidad.

Puerto Gardella, inaugurado en diciembre de 2019 con la intención de ser un nuevo punto de encuentro gastronómico y comercial, consta de 35 contenedores mayormente destinados a la oferta gastronómica, junto con un área central para espectáculos de entretenimiento infantil.

Durante las temporadas estivales, el lugar se presentaba como un destino popular tanto para turistas como para residentes locales, quienes disfrutaban de una amplia variedad de comidas, cervezas artesanales y un parque de juego para niños.

Su inauguración se produjo como una política algo cortoplacista de la campaña del intendente Arturo Rojas en 2019: el actual intendente era presidente del Consorcio de Puerto Quequén y facilitó el montaje que hizo Servat en una concesión portuaria tratando de mostrarla como un vistoso ejemplo de gestión e inversión, que tras la emoción inicial enseñó su verdadero rostro carente de políticas de fondo reales que permitieran su desarrollo sostenible.

Tanto ha sido así que Puerto Gardella tiene un solo acceso y egreso desde la ciudad y no cuenta con servicio de transporte público de pasajeros para llegar (ni colectivos ni parada de taxis). Además, los servicios sanitarios en el lugar no están en plena regla, algo que incluso mostró problemas desde la inauguración misma de la feria.

Este verano el concesionario intentó ofrecer un servicio de transporte colectivo que permitiera llegar al lugar, aunque la idea fue posteriormente abandonada.

En rigor de verdad, la feria permanece cerrada gran parte del año y sólo algunos fines de semana largos y en recesos escolares presenta algo de actividad, por lo que los rumores de cierre podrían bien tratarse de un ardid publicitario. Después de todo, la publicidad de la propaganda oficial y los medios amigos del concesionario han sido los que sostuvieron el funcionamiento de la feria aún a pesar de su evidente fracaso tras la euforia inaugural.

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