Del 85% al 35%: Terminó el fin de semana turístico en Necochea con balance positivo y perspectivas dudosas
No es para tirar manteca al techo, pero sí una noticia que agrada: el fin de semana la ocupación de alojamientos en Necochea fue buena y oficialmente la Municipalidad sostuvo que hubo un 85% de ocupación en los hoteles que tiene registrados.
El golpe de efecto es efímero ya que la temporada viene siendo bastante pobre y una semana completa de buen clima mejoró la oferta de la ciudad, provocando la llegada de turismo regional que se acercó a pasar el fin de semana colmando las playas de sombrillas y vehículos 4x4.
En el análisis de los números presentados por el municipio hay un hilado fino pendiente: la ocupación del 85% anunciada es en realidad sobre alojamientos de un espectro limitado y sólo durante el fin de semana, dado que durante el curso de la semana hábil la ocupación baja notablemente, llegando incluso a pisos del 35%, como reseñaran apenas la semana pasada distintos hoteleros consultados.
Una vez finalizado el fin de semana (y con la crisis económica, el ajuste y el fin de mes encima) la ciudad volvió a quedar semi vacía, esperando que el próximo fin de semana vuelva a repuntar.
De unos años a esta parte la ciudad se ha convertido prácticamente en un punto de turismo de fin de semana regional más que una localidad que tenga una temporada turística ni siquiera estacional. El último intento de desarrollo turístico serio en la ciudad se produjo hace más de 5 años, cuando se difundía el discurso de "romper la estacionalidad" durante el gobierno de Facundo López. Luego de ello, la gestión Rojas disolvió el ENTUR y luego degradó la Secretaría de Turismo convirtiéndolo en un tema secundario.
Aunque comerciantes de la Villa Balnearia, gastronómicos y hoteleros han visto con alivio el repunte de la última semana, lo cierto es que el nivel de consumo sobre algunos servicios como los alquileres de carpas y sombrillas han quedado reducidos notablemente, algo que pudo observarse en las sombrillas cerradas y las carpas con toldos levantados en balnearios de la ciudad.
Ahora las perspectivas inflacionarias de febrero vuelven a arrojar incertidumbre sobre lo que podría ser su desarrollo en la localidad. Quizá a caballo del Festival Infantil y con un poco de ayuda del clima se puedan conseguir nuevos alivios de fin de semana para lo que queda de la temporada.