Encontraron el cadáver en descomposición de una ballena en la zona de Balneario Los Ángeles

Un grupo de intrépidos motociclistas se topó con el impactante cadáver en avanzado estado de descomposición de una ballena, mientras exploraban las orillas de Médano Blanco y Balneario Los Ángeles en nuestro distrito. La magnífica criatura marina, con sus aproximados 14 metros de longitud, yacía cerca de la lengua de agua, evocando preguntas sobre su fatídico destino y su impacto en el delicado equilibrio ecológico de la región.

En diálogo con Cuatro Vientos, el Licenciado en Ciencias Biológicas y distinguido especialista en el uso de isótopos estables en Antropología, Ecología y Ciencias Forenses, Luciano Valenzuela, sostuvo al ver las imágenes capturadas del cetáceo, que las distintivas líneas en su parte ventral, lleva a la especulación de que podría pertenecer a la especie de Rorcual.

Aunque subrayó la importancia de un examen detenido de los restos para determinar con precisión la identidad de la ballena, mientras descarta la posibilidad de que sea una ballena Franca o Jorobada, las especies más comunes en el área.

Sin embargo, el experto fue cauteloso antes de emitir juicios definitivos, ya que en esta temporada, variadas especies de ballenas, como Sei, Fin y Bryde, frecuentan las aguas de nuestra zona.

La muerte de esta criatura plantea inquietantes interrogantes acerca de las causas detrás de su trágico fin. Se espera la llegada de un equipo de investigadores al lugar en las próximas horas, quienes recopilarán muestras y averiguar las circunstancias que rodearon su muerte. La información obtenida de estos análisis podría proporcionar pistas valiosas sobre la salud de los ecosistemas marinos locales y los desafíos que enfrentan estas majestuosas criaturas en su hábitat natural.

Consultado sobre si murió en el mar y llegó en avanzado estado de descomposición a la arena gracias a la marea, el científico manifestó que hace dos semanas atrás hubo reportes de una ballena muerta en el lugar y que podría ser la misma y que “la puede mover la marea. Quizás la corrió últimamente”.

Las ballenas frecuentan nuestras costas debido a una serie de factores que están intrínsecamente ligados a su ciclo de vida y comportamiento migratorio. Aunque las ballenas son criaturas marinas que normalmente habitan aguas más profundas, ciertas especies tienen la tendencia de acercarse a las costas por razones que varían desde la alimentación hasta la reproducción.

Una de las razones fundamentales por las cuales las ballenas son avistadas en las proximidades de la costa de Buenos Aires es la búsqueda de alimento. Estas aguas poseen una rica diversidad de recursos marinos, como bancos de peces y plancton, que son esenciales para su dieta. Especialmente durante sus migraciones, las ballenas pueden seguir estos recursos alimenticios que se congregan en las cercanías de la costa, aprovechando la concentración de nutrientes y la cadena alimentaria local.

Además, algunas especies de ballenas utilizan las aguas costeras para fines reproductivos. Estos mamíferos marinos pueden buscar áreas protegidas y cálidas para dar a luz y criar a sus crías. Aunque esto puede variar según la especie, algunas ballenas migran a aguas poco profundas y seguras para proteger a sus ballenatos de depredadores y condiciones adversas en las aguas abiertas. Estas áreas de crianza son cruciales para el éxito reproductivo y la supervivencia de las ballenas, y por lo tanto, atraen a las ballenas hacia la costa.

Las corrientes y condiciones oceanográficas también juegan un papel importante en la presencia de ballenas en nuestras costas. Las corrientes pueden transportar nutrientes y alimento hacia las áreas costeras, creando condiciones ideales para la presencia de vida marina, incluidas las ballenas. Además, las corrientes pueden influir en los patrones de migración y desplazamiento de las ballenas, llevándolas hacia la costa durante ciertas épocas del año.