Una candidatura de 7500 dólares: Rivero y la casta enfilan hacia Puerto Quequén

domingo, 27 de agosto de 2023 · 19:41

Desde que arrancaron las campañas pre PASO se sabía: el precandidato a intendente por el PJ en Unión Por la Patria, Marcelo Rivero, estaba compitiendo más por un cargo a futuro que por intenciones reales de representar a Unión por Todos en Necochea. Lo decían por lo bajo tanto sus rivales dentro de la interna como el resto de los candidatos y con las últimas novedades que llegan del Puerto Quequén, la confirmación de las sospechas es inminente.

Es que el armado político que nuclea a Rivero como candidato a intendente (cercano a la UATRE a nivel nacional y a ATCADE a nivel local) salió a cobrar lo que consideran que es el pago por haber ganado una interna que Rivero se llevó con apenas 3230 sufragios (el 6,2% de los votos). 

Aunque entre todos los candidatos de Unión por Todos sacaron 2868 votos menos que el gobernador Axel Kicillof (es decir, ni siquiera sumaron  a la victoria del gobernador) el pago fue reclamado en el puerto en una primera cuota concediendo un asiento en el directorio del consorcio, otorgado a Mariano Carrillo, esposo de la diputada provincial Natalia Sánchez Jauregui y muy cercano a la UATRE. Sánchez Jáuregui participó de la interna junto a Rivero, por lo que el cobro por su militancia no tardó en llegar.

Obviamente esto no cayó para nada bien en La Plata, donde el cobro en cuotas tiene un segundo momento que está aún en veremos.

Esa segunda cuota sería el puesto para Marcelo "Chelo" Rivero en la gerencia general del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, un cargo que otorga un salario de 7500 dólares mensuales, 5.625.000 pesos por mes para ocupar un puesto con una persona que no está siquiera calificada en la materia y que participó en los comicios con la única voluntad de acomodarse en ese cargo obtenido por un favor político.

En relación al pago, la primer cuota fue abonada por el gobierno provincial con la confirmación del nuevo directorio de Puerto Quequén, designando entre sus miembros a Carrillo. El puesto de Carrillo en el directorio en realidad está fuera de norma, dado que ocupa una posición destinada a los sindicatos portuarios dentro del Consorcio y la UATRE no es un gremio portuario. 

Como dato extra se conoció que Carrillo además está implicado en el caso de los alfajores podridos que se dieron a chicos de las escuelas de Necochea en 2014. 

"Ni el recordado Gerónimo “Momo” Venegas, ostentando un poder territorial y sindical infinita y sustantivamente mayor, se animó a semejante atropello", se lamentan en el puerto, que ven en la avanzada una forma de llevarse puesta la institucionalidad sin que nadie intervenga. Ahora los sindicatos portuarios están preparando una impugnación formal que sería presentada en la Justicia esta semana.

La posterior designación de Rivero en la gerencia general del puerto llegaría recién de las elecciones de octubre, por lo que nadie toma realmente en serio su candidatura, algo que termina siendo funcional además a los intereses del intendente Arturo Rojas, con quien no sólo comparte beneficios, sino que además mantiene un marcado vínculo a través del dirigente transportista, Miguel Aguilar, puntero peronista de Quequén y secretario del PJ local, quien puso a su secretaria Lucrecia Rivero entre las principales candidatas a concejal por su lista. 

Aguilar ha sido la pata peronista del intendente en Quequén y en 2021 incluso montó un local del Frente de Todos asociado a la imagen del intendente Rojas. Es más, Aguilar ha sido denunciado públicamente por el Sindicato de Fleteros como parte de una asociación que habilita el funcionamiento de cajas negras de la política con el cobro irregular de tarifas de la playa de camiones de ACA.

Vale decirlo, la asociación política entre Rivero y Aguilar permitió que el primero obtuviera del segundo una pequeña base de votantes que le permitió ganar una interna por demás floja, por lo que el cobro en cargos dentro del Puerto parece un precio demasiado alto a pagar por el gobierno provincial por un precandidato que, en definitiva, restó más de lo que sumó en las PASO.

Conflicto interno innecesario

El resultado final de la ecuación dejaría al hombre de Kicillof, Jorge "Pampa" Álvaro, sometido a una especie de "cogobierno" del Puerto con el eventual gerente Rivero, de quien se desconoce antecedente alguno de gestión.

Ahora la situación llega a causar varios problemas en La Plata, tanto para el gobernador como para el ministro Augusto Costa: con una provincia sitiada por amenazas de saqueo, donde pareciera ser que se consolida como el único gran bastión kirchnerista luego de las elecciones, no resulta saludable ni simpático, en vísperas de la campaña general, y con un delicadísimo marco social y económico, un escándalo político de esta magnitud.

Cabe preguntar si el gobierno provincial está dispuesto a ceder estos espacios que limitarían ampliamente la capacidad operativa de Álvaro (o un eventual reemplazo) en la gestión portuaria. Después de todo, una silla en el directorio, la gerencia general y un importante conflicto interno en momentos delicados es un precio demasiado alto a pagar a un candidato que perdió estrepitosamente las PASO, apenas si ganó por 300 votos su interna y mantiene estrechos vínculos con un aparato local que sistemáticamente ha operado contra el gobernador.

Por lo pronto la intervención de los sindicatos podría hacer que el gobierno provincial de marcha atrás con la designación de Carrillo en el directorio y que la posibilidad que Rivero recale en la gerencia general termine siendo una mera ilusión de un candidato que representa tanto a la "casta" política que hoy el electorado rechaza de plano.

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