Operetas contra Migueles: El candidato del PRO preocupa mucho más de lo que sus rivales le reconocen

A medida que se acercan las próximas elecciones PASO del 13 de agosto la temperatura de las campañas comenzó a subir al calor de las encuestas: algunos candidatos comienzan a sufrir ataques como parte de una campaña sucia que ya tiene antecedentes en nuestra ciudad y forma parte de la práctica habitual de ciertos sectores.

A los ataques realizados sobre algunos carteles de Unión por la Patria reportados en las últimas horas, se han sumado campañas de desprestigio de otros candidatos reflejando el espíritu completamente antidemocrático de algunos sectores que suelen aplicar esta clase de métodos cada vez que hay un proceso electoral, algo que llegó al clímax en 2019 cuando varios medios de comunicación hoy afines al gobierno municipal impulsaron una campaña sucia para asumir el gobierno y ocupar cargos de su interés.

Sucede que en los últimos días comenzaron  a conocerse algunos sondeos que ponían como preferidos en Necochea a los candidatos del PRO, Martín Migueles y Eugenia Vallota, que siguen las dos líneas que los amarillos impulsan detrás de Horacio Rodríguez Larreta para el primero y Patricia Bullrich para la segunda.

Los sondeos arrojaron números esperables: la alianza Juntos es la preferida en Necochea desde hace varios años, por lo que los resultados sólo sorprendieron a los despistados y aquellos que viven dentro de la burbuja de propaganda establecida en los últimos años con las pautas publicitarias oficiales.

Preocupados por la situación, algunos rivales continuaron con su lógica de operaciones de prensa y manipulación mediática para socavar la imagen de los candidatos amarillos y muy especialmente contra Martín Migueles, que desde que anunció su intención  de ir por la intendencia el año pasado no para de recibir ataques que aparentemente llegan de la nada y de medios de comunicación en Internet cuyos autores suelen estar ocultos, se activan durante las campañas electorales y lejos de brindar información de manera cotidiana, se dedican a las famosas "operetas".

Desde el equipo de Martin Migueles adviertieron la situación  y denunciaron la aparición de esos "medios de comunicación que proliferan en tiempos electorales y luego desaparecen, desde donde los equipos de propaganda vinculados al actual gobierno municipal disparan noticias con datos inventados o forzados para perjudicar a los competidores".

En los últimos días estas publicaciones, "promovidas en las redes sociales con nutridos recursos económicos para que aparezcan en los celulares de los necochenses, afirmaron maliciosamente el incremento de la deuda de la Usina Popular Cooperativa (distribuidora de electricidad) mientras el candidato a Intendente de Juntos, Martín Migueles fue presidente en el período 2005-2011".

Los trabajadores se acuerdan

"Además de utilizar datos falsos obviaron considerar la buena imagen que Migueles dejó, sobre todo en los trabajadores de la usina", indicaron desde la campaña de Migueles haciendo un poco de revisionismo sobre la gestión del abogado al frente de la cooperativa, que se extendió durante 6 años.

Algunos de los trabajadores consultados negaron las afirmaciones maliciosas y, pidiendo no ser mencionados por miedo a sufrir represalias como también pasa en distintos ámbitos del municipio, manifestaron que “durante la gestión de Martín se regularizaron deudas que se mantenían con los aportes, fondo compensador, Cammesa, FATLYF, se diversificaron servicios que buscaban la obtención de recursos que equilibraran los números”.

Sucede que el dato sesgado sobre la deuda de la Usina apeló directamente a la desinformación para atacar al precandidato, con la idea básica de presentar un titular para las redes sociales, aunque sin desarrollar más información que tres párrafos de mala prensa sin venir a cuento: después de todo, pasaron 12 años desde que Migueles salió de la Usina por lo que el recorte, lejos de ser una noticia, sencillamente era un ataque mediático para el cual sus atacantes buscaron impactar desde medios de comunicación provinciales de dudosa tesitura moral y extensa trayectoria en operaciones mediáticas.

Los números

Los trabajadores todavía recuerdan algunos hitos de la gestión Migueles, que en parte son  la razón por la que  actualmente se posiciona como uno de los favoritos. "Durante la gestión de Martín los trabajadores gozamos de un bienestar excepcional, se nos respetaba y tenía en cuenta nuestra mirada, él era un trabajador más, hasta se redujo el sueldo para estar equiparado con nosotros”, dijeron

“Si nada tuvieron para decir por más de diez años, que es cuando Martín dejó de ser presidente, claramente ahora quieren embarrar la cancha, pero terminan ensuciándose ellos”, concluyeron.

Y no sólo Migueles mantuvo buena relación con la planta de empleados, también pudo dejar algunas obras que los recortes maliciosos no consideraron: durante la presidencia del actual precandidato a intendente se compraron dos importantes transformadores con los que la Usina duplicó su potencia instalada llevándola de 45 a 85 megavatios. La potenciación significó una inversión  que había sido postergada durante más de 20 años, por lo que en su momento fue todo un acontecimiento para la ciudad.

Otras de las cosas que se reconocen a Migueles y explican su buen ascendente en el electorado es que su presidencia puso en valor las instalaciones de la usina invirtiendo en mejoras y renovó la flota de vehículos y herramientas que permitieron brindar un mejor servicio y mayores comodidades para los trabajadores.

Los ataques contra  Migueles revelan la realidad que subyace detrás de las toneladas de propaganda que reciben diariamente los necochenses a través de los "medios de comunicación" oficialistas: hay preocupación creciente por la preferencia que pone a los amarillos como preferidos una vez más, lo que sin dudas activa mecanismos non sanctos que parecen ser la única forma de comunicación  que conocen algunos sectores más interesados en alimentar la desinformación que en participar  de la contienda electoral con formas legítimas.