PRIVADA VS PRENSA

Interna en Nueva Necochea: Competencia entre oficinas para alejar al intendente de su creciente imagen K

jueves, 13 de abril de 2023 · 11:10

Con las recientes definiciones que encapsularon a Nueva Necochea dentro de una vertiente del Frente de Todos una vez cerradas las puertas del PRO para el intendente Arturo Rojas, las peleas palaciegas y las diferencias internas dentro del "vecinalismo" municipal del Jefe Comunal comienzan a desplegarse.

Dicho por los propios empleados de diferentes áreas, la más notable de las internas en la gestión Rojas se vive mayormente entre la Secretaría Privada a cargo de Marcela Gandur, la secretaria-militante histórica del intendente; y la subsecretaría de Comunicación y Prensa creada para la campaña electoral y dirigida por Alejandro Silva (Necochea Digital, Radio Maestra) con algunos aliados de ocasión como el secretario de Gobierno Jorge Martínez y la concejal y ex secretaria de Salud, Ruth Kalle.

"Son un abogado, una psicóloga y el otro personaje encerrados en el cubículo toda la mañana hablando mal de la Privada", fue el escueto mensaje enviado desde el Palacio Comunal por un alto funcionario a Cuatro Vientos. El desagrado entre las partes es tal que algunos de ellos no dudan en "filtrar" datos a los medios considerados "opositores" para poner de manifiesto la situación.

Es que la competencia entre ambas partes se deja ver sin que haya filtraciones: ya muchos empleados han denunciado las persecuciones surgidas desde la Secretaría Privada sobre el personal cada vez que surge algún conflicto. La Secretaría a cargo de una de las personas de mayor confianza con el intendente suele desplegar verdaderos "equipos" de personal que revisan computadoras y conversaciones de los empleados cada vez que se filtra un defecto de la gestión en los medios: en el hospital, la Dirección de Género, la Secretaría de Salud y otros sectores ya conocen perfectamente los métodos persecutorios de "la Privada" aunque las "filtraciones" que producen los maltratos no dejan de aparecer.

Sucede que esa persecución, sumada a prácticas similares que brotan de la Secretaría de Legal y Técnica, organismo cuya función de contralor del Ejecutivo sólo ha limitado su acción a legitimar las más desopilantes acciones de la gestión y a disciplinar al personal, no para de generar resquemores y tensó tanto la relación con la planta de empleados que las "filtraciones" son prácticamente diarias, lo que además representa uno de los "perfiles" de la interna entre las dos oficinas.

Y en la Subsecretaría de Comunicación los cotidianos encuentros entre funcionarios están destinados a tejer el relato de la gestión, cada vez con menos ideas y más autopercepción tergiversada, retroalimentada por una notable falta de autocrítica y una persistente imagen sesgada de lo que realmente está proyectando la gestión en la calle. El contrapeso de la Privada usa mayormente los medios de comunicación del funcionario, que más que propaganda y alguna que otra operación de alcance limitado, poco pueden hacer para contener el desastre venidero.

Cajas propias

Tal es el desajuste entre las dos áreas sumidas en la pelea por el favor del intendente que cada área tiene una caja chica propia, que se manejó inicialmente con montos de hasta 30 mil pesos que han ido creciendo con el correr de los meses. Las cajas parecen haber sido la solución salomónica que encontró el intendente para mitigar las fricciones entre las dos áreas, con costos a cargo del vecino.

No sólo ambas dependencias manejan fondos discrecionales, sino que además cuentan incluso con amplios presupuestos que dan cuenta de cómo el intendente Rojas usará sin reparos las arcas del Estado para financiar su campaña reelectoral, convirtiendo sus actos políticos en actos de gestión, con mucha cartelería, prensa, publicidad y escenarios. Literalmente el mismo método usó cuando era presidente del CGPQ para llegar a la intendencia en 2019: con pagos multimillonarios a quienes ahora son funcionarios para liderar una de las campañas más sucias de la historia de la ciudad.

Tal es así que la Subsecretaría de Comunicación y Prensa tiene destinado para este año 128 millones de pesos para pagar la campaña del intendente con, por ejemplo, unos 40 millones destinados sólo a pagar las pautas publicitarias de los medios del funcionario a cargo (y en algunos casos incluso salarios del personal de esos medios que han facturado pautas publicitarias independientes a la Comuna).

Las cajas incluyen además el pago de combustible de vehículos que serían de la gestión aunque nunca fueron debidamente enseñados al público. Para la subsecretaría está presupuestado combustible por un millón de pesos, lo que significa que la Prensa municipal tiene combustible para cargar un tanque lleno de nafta cada 3 días. Es probable que la dependencia esté usando coches particulares y pagándole la nafta a los funcionarios, lo que no quita que el costo que se pagará con el dinero de los contribuyentes se vea completamente desproporcionado.

Por decreto del intendente, ambas oficinas contarán con una caja propia y manejo de recursos independientes, formando dos alas de la misma campaña, complementada con contratos con terceros en materia de gráfica para cartelería en las calles, luces y sonido (que en el pasado mostraron evidentes señales de sobreprecios) y pago de campañas en redes sociales, con el uso de una "militancia digital" que se maneja completamente por fuera de la ley, reportando publicaciones opositoras, atacando a medios críticos y difundiendo relatos tergiversados que no pueden ser emitidos oficialmente. 

A pesar de la cantidad de personal ya contratado (el área de prensa multiplicó por tres su tamaño en los últimos dos años) Rojas  ordenó el pago extra de un millón de pesos a una consultora vinculada a amigos de la gestión, que además tienen cargos en el Puerto y en el área de Cómputos municipal, para hacer el "trabajo sucio" de atacar desde el anonimato de las redes sociales a cualquiera que presente alguna clase de crítica a la gestión.

Tal es la fiesta de gastos y uso político de los recursos que incluso el intendente llegó a pretender que el salario de su secretaria lo paguen las arcas del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, forzando la interpretación de una cláusula del convenio de trabajo de la entidad.

Mucha caja y poca militancia

Las multimillonarias cajas destinadas a la campaña reelectoral del intendente compiten permanentemente por la atención del jefe del Ejecutivo y además han ido sumando personal desde principios de año.

Es más, a la incorporación de algunos periodistas que trabajan en medios de comunicación locales y a la vez se desempeñan como redactores en el área de prensa del municipio (algo que se mantiene oculto por la gestión por la completa falta de ética profesional de los colegas, lo que obviamente va en desmedro de su credibilidad), se suman aumentos de salario en algunos funcionarios de hasta el 30% en virtud del rtabajo extra que representará la "militancia digital" que requerirá este año.

Y el uso de periodistas a dos lados del mostrador, los aumentos de salarios para los funcionarios y el pago a la consultora que apuntala "por afuera" la campaña llega en realidad a suplir la realidad inocultable: Nueva Necochea no tiene militancia propia ni seguidores que no sean funcionarios o trabajadores municipales que defiendan la gestión, por lo que se ha visto en la necesidad de pagarlos con dinero público. La muestra de ello fue el reciente acto de Nueva Necochea en su local de avenida 59, donde del total de las 70 personas que había en el acto, más de 50 eran empleados contratados y funcionarios.

El panorama se complica aún más cuando aumenta la presión sobre la gestión para definir finalmente de qué lado de la grieta se va a posicionar un vecinalismo que, si fuera por la cantidad de funcionarios (y su escalafón) está más compuesto de elementos que vienen del kirchnerismo que de otros espacios:  la mayoría de los referentes importantes en "Nueva Necochea" llegaron a la gestión por alguna vertiente K, desde el secretario de Legal y Técnica Ernesto Povilaitis como ex defensor del destituído intendente ultra K, Horacio Tellechea, o la secretaria Graciela Mamelucco, de reconocida simpatía kirchnerista al actual secretario de Gobierno, Jorge Martínez, de meteórico ascenso en la política local ingresando como concejal del FPV en 2015. 

Aunque en sus dos últimas apariciones públicas el intendente se posicionó claramente en el lado kirchnerista de "la grieta" (vía su acuerdo con el massismo en 2021), es probable que todo el aparato de prensa del intendente, la secretaría y la subsecretaría en disputa; los periodistas haciendo propaganda; la consultora con los trolls y "militantes digitales"; y los amigos del intendente colocados como funcionarios en la Municipalidad y en algunas áreas del CGPQ, intenten funcionar orgánicamente para alejar la imagen del intendente de todo lo que se acerque al kirchnerismo, tratando de venderse como plenamente "vecinalistas", algo que sólo existe en su relato que evita mostrar sus internas y se alinea sólo en virtud de los "enemigos" comunes que amenazan su propia subsistencia.

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