El HCD espera hace dos años que el intendente responda por la tala ilegal en el Parque Miguel Lillo

Un pedido de informes aprobado la semana pasada en la primera sesión del 2023 del Honorable Concejo Deliberante puso de manifiesto, una vez más, una situación que se viene reiterando hace al menos dos años sin encontrar respuesta de las autoridades del Ejecutivo Municipal.

Es que ante el conocimiento de la práctica de tala ilegal en diferentes sectores del Parque, el bloque radical presentó a través de la concejal Felicitas Cabretón (que preside la Comisión de Medio Ambiente del HCD) una minuta de comunicación para que el intendente explique a qué se deben las sucesivas talas de árboles sanos en diferentes sectores del parque.

Cuatro Vientos pudo retratar los resultados de las talas constatando que se removieron plantas que estaban sanas en primer lugar y que, además, realmente no representaban peligro alguno ni para los eventuales transeúntes ni para las demás plantas. Aunque se desconoce la autoría de los cortes de árboles, se estima que se trató de trabajos realizados por la Municipalidad para proveerse de leña o columnas. Sin embargo, el Ejecutivo lleva ya dos años esquivando la respuesta.

Ante ese panorama, Cabretón elevó un nuevo pedido de informes para solicitar respuestas. El primer pedido de informes fue en agosto del 2020 (Minuta de Comunicación 1560) y el Ejecutivo nunca lo respondió.

Es más, antes el Concejo Deliberante había aprobado un decreto para que el intendente iniciara gestiones para declarar al Parque Miguel Lillo como "Paisaje Protegido" en el marco de la Ley Provincial 12.704, pero el expediente quedó cajoneado en la dirección de Gestión Ambiental desde octubre de ese año.

El radicalismo consideró que con su falta de respuestas para el pedido de informes de agosto del 2020 y la falta de gestiones para el paisaje protegido, el Ejecutivo mostró "desinterés en cuestiones tan importantes como la preservación del Parque Miguel Lillo".

El nuevo pedido de informes solicita al Ejecutivo que responda sobre las talas, sobre si hubo alguna clase de planeamiento para realizarla, si se enmarcó en alguna clase de procedimiento formal y si, en definitiva, se cumplieron las normas para extraer los árboles o si simplemente se sacaron sin más y se usaron como postes o leña.

"Es reiterar que se conteste otros pedidos de informe que hemos elevado en referencia al cuidado y el manejo del Parque Miguel Lillo, como también las acciones que se han llevado adelante para que se lo declare paisaje protegido. Esperamos que con este pedido de informes podamos hacernos de las respuestas que hace dos años le venimos reclamando al Departamento Ejecutivo", señaló la concejal Cabretón en la presentación del pedido.

El pedido fue aprobado por unanimidad y durante la sesión no mereció ninguna clase de consideración del oficialismo. El nuevo instrumento pone el dedo en la llaga en una de las tantas áreas que la gestión Rojas ha fallado notablemente como lo es el cuidado del medio ambiente.

Desde la apertura de calles para loteo en el sector de los campings hasta el intento de entrega de terrenos del vivero municipal para un emprendimiento privado (canchas de tenis), la gestión del intendente Arturo Rojas ha pasado por alto cualquier clase de normativa para el cuidado del parque, sin ocultar sus intenciones privatistas y tratando de instalar la idea que las protestas por el parque son una especie de acuerdo tácito de una inefable "Necochea del No".

El nuevo pedido de informes llega además en tiempos en que las agrupaciones ambientalistas de la ciudad siguen reclamando respuestas por la realización de la fiesta Bresh a fines de febrero: aunque la autorización del Club Villa Díaz Vélez no incluía la realización de fiestas masivas en el predio, la Municipalidad lo forzó de cualquier manera, imponiendo un evento completamente irregular. Las agrupaciones buscan ahora que el Ejecutivo informe si por lo menos el evento pagó la tasa correspondiente a la realización de eventos masivos que corresponde por ley.