Rojas pidió una "campaña electoral responsable"

martes, 14 de marzo de 2023 · 11:32

El intendente Arturo Rojas salió a "marcar la cancha" de un panorama electoral que, hasta el momento, lo tiene como único contendiente con su adelantadísima campaña electoral, continuada desde diciembre de 2019 cuando asumió en medio de una terrible campaña sucia contra su antecesor, Facundo López.

Quizá preocupado por recibir el mismo trato que su aparato mediático dispensó a sus oponentes cuando usó fondos del Puerto Quequén para financiar su faraónica campaña hace tan solo tres años, el intendente que llegó a prometer la reconstrucción del Puente Ezcurra (incluso siendo intendente volvió a revivir la promesa) y a acusar a través de sus medios rentados a su antecesor de comprar con dinero de la corrupción un lujoso penthouse, ahora planteó que le gustaría "una campaña electoral responsable en términos de lo que se propone y que se diga el qué y cómo".

Usando su aparato de propaganda financiado con dinero del municipio, Rojas sigue adelantando la campaña electoral buscando que haya oponentes sobre los cuáles pueda descargar las responsabilidades que le son enteramente propias. Hasta el momento, más allá de los dos candidatos del PRO (Vallota y Migueles), no hay oponentes a la vista, muy a pesar de los intentos de la propaganda municipal de tratar de instalar cualquier clase de nombre para ficcionar posicionamientos y debates.

"A veces se escuchan planteos como que las tasas municipales habría que reducirlas y si nosotros hiciéramos hoy una campaña electoral prometiendo una reducción del 40% de las tasas municipales a todos los vecinos, todos estarían muy contentos, pero ya al mes siguiente no podríamos pagarle a los proveedores y pagaríamos de forma muy ajustada los sueldos entre la coparticipación y la recaudación, pero ya no podrías brindar servicios, se pararían las obras, tendríamos problemas con insumos hospitalarios, con el servicio de recolección y así… sería un caos, así que hay que ser responsables a la hora de proponer, y estoy dispuesto a los debates correspondientes”, dijo recientemente al periodista Jorge Gómez en su programa radial, Voces de la Ciudad.

No sólo de promesas y acusaciones se nutrió la campaña de Rojas en 2019 para derrotar a un alicaído López, sino que también reivindicó su vocación de transparencia y austeridad, algo que parece haber sido olvidado si se toman en cuenta los gastos cuantiosos que ha hecho en contrataciones para amigos (128 millones de pesos en propaganda para este año) o el ocultamiento sistemático de datos en la web municipal (reducido a un mal portal de noticias y propaganda) y la desaparición de expedientes sobre temas espinosos.

El intendente que subió las tasas indiscriminadamente los casi 4 años que lleva de mandato (en 2020 la gente se manifestaba en las calles hasta que la Comuna decidió encerrar a todos tres meses antes de que hubiera un solo caso de CoVID en la ciudad) ahora se refiere a las tasas como si sólo fuera una cuestión discursiva. Increíblemente, aunque se refiere al ordenamiento económico del municipio, a fines del año pasado, cuando la población estaba distraída con el Campeonato Mundial de Fútbol y las fiestas de fin de año consiguió aprobar un nuevo convenio con la empresa de recolección de basura en la que la Comuna reconocía una deuda por casi 1000 millones de pesos por un servicio que la empresa no prestó en casi 20 años.

“Pretendo que las y los que se presenten, muestren cuál es su historial en términos políticos, porque no hay ninguno que venga del sector privado, están todos con algún tipo de experiencia en términos políticos”, dijo el intendente cuyo pasado laboral se limita casi exclusivamente a la función pública (ANSES, HCD, CGPQ) con una amplia mayoría de funcionarios con el mismo perfil, mayormente vinculados al kirchnerismo.

El lanzamiento y relanzamiento de Rojas en campaña es permanente y trata de proyectar una imagen que se grafica más en sus encuestas de opinión pagas a sus propios empleados y a sus propios reportes de propaganda que en una realidad palpable en las calles. La semana pasada un acto en el local de su "vecinalismo" Nueva Necochea mostró la realidad de una gestión cuya militancia se reduce a sus propios funcionarios, los empleados municipales que logró incorporar y familiares y amigos, incluyendo cuadros de múltiples aliados vinculados al kirchnerismo que ha sumado tras el rechazo que encontró en las filas de Juntos.

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