Le secuestraron el auto a Turistas y acamparon en el predio de Tránsito: “Nos sentimos vulnerados”

Un grupo de turistas neuquinos tuvieron un sábado para el olvido mientras veranean en Necochea: El auto en el que se trasladaron a la playa se les encajó en la arena del estacionamiento de avenida 2 y 75, y Tránsito se lo secuestró. Durante la tarde y la noche acamparon en el predio de 59 y 84 esperando respuestas, y nadie se dio.

María Ángeles Castillo, su marido y sus pequeños hijos vinieron desde Zapala, Neuquén, a descansar a nuestras playas por cinco días y, en su anteúltima jornada, pasaron una pesadilla.

“Fui a estacionar al estacionamiento de 2 y 75 y, como no había lugar, salí por una salida que da a otra calle y me quedé encajada y, cuando fui buscar auxilio, Tránsito municipal me secuestró el auto”, comenzó relatando a Cuatro Vientos la mujer.

Y señaló que “justo estaba Defensa Civil y creí que me habían robado el auto, y resulta que Tránsito municipal me lo había secuestrado”.

Castillo y todo su grupo familiar se fueron a pedir explicaciones hasta el predio de Tránsito, cruzando toda la ciudad a pie, ya que dentro del rodado habían quedado sus pertenencias y dinero en efectivo.

“Me acerqué a Tránsito municipal y no pude hablar con nadie, solo con el guardia y no me dejaron sacar nada. Estuve unas horas con mis niños afuera para que me den las pertenencias y ahora estamos donde una señora que nos hospedó, pero mañana regresábamos a nuestra provincia y nos tenemos que quedar porque no hay administrativo para que nos den el auto”, manifestó la turista.

Y añadió: “No había cartel de no estacionar ni nada, no obstruí el paso, porque cuando quise dar la vuelta porque me vi que había arena y, obvio, que no iba a poder avanzar, lo dejé para el costado y fui a buscar mí marido para que me ayude, porque no soy ducha para manejar en arena”.

La familia tiene que volver a Zapala este domingo, ya que es hasta el día que habían reservado su estadía. Por otro lado, con sus pertenencias sin poder sacarlas del auto, un VolksWagen Up de color rojo, no tienen dinero ni tarjetas para manejarse en la ciudad.

“El guardia llamo por handy y le dijeron que estaba en un lugar que no se podía estacionar,  pero el auto estaba encajado al costado de la calle que va hacia la entrada de 4x4”, dijo y agregó que les dijeron que volvieran el lunes “porque no hay administrativo para que nos den el auto. Le explicamos la situación, estábamos con nuestros niños y nos les importó nada”.

“Nosotros como turistas nos sentimos vulnerados porque no sabemos dónde dirigirnos”, sentenció Castillo y remarcó que “no nos atendió nadie y no nos explicaron nada, solo el guardia, que solo cumple órdenes, nos dijo, que no podía darnos el auto”.

Ahora la familia espera solucionar todo a primera hora de mañana para poder volver a su provincia, pero sin información certera dese el municipio, no saben que puede pasar.

En el predio de Tránsito, la familia puso una carpa que utilizan en la playa y unas sillas para descansar y esperar que alguien pueda solucionar la cuestión. “Los nenes estaban cansados, con hambre y sueño. Nos fuimos caminando desde la playa hasta Tránsito”, aseguró.

Y puntualizó que “esto no debería pasar en una ciudad turísticas, deberían hacer carteles. Yo ingresé por un lugar donde decía estacionamiento, al estar completo salí por una calle del interior y me encontré con el arenal y me quise regresar, y me encontré que me encaje. Tránsito municipal debería dar una respuesta inmediata, yo iba a realizar la denuncia porque de verdad creí que me habían robado el auto. No había cartel que dijera nada, al menos que uno ingresé por la calle asfaltada, pero como ingresé por una calle interna del estacionamiento no pude saberlo hasta que salí”.

Y sostuvo que “cuando me dijeron que lo habían secuestrado, miré para ver si había incumplido alguna ley, pero no había cartel de no estacionar ni nada de eso.

Al final de su relato a este medio, Castillo volvió a pedir que “debería haber una guardia en tránsito municipal, ya que en estos casos deberían darnos nuestras pertenencias”.

“La estamos pasando muy mal. Mis hijos están muy asustados”, concluyó.