NO IBA A VENDER PERO PASARON COSAS

Arturo y el Casino: Dos años para borrar con el codo lo que se escribió con la mano

lunes, 12 de septiembre de 2022 · 10:12

La apariencia que proyecta actualmente el Complejo Casino bien podría tomarse como una fotografía de lo que es Necochea: un edificio que se mantiene perfectamente en pie y promete hacerlo por mucho tiempo por las características de su construcción, pero que por falta de mantenimiento del municipio, está prácticamente inutilizable hasta tanto no se realicen arreglos de revestimientos, interiores y vidriados.

En 2019 se conocieron estudios realizados por la Municipalidad sobre el estado real del Complejo Casino y se determinó técnicamente que la estructura de hormigón está en perfectas condiciones y permanece completamente funcional, acumulando los principales problemas en su aspecto no sólo anticuado (data de los años 70's) sino abandonado, con vidrios rotos y revestimientos dañados por todos lados.

Sumando a ello que en los últimos años la Comuna solo invirtió en un alambrado perimetral, sin siquiera vaciar las piletas que acumulan agua estancada en plena avenida costanera, el aspecto de abandono del predio genera una imagen que hizo verosímil la idea que el complejo es una completa ruina, algo que es una verdad cuanto menos parcializada que atiende más a la intención de deshacerse del complejo más que a la realidad alrededor del tema.

Ya en los años 90's ante las primeras andanadas privatizadoras, los estudios indicaban que el edificio no estaba afectado por la salitre del mar y podía durar cientos de años en pie. Sin embargo, lo que deterioró realmente al predio fue la desidia sistemática de las diferentes autoridades municipales, mucho más interesadas en conseguir fondos por una eventual venta que por usar el espacio como una forma de recaudar para el Estado Municipal. El único intento serio de mantener el predio activo lo tuvo el gobierno radical de Daniel Molina con un sistema de concesiones que luego cerró la gestión López. 

A su tiempo, durante los primeros meses del mandato de Arturo Rojas un incendio intencional sin esclarecer destruyó el interior del Teatro Auditorium y el intendnete intentó meter por la ventana una venta express que, de tan apurada, olvidó tramitar la escritura de uno de los lotes (el más grande, el del playón de estacionamiento), por lo que al enterarse de la situación el oferente perdió el interés y la oferta se cayó. No fue el único escollo que encontró la sospechosa iniciativa: en el camino un grpo de vecinos inició un proceso judicial en vista de las alevosas irregularidades que cometió la gestión tratando de forzar la venta a como diera lugar.

Es en este contexto que una vez más se revela la falsedad ideológica de la gestión de Arturo Rojas al respecto de este tema: en 2019 durante la campaña electoral, el actual intendente negó rotundamente que quisiera vender el predio y meses después literalmente intentó borrar con el codo lo que había escrito con la mano y, una vez electo, trató de vender todo de manera inconsulta (no se hicieron audiencias públicas como corresponde) y con una tasación hecha casi "a ojo", otro de los vicios administrativos que denuncian los vecinos.

Durante el debate preelectoral que se celebró entre los 5 candidatos a intendente el 10 de octubre del 2019 en el Instituto de Formación Docente y Técnica Nº 31 en el Complejo Jesuita Cardiel, Rojas no sólo prometió que no iba a vender el Casino sin una puesta en valor previa, sino que además no iba a habilitar la venta en procesos sin transparencia (es decir, de espaldas al público como intentó hacer en la pandemia) y para "2 o 3 vivos".

"Siempre creí que uno de los mayores enemigos del casino era el salitre pero la realidad es que el mayor enemigo fue el Estado actual que mantuvo en absoluto abandono y la desidia en la cual el actual gobierno le pidió al Concejo Deliberante que diera de baja todos los permisos precarios y eso hizo que la famosa sala de teatro fuera ultrajada, abandona y es deplorable el estado en que se encuentra cada uno de los lugares del Casino", señalaba en aquel momento el actual intendente, quien durante su gestión vio el incendio del Auditorium y al día de hoy ni siquiera encuentra al responsable del siniestro.

"La verdad es que si el objetivo era venderlo nosotros no estamos de acuerdo con que se venda en el estado en el cual se encuentra porque vale 2,50. Primer hay que poner en valor la ciudad, hay que poner en valor el edificio, hay que buscar inversiones".

"La verdad es que lo único que tenemos en claro es lo que no vamos a hacer: no vamos a permitir que se ponga como garantía de ningún acreedor del municipio como se pretendió hacer (aplausos de la gente) No vamos a permitir que se hagan negocio para dos o tres vivos en un negocio inmobiliario", dijo el entonces candidato.

Vale la aclaración: durante el debate trabajadores casineros aplaudieron furiosamente a Rojas e increparon al entonces intendente López, que había presentado un proyecto para comercializar el inmueble con un plan de urbanización gradual que luego quedó en la nada.

Una vez más la falsedad ideológica de la gestión Rojas queda de manifiesto, no sólo por las promesas incumplidas durante su mandato, sino por la verdadera naturaleza de sus intenciones, que pueden cambiar de un momento a otro dependiendo la línea temporal, es decir, su valor de verdad está íntimamente vinculado al tiempo de su campaña electoral, cuando las promesas abundan sin importar si son ciertas o no.

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