7 millones de asperezas: El "tatequieto" de Álvaro a Arturo

Este martes sin aviso anticipado el intendente Arturo Rojas y el presidente del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, Jorge "Pampa" Álvaro, mantuvieron un encuentro en la oficina del funcionario provincial para "limar asperezas", según el propio comunicado de la terminal portuaria.

Aunque no hubo mayores aclaraciones el acto se vio como un llamado a la tregua en una batalla sorda que no ha visto la luz pública pero que aparentemente estaba en curso: las constantes declaraciones negativas de Rojas sobre la gestión portuaria y las comparaciones (siempre vistas con recelo) llegaron al punto en el que el presidente de la terminal ventiló públicamente sus preocupaciones por un faltante de 7 millones de dólares en las cuentas del puerto. Cuando le preguntaron a Álvaro si sabía qué había pasado con el contrato de dragado respondió que "habría que preguntarle a los que estaban antes", en relación a Rojas y su equipo. 

Las declaraciones de Álvaro, emitidas públicamente en un programa de radio, causaron una profunda preocupación en el entorno de Rojas y en el ámbito portuario, por lo que inmediatamente se organizó una reunión para aclarar algunas cosas, como los constantes reportes de prensa críticos que ha dirigido el aparato mediático que maneja la Comuna en contra del presidente del Puerto 

Dato extra: una de las primeras cosas que hizo Álvaro al llegar al puerto fue retirar la pauta publicitaria a distintos medios de comunicación, que en algunos casos rondaba los cientos de miles de pesos mensuales por un solo programa de radio o un blog de llegada limitada, lo que luego se tradujo en algunas críticas que en ningún caso profundizaban en cuestiones como el manejo de los fondos públicos o los contratos celebrados y se limitaban a observar cuestiones irrisorias como la arena en el acceso a la escollera. En sus declaraciones recientes, Álvaro les recordó que tiene "papeles en la mano" sobre los gastos que hizo Rojas para su campaña en 2019, lo que incluye la nómina de pago a medios que hoy operan en contra.

En el camino, hasta el momento nada se supo sobre el derrumbe de la línea de carga de Sitios 11 y 12 a pocos meses de su inauguración. El intendente Arturo Rojas fue el principal lobbysta para que la obra se lleve adelante aún a pesar de las razonables preocupaciones de vecinos y grupos ambientalistas, que aunque lograron detener los trabajos unos meses, no pudieron evitar que el desarrollo continuara. Poco después el derrumbe dio la razón a los ambientalistas acerca de las irregularidades y falta de control evidente sobre las normas para llevar adelante el proyecto. Los mismos medios del aparato que suele criticar a Álvaro hicieron un escandaloso silencio frente al accidente.

El mismo silencio hicieron luego los medios afines a la pauta de Rojas cuando Álvaro denunció el faltante. La gestión Rojas ni siquiera reflejó la reunión en la página web del municipio, algo que resultó más bien extraño teniendo en cuenta que la Comuna aprovecha prácticamente cualquier cosa para generar un comunicado. Aparentemente no hubo interés del municipio en informar sobre el encuentro a pesar de su trascendencia en el contexto actual.

Pero ¿por qué el Puerto habló de "limar asperezas" mientras la Comuna ni siquiera lanza un comunicado sobre el encuentro? La respuesta podría caber en un rumor que circuló con fuerza días antes de las declaraciones acusatorias de Álvaro: el funcionario, un hombre entrado en años y con vasta experiencia política, habría percibido algunos movimientos que insinuaban la posibilidad de reemplazarlo en su cargo, por lo que tuvo que salir a enfrentar la amenaza con sus declaraciones. 

Siempre según este rumor, el Jefe Comunal habría estado prometiendo entre diferentes sectores políticos vinculados al peronismo local la posibilidad de obtener beneficios de un eventual cambio en la presidencia del Consorcio. 

Aparentemente la promesa pasó por diversos sectores del peronismo y generó algunos "murmullos" que llegaron a oídos del presidente del Consorcio, quien decidió entonces poner los puntos sobre las íes y mandar el aviso públicamente amenazando con una eventual investigación en la Justicia por el contrato de dragado firmado durante la gestión de Arturo Rojas.

Hasta el momento ningún funcionario judicial tomó el asunto y a pesar de la gravedad de la acusación no hubo un sólo fiscal dispuesto a iniciar una actuación de oficio así como nadie del abanico político local quiso hacer declaraciones al respecto, aún frente a las consultas de este diario.