Casino: ¿La municipalidad abandonó las gestiones?

jueves, 26 de mayo de 2022 · 23:23

Sin mayores novedades ni anuncios, la Comuna solapó un nuevo fracaso alrededor de sus intenciones de venta del Complejo Casino como única solución o propuesta superadora para resolver una cuestión que se agravó seriamente desde que se estableció el fin de las concesiones en el lugar durante el gobierno de Facundo López y que llegó a un punto de espectacular declive con el incendio del teatro Auditorium en agosto del 2020.

El intento de venta del complejo está tan viciado de irregularidades que a esta altura resulta llamativo que haya llegado tan lejos y se hayan conseguido dos llamados a licitación para presentar ofertas de compra. 

En principio, el incendio intencional del Teatro Auditorium, que disparó el mecanismo de venta cuando la ciudad atravesaba lo peor de las restricciones por la pandemia de CoVID19, nunca fue resuelto. Si bien pudo determinarse que hubo dos focos para producir intencionalmente el incendio, las autoridades evitaron cualquier mención a la investigación, que al día de hoy no ha dado con ningún responsable. Semejante circunstancia de conocer el origen del siniestro ya de por sí comenzó planteando las cosas de manera sospechosa.

Posteriormente la Comuna hizo alguna referencia a alguna amenaza de un ex empleado sobre el intendente Arturo Rojas y el Secretario de Gobierno Jorge Martínez, pero no hubo mayores avances o, por lo menos, quedaron llamativamente ocultos de la mirada pública. Aún sin resolver el siniestro, que fue el punto de partida para lo que continuó, la Comuna preparó un proyecto para vender el complejo en tiempo récord.

Sin perder tiempo, el Ejecutivo anunció una tasación de 7 millones de dólares como precio inicial, algo que en principio ni siquiera había sido mensurado por organismos oficiales, situación que de por sí viciaba el procedimiento de una eventual venta. En ese contexto (y por otras consideraciones vinculadas al derecho de la población a intervenir en una intención de semejante envergadura) hubo vecinos que se presentaron en la Justicia para que se suspenda el cumplimiento de los llamados a licitación, lo que desencadenó un proceso judicial que exhibió nuevas irregularidades.

El primer llamado a licitación tuvo un solo oferente y la Comuna lo presentó como un negocio ya casi cerrado. Rojas y su equipo ya se disponían a planificar cómo se iban a gastar esos 7 millones de dólares en obras con "recursos propios" para financiar la campaña de cara al 2023, sin embargo tres días antes de que se hicieran anuncios, el oferente decidió modificar la oferta pidiendo que se le entregaran las escrituras al primer pago que se efectuara. La Comuna no tenía todas las escrituras e intentaba vender un usucapión por el terreno del playón de estacionamiento, por lo que la operatoria se cayó.

Ante la revelación, que solo llegó a los oídos del público solo en virtud del proceso judicial impulsado por los vecinos, el Ejecutivo ensayó una explicación difusa e hizo señalamientos contra el gobierno de la provincia de Buenos Aires por un error administrativo que impedía que la Municipalidad avanzara. 

A los ojos de los potenciales oferentes la cuestión se vio como un intento de estafa inmobiliaria, lo que convirtió al segundo llamado a licitación en un esfuerzo impostado de éxito imposible. El intento de venta del Casino fue de las primeras licitaciones públicas que lanzó Arturo Rojas desde que asumió (la tercera), lo que da la pauta de la urgencia e importancia que trató de ponerle a la iniciativa, aún cuando pareciera inesperada.

La Municipalidad intentó de diferentes maneras evitar dar respuesta en el proceso judicial y dilatar los plazos para entregar las obligatorias explicaciones que debían constar mientras insistía con el segundo llamado, que de cualquier manera quedó desierto. Si bien desde el área de Legal y Técnica de la Comuna un frustrado Ernesto Povilaitis intentaba proyectar una imagen de completa normalidad, nadie compró el relato oficial y el proyecto parece haber quedado suspendido: el decreto 1089/22 firmado por el intendente el18 de abril pasado declaró desierto el segundo llamado.

Recientemente la Comuna intentó seguir adelante con promesas de funcionamiento del piso de juego del edificio, algo que en definitiva sirvió para endilgarle responsabilidades al gobierno provincial para poder retirarse de la cuestión con sigilo.

Sin esos recursos que esperaba obtener casi de manera express y luego de un incendio inexplicado, ahora la gestión comienza a enfrentar nuevamente serias dificultades económicas, no sólo por el clima económico en general sino por la cada vez más evidente pelea política que el intendente mantiene con el gobierno provincial pensando en distinguirse del kirchnerismo en 2023. 

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