¿Por qué la Comuna le baja el precio al Casino?
Se trata de una de las pocas "joyas de la abuela" que le quedan a Necochea y con menos de 50 años desde su inauguración, la Municipalidad de Necochea está plenamente abocada a deshacerse de ella, no tanto por su interés en mejorar el perfil de la ciudad, sino por obtener fondos para los próximos dos años de la gestión de Arturo Rojas, plenamente lanzado en su campaña reelectoral de cara al 2023.
En ese contexto, la gestión ya convocó a dos llamados a licitación que no han dado frutos: la municipalidad ofreció una tasación inicial por 9 millones de dólares y en un primer llamado el oferente que ganó decidió luego retirarse al descubrir que la Comuna no tenía las escrituras por la mitad de los terrenos (la parte del playón de estacionamiento). Al no cambiar la situación administrativa del predio, el segundo llamado quedó directamente vacío.
En virtud de ello, la gestión Rojas, que necesita desesperadamente de esos fondos para desarrollarse su campaña de cara al 2023 sin permanecer en la incomodísima situación de rendir pleitesía al gobierno provincial para obtener fondos y, a la vez, seducir a un electorado que es mayoritariamente contrario al color político del gobernador, ha dado algunas señales de querer forzar la venta por otros métodos.
En primera instancia, comenzó a bajarle el precio, ya de por sí bajo y tasado de manera irregular desde el inicio. Agrupaciones de vecinos impulsan actualmente juicios para ejercer de contralor sobre las tareas que realiza el Ejecutivo tratando de ejecutar la venta y consta en la Justicia que la Comuna intentó vender un usucapión por el terreno del estacionamiento y, además, no tasó la propiedad frente a los organismos que corresponden, esto es, con el Tribunal de Cuentas o, en su defecto, con el Banco de la Provincia de Buenos Aires.
A pesar de esas irregularidades, que son el dato central del fracaso de las intenciones de la gestión y son bien conocidas en el ámbito judicial local mientras la Comuna se esmera en mantener en la sombra, el llamado "monje negro" de la Municipalidad, el secretario de Legal y Técnica Ernesto Povilaitis (uno de los mayores interesados en imponer a toda costa la venta) lanzó declaraciones la semana pasada "bajándole el precio" al complejo.
A través de la radio oficialista, Povilaitis señaló que "suponemos que el precio es muy alto en la actualidad", dando a entender que en un eventual nuevo intento de venta, habría que bajar la tasación para conseguir interesados. Lo que omitió el funcionario es que no ha sido el precio el problema, sino que la Comuna intenta vender algo sobre lo que no tiene la totalidad de las escrituras.
"Pretendemos ver que condiciones se modificarían en un hipotético nuevo llamado a licitación, para obviamente esperar que no sólo se interese quién se presentó una vez, sino que haya otros actores más”, sostuvo el abogado municipal.
Para justificar la falta de interesados el abogado se corrió de su rol de natural defensa de los intereses de la Comuna y argumentó como si él mismo fuera uno de los posibles inversores: "Son u$s 9.000.000 que no es eso solamente, el pliego actual exigía que debía ponerlo en valor al edificio actual, por lo cuál se está hablando de una inversión de 5.000.000 adicionales, al precio de la compra, entonces rondaría los u$s 14.000.000 y es lógico que cualquiera que invierta 14000000 de dólares en algún momento pretenda amortizar esa inversión, recuperando el dinero y en este contexto se hace muy difícil ese recupero”.
A lo largo de la semana pasada diferentes funcionarios usaron el aparato de prensa municipal para realizar declaraciones en este sentido: la intención de la gestión Rojas es seguir bajándole el precio a uno de los bienes de mayor valor que tiene la Municipalidad. A lo largo de los más de 2 años que lleva Arturo Rojas al mando de la Municipalidad no se realizaron ni las tareas mínimas de mantenimiento, aunque sea de maquillaje durante la temporada de verano.
El argumento que usa la Municipalidad para seguir impulsando la venta a precios irrisorios de los terrenos más caros de la ciudad es que se necesitan fondos para realizar obras, un eufemismo que oculta la cierta necesidad de la gestión política en el gobierno municipal de no depender del envío de fondos provinciales y hacer campaña sin depender de autoridades de un color político diferente.
Además del complejo Casino, la intención del municipio es demoler el balneario ACA que, aunque está en buen estado de mantenimiento, fue literalmente abandonado durante la gestión del interino José Luis Vidal, y entregado precisamente con el visto bueno de Povilaitis a un viejo conocido de él. El abandono evidente del lugar posibilita ahora el relato de la necesidad de demolerlo, aún cuando no presenta mayores problemas más que las irregularidades administrativas en las que está sumido desde que el Automovil Club Argentino se retiró.