¿Record mundial o fiasco?: Dudas sobre el alcoholímetro utilizado tras el accidente de 59 y 38
La noticia comienza a extenderse y está tomando un carácter internacional: luego de un siniestro en el que un conductor ebrio chocó su coche contra una columna en la rotonda de Avenida 59 y Diagonal San Martín, las mediciones de alcohol en sangre realizadas sobre el conductor arrojaron una cifra nunca antes vista para una persona al volante... en la historia mundial.
Es que la medición arrojó que el alcoholímetro arrojó el resultado de 5.50 gramos de alcohol en sangre sobre el conductor ebrio, lo que disparó el dato de que se trataba de un nuevo "récord mundial". Sin embargo, es sabido públicamente que al superar los 3 gramos una persona común se encuentra al borde del coma etílico, es decir, inconsciente e incapacitado para manejar.
De este modo, la cifra despertó suspicacias acerca del real funcionamiento del alcoholímetro (o la forma en que se usó) y la posibilidad de que se encontrara descalibrado por falta de mantenimiento luego de un intenso uso. Un alcoholímetro que no se calibra de forma periódica, progresivamente pierde su precisión y eficacia hasta convertirse en un instrumento en el que no se puede confiar.
Según los expertos, es muy raro que un alcoholímetro marque 550 como marcó en este caso y esos resultados solo se obtienen en caso de realizarse una extracción de sangre. Ahora la pregunta apunta a reconocer si el alcoholímetro usado en la ocasión estaba primero homologado por las autoridades de control y, posteriormente, si había recibido mantenimiento.
Por otro lado, en vistas de lo inverosímil del resultado que arrojó el alcoholímetro, resta comprobar además si la medición fue bien efectuada por el personal a cargo.
¿Por qué podrían fallar?
La importancia de calibrar un alcoholímetro reside principalmente en la variación de su sensibilidad. Al igual que ocurre con otros instrumentos de precisión como los sonómetros, luxómetros o los dosímetros, los alcoholímetros necesitan calibraciones periódicas que permitan mantener la fiabilidad de su medición a largo plazo.
A los alcoholímetros les afecta la deriva de la sensibilidad temporal. Esta, según el tipo de sensor y las condiciones de uso, varía desde un 0.3% a más de 3.00% mensual.
La deriva puede verse afectada de forma negativa (incrementándose) cuando se realizan muchas pruebas o cuando hay mucha humedad ambiental. Por eso, se recomienda efectuar calibraciones dependiendo de las condiciones de uso y los requerimientos del equipo.
Ahora la Justicia deberá determinar las circunstancias del accidente, lo que podría incluír una revisión del aparato de medición usado para determinar lo fiable de sus datos o si efectivamente los instrumentos no habían recibido el mantenimiento adecuado tras la temporada de verano y su uso intensivo.
