LA "NUEVA NECOCHEA"

Doble rasero: Sumario a una empleada con cáncer que protesta pero impunidad al funcionario que encubrió el robo de extras

jueves, 24 de noviembre de 2022 · 10:28

Hay dos episodios recientes que sucedieron en el área de Salud de la municipalidad que exhiben abiertamente y a toda la población el doble rasero que maneja en su discurso la gestión del intendente Arturo Rojas al mando del municipio

Por un lado la apertura de un sumario administrativo sobre una paciente de cáncer del hospital Irurzun de Quequén, María del Carmen González, que además es empleada municipal y que es perseguida por la Municipalidad por haber protestado en las redes sociales por el cierre del servicio de Oncología en el nosocomio.

La empleada está en la mira de la gestión por haber revelado el recorte en el área mientras la Comuna plantea trasladar los tratamientos que se dan a los pacientes quequenenses y hacerlos cruzar a Necochea en nombre de una "centralización", eufemismo que usa la Comuna para decir que no brindará más el servicio en la hermana ciudad.

Con la intención de poner el ejemplo sobre González, buscando que los empleados en protesta se replieguen o, por lo menos, se atemoricen, la Comuna inició un sumario por sus posteos en Facebook y luego lanzó un parte de prensa en el que la propia secretaria de Salud Andrea Perestiuk y "personal del área de legales" se referían al tema.

Literalmente la gestión que ha hecho sistemáticas campañas de desprestigio sobre sus opositores y gasta millones en propagandas publicadas por medios gestionados por sus propios funcionarios, intenta sancionar a una empleada por una falta de "oficialidad" en su información por un posteo en las redes sociales. El doble rasero de la gestión de Arturo Rojas queda en evidencia al compararse la falta de información oficial y bajo protocolo que publica diariamente en su web y redes sociales mientras le reclama a sus empleados (bajo riesgo de sanción) que use la información oficial si quiere referirse a la Comuna, es decir, que solo pueden repetir el relato muchas veces absurdo e inverosímil del aparato de propaganda.

Y ese doble rasero en esta situación se ha convertido en harto evidente cuando se revisa en el pasado reciente la actitud que ha tomado la gestión para casos en los que se revelaron datos escabrosos del sistema de salud local.

A mediados de septiembre Cuatro Vientos publicó un audio en el que se escuchaba a un funcionario encargado de la seguridad de los hospitales confesar abiertamente que había encubierto un supuesto robo de horas extras por parte de la planta de empleados a su cargo. El funcionario en cuestión, Germán Baldovinos, fue cuestionado por los propios empleados a su cargo no sólo de maltratador, sino también de tener poca presencia en su puesto de trabajo. Es más, en el propio audio Baldovinos reconoce que contó de la situación a sus propios superiores y ellos tampoco hicieron nada.

En ese contexto, la revelación hizo pensar que el funcionario al menos iba a ser sumariado como ha sido el caso de la empleada del Irurzun, dado que la confesión del funcionario (conocida a través de un audio que envió a los empleados que tenía a cargo en un grupo de mensajería instantánea) fue de público conocimiento.

Sin embargo, la gestión del intendente Arturo Rojas no sólo no reemplazó al funcionario sino que además ni siquiera lo sancionó. En cambio, desplegó un operativo para tratar de garantizarse que no hubiera nuevas "filtraciones", buscando en las computadoras de los empleados posibles pruebas que revelaran quién había pasado el audio a la prensa independiente. La fuente no fue revelada, la Comuna no reemplazó al funcionario y la impunidad fue lo único que realmente garantizó la gestión. Después de todo, no aporta a la imagen positiva del intendente en campaña echar a un funcionario por participar de actos de corrupción, aún cuando toda la población del distrito se haya enterado.

En ese contexto, con Baldovinos todavía en funciones, para el caso de María del Carmen González la Comuna busca aplicar todo el peso de la normativa vigente, si es que puede probar alguna maniobra más grave que un sencillo posteo en Facebook y no quiere, como viene sucediendo, estar acusada de perseguir a su planta de empleados por hacer la más mínima crítica, cuestión que viene sucediendo desde la asunción misma de Arturo Rojas al frente de la Municipalidad.

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