MARCHA EN QUEQUÉN
Persecución y recortes en el Irurzun: "Es grave que a una paciente oncológica se la persiga por reclamar sus derechos"
Vecinos, personal hospitalario y pacientes se plegaron este mediodía a una marcha en Quequén para protestar contra los recortes en distintas áreas del Hospital José Irurzun y reclamar que se levante el sumario administrativo que la Municipalidad le inició a una empleada que es paciente oncológica y posteó el reclamo en las redes sociales.
Diferentes agrupaciones quequenenses acompañaron el reclamo para pedir que se levante el sumario a María Del Carmen González, quien se desempeña en el hospital pero a la vez es paciente del mismo. Cuando la empleada compartió en sus redes sociales las quejas por el cierre del servicio de oncología en el Irurzun, el Ejecutivo decidió aprovechar su posición de poder sobre la mujer y le inició un sumario administrativo por ello. González lucha contra el cáncer de mama hace 3 años y el sumario le produjo una recaída.
"Lo que se pidió es que se revierta la situación de mi sumario, porque me está afectando como paciente y, de hecho, estuve dos días en cama, con vómitos y sin poder comer, n agua podía tomar... casi terminé internada por esta situación", contó González a Cuatro Vientos. "Es grave que a una paciente oncológica se la persiga por reclamar sus derechos, porque yo tengo derecho a que siga funcionando".
"Entré en una fase de espera con respecto a la difusión de todo esto confiando en la reunión que habíamos tenido y que en teoría teníamos que esperar que en diciembre se haga el reemplazo del oncólogo y si no, seguir peticionando", explicó para darle marco a la secuencia por la que la Comuna decidió sancionarla para que no protestara más.
"Hace un par de semanas hubo una reunión en la Secretaría de Salud donde nos presentamos yo como paciente oncológica, algunos enfermeros, la ONG "No estás solo", el grupo de la Autonomía para Quequén, la agrupación Playas de Quequén y el concejal Arabarco y en esa reunión se había pedido un impasse porque en teoría había un 90% de probabilidades que vendría un oncólogo, que se vería después si es el que seguia con los tratamientos", dijo.
Como toda respuesta la secretaria de Salud Andrea Perestiuk lanzó un anuncio en la web de propaganda de la Municipalidad en la que annuciaba que habría un oncólogo cubriendo jornadas los viernes en el hospital Ferreyra, aunque no ofreció explicaciones precisas sobre si el servicio continuará funcionando o no en el Irurzun. En vistas de los recortes que está imponiendo la gestión en el hospital quequenense, todo parece indicar que no.
"Todo lo que reclamamos es esto: que se deje sin efecto el sumario porque lo consideramos un atentado contra la libertad de expresión; también una persecución como trabajadora, siendo que yo a mi pedido lo hice como paciente oncológica en todo momento", sostuvo.
González confirmó lo que ya numerosas fuentes relataron a Cuatro Vientos desde diferentes ámbitos municipales: la persecución y amenazas que aplica la gestión Rojas sobre sus propios empleados está llegando a un punto de hartazgo. "Esas son las formas que se usan a veces y no estamos de acuerdo: el personal se siente amenazado y todos están en la misma postura de querer que se solucionen las cosas, no que los amenacen".
Por poco más de media hora los manifestantes permanecieron en la vera quequenense del Puente Colgante y luego marcharon por Avenida Benedicto Cámpos (Ex Lobería) hacia el hospital quequenense, donde desarrollaron un pequeño acto y cantaron el himno. La protesta contó con la participación del concejal y médico Juan Pedro Arabarco, de la ACT, quien ya ha elevado pedidos de informe al Ejecutivo sobre esta situación y otras vinculadas a la salud en Necochea.
La intención del Ejecutivo con la sanción es directamente interpretada como la voluntad de la gestión municipal de mantener a sus empleados bajo amenaza, voluntad que está produciendo profundo malestar en diferentes áreas municipales. Como casi única forma de gobierno la gestión del intendente Arturo Rojas ha elegido el escarnio público y las sanciones disciplinarias para mantener el silencio sobre la real situación que atraviesa la Comuna, tanto en el área de salud como en otras dependencias, lo que eventualmente podría terminar haciendo eclosión si se tensan demasiado las cosas.