Crisis en salud: ¿Por qué renunciaron los médicos clínicos del hospital?

Este fin de semana la noticia golpeó con fuerza en los pasillos del hospital, aunque desde la Comuna una vez más evitaron hacer cualquier clase de comentario: los tres únicos médicos clínicos del Sector 2 del Hospital Dr Emilio Ferreyra presentaron su renuncia indeclinable que se haría efectiva desde principios de noviembre.

La renuncia de los tres galenos se suma a la de un cuarto doctor que había presentado su renuncia antes pero que finalmente fue convencido de quedarse cuando le ofrecieron una jefatura del área de consultorios que no pudo rechazar.

Con las renuncias se agrava sustancialmente la crisis en salud, con un hospital con constantes denuncias de falta de provisión de insumos, sin muchos servicios de consultorio y con serios problemas para cubrir vacantes en diferentes especialidades y en la guardia, algo que produce no pocas quejas de los vecinos de manera constante.

Pero, ¿por qué es que renuncian los especialistas y es tan difícil encontrar reemplazos?

Aunque la Municipalidad suele trasladar un problema nacional al ámbito local, señalando que las dificultades que enfrenta el sistema tienen características similares a los del resto de las localidades del interior del país, en Necochea el condimento especial se viene registrando desde la pandemia: las autoridades de salud de la gestión Rojas suelen incurrir en destratos sistemáticos, amenazas de escarnio público y demás prácticas abusivas que no sólo desincentivan la práctica de los profesionales que actualmente se desempeñan en el hospital, sino que hacen dificil que alguien quiera venir a cubrir los cargos.

Sucede que desde que asumió el intendente Arturo Rojas al frente de la Municipalidad se ha impuesto una especie de código de silencio basado en amenazas y destratos sobre todo aquel espíritu crítico que busque reflejar la realidad del nosocomio, cada vez más desfinanciado por las decisiones políticas del intendente. 

Al menos tres fuentes diferentes confirmaron la renuncia masiva a Cuatro Vientos, reflejando en principio que el cerco de miedo está comenzando a romperse para la gestión, sobre todo desde que se revelara el audio en el que un funcionario confesaba abiertamente el encubrimiento del robo de horas extra en el nosocomio. De cualquier modo, el temor sigue presente, porque desde el Ejecutivo, la reacción suele ser la de incrementar el control y la vigilancia cada vez que se hacen públicas algunas situaciones.

"Se cansaron del forreo y del maltrato: durante la pandemia vivieron metidos en una lata, estaban todos metidos en un container que para dar los informes de CoVID tenían que salir, en verano con 40ºC de calor al solo cuando no llovía o hacía frío...", graficó una de las fuentes que confirmó la renuncia.

"Un día sin avisar nada, removieron parte del personal del sector y metieron a supervisores de supervisores de supervisores de enfermería...", contó la fuente para mencionar los nombramientos políticos que ha llevado adelante la gestión. "No tiene sentido la cantidad de supervisores porque por ejemplo este fin de semana la guardia no tenía enfermeros y tuvieron que salir a buscar urgente enfermeros para consultorios externos porque hace un mes y medio que no hay enfermeros: la administrativa hace de enfermera y busca los insumos y demás, así que los médicos se manejan como pueden", relató.

Apenas se conoció la renuncia de los médicos en las redes sociales grupos de trolls y militantes intentaron instalar la idea que la culpa de la situación es de los médicos "que no quieren trabajar", algo que sigue la línea de destratos y amenazas de escarnio que denuncian las fuentes.

La gestión de Arturo Rojas ha impuesto una suerte de práctica constante del escarnio en redes sociales que incluso provocó un intento de suicidio en una trabajadora del hospital que fue denunciada falsamente por un robo que no cometió. Esa práctica sistemática está llegando a un punto de quiebre que podría hacer saltar todo por los aires en cualquier momento.

Entretanto, la cobertura en salud es cada vez peor y las fuentes apuntan al ejercicio político que se hace del sector de mucamas. "Es vergonzoso: desde el léxico, hasta la mugre y hacer lo que quieren y las faltas de respeto", indicaron.

La forma de manejar el sistema de salud que ha tenido  Rojas y su equipo a lo largo de los tres años que lleva al frente de la Comuna ha sido más bien malo y no ha cumplido con ninguna de las promesas que hiciera en campaña en 2019, cuando la actual secretaria de Salud, Andrea Perestiuk, encabezaba con CICOP protestas de médicos que reclamaban jugosos pagos de horas extras, agravando una crisis inducida por un desfinanciamiento evidente del gobierno provincial.

Los inconvenientes y la pulsión política del manejo del sistema de salud de la gestión Rojas se hizo evidente desde el principio, cuando la jefa de Farmacia del hospital decidió presentar su renuncia por los retrasos en las compras de insumos, que obligaban al estado municipal a comprar por licitación directa a valores muy por encima de los del mercado. Luego llegó el nombramiento de la cúpula de CICOP al frente de Salud, que fue ampliamente instrumental a la campaña de Arturo Rojas en 2019. Como frutilla del postre, el nombramiento de una directora señalada por su desempeño defectuoso en la Clínica Regional terminó de ponerle el sello a los manejos que hoy decantan en un agravamiento de la crisis con la renuncia de los médicos por los maltratos.