¿Campaña electoral o sanitaria?: Contradicciones que trae la política en la pandemia en Necochea
Incumplimiento de restricciones, falta de controles, marchas y contramarchas en los anuncios y una confusión generalizada producto de políticas sanitarias ajustadas a necesidades electorales son algunos de los ingredientes que configuran actualmente el panorama necochense en materia de lucha contra el CoVID19.
El crecimiento del número de casos de contagio en el distrito puso a la Comuna en estado de alerta, con una ocupación de camas que ha llegado al 100% (aunque este lunes la ocupación bajó) y presiones de diferentes sectores para ir restaurando gradualmente las actividades (comerciales, esccolares, deportivas, etc), forzando en el juego político a tomar decisiones que imposibilitan aclarar el panorama.
Lo que está pasando es que la gestión de Arturo Rojas encuentra serias dificultades en conciliar sus necesidades políticas con las necesidades de la comunidad en tiempos de pandemia: aunque debe seguir el mandato que ordena el gobierno provincial y nacional, a la vez precisa evitar que el impacto de las medidas restrictivas no socave la imagen de su gestión, teniendo en cuenta que faltan pocos meses para una elección que podría marcar definitivamente sus posibilidades de continuidad durante otros cuatro años.
En ese contexto es que algunas decisiones se ven como contradictorias y otras, directamente lo son.
La presencia de un grupo de "padres autoconvocados" en el Honorable Concejo Deliberante de Necochea (HCD) para solicitar que se abran las clases presenciales en Necochea este lunes, reflejó en primer término la intencionalidad política de la oposición filomacrista de instalar en la ciudad un debate que en realidad tiene respuesta en el gobierno nacional y el gobierno provincial, que son los que ordenan las restricciones en todos los distritos.
Los "padres autoconvocados" reclamaron a la Comisión de Educación y Cultura del HCD que se hiciera lo mismo que con las actividades deportivas y gastronómicos, cuyo trámite para plantear al gobierno provincial protocolos de funcionamiento diferentes a los actuales se inició el jueves pasado a través de proyectos de resolución.
Es que en los hechos, algunos sectores han retomado sus actividades con anuencia del Ejecutivo, aunque sin ninguna clase de comunicación oficial. Gente tomando café en salones, actividades en centros deportivos y atención ampliada en los comercios son algunas de las situaciones que se ven a diario en la ciudad, a pesar que en Necochea rigen las restricciones de fase 2.
En un intento de regularización de esa situación es que en el HCD se aprobó el jueves pasado por unanimidad una resolución para pedir que el Ejecutivo levante algunas limitaciones a 5 actividades como los gastronómicos y, por ejemplo, canchas de paddle y fútbol 5. Inmediatamente los padres solicitaron al HCD que se inicie un proceso similar para las escuelas y aunque el episodio fue provocado por una aparente contradicción, en los papeles el funcionamiento es el que ordena el gobierno.
Las contradicciones
Como es incuestionable que a un año y tres meses de restricciones la gente necesita retomar sus actividades por una cuestión de subsistencia económica, la gestión Rojas necesita mantener su imagen y dar respuestas, pero no puede dar permisos oficiales para ir contra las disposiciones de Provincia y Nación que, para complicar las cosas, miran con desconfianza al intendente necochense, electo por Juntos por el Cambio y devenido en vecinalista.
Sumándose a ese panorama, la transparencia del Ejecutivo Municipal, cuestionada de manera creciente a media que avanza la gestión, tampoco aporta: para tratar de mitigar el impacto del escándalo por las Vacunaciones VIP en la ciudad, Rojas puso en funcionamiento un aparato comunicacional paralelo que se enfoca en tratar de operar sobre medios de comunicación y periodistas en lugar de usar la Dirección de Prensa, reducida al envío de gacetillas sobre cortes de pasto o extracción de una planta en pleno centro de la ciudad (?).
Aunque preve un gasto millonario en pautas publicitarias para este año, la gestión Rojas, que ni siquiera promueve en la vía pública la campaña de vacunación, se reservaría así fondos para la campaña electoral.
Y en toda esa confusión, la Comuna intenta congraciarse con los que reclaman mientras emula un cumplimiento estricto de restricciones y una gestión de la pandemia sin fisuras, contradicción que termina mellando seriamente el alcance de las medidas dispuestas y comprometiendo constantemente las posibilidades de sortear las dificultades con éxito.
Al ejemplo de la contradicción aparente de los "padres autoconvocados" y los gastronómicos y actividades deportivas se le suman otros que muestran cómo las medidas preventivas efectivamente son una cosa en el discurso y otra en la acción. Tres recientes disposiciones de la Comuna son parte de una lista de esos detalles que revelan el dilema.
- Registro de denuncias de vacunados: En el marco de las revelaciones por las vacunaciones VIP la Comuna abrió un registro para que los vecinos puedan aclarar si fueron vacunados o no, por si alguien sospechaba. En realidad el registro trataba de acallar rumores y proyectar transparencia sobre el plan de vacunación, aunque hasta el momento no se conocieron mayores aclaraciones de la Comuna frente a las dudas que incluso señalaban al círculo íntimo del intendente.
Para el registro, la Comuna invitaba a los vecinos a acercarse en persona a la secretaría de Salud cuando la restricción de circulación era uno de los ejes centrales de las medidas preventivas frente al crecimiento de contagios.
- Boleto estudiantil: En el combo de las restricciones y la suspensión de clases, la Comuna aprovechó para recortar sus gastos suspendiendo el boleto gratuito para los estudiantes, algo que por otro lado, fue una bocanada de aire para la empresa de transportes que está solicitando fuertes subas en su cuadro tarifario. La decisión generó reacciones negativas y al día siguiente la Comuna aclaró que, para casos excepcionales, el boleto seguiría activo.
Una vez más, invitó a un trámite presencial a los estudiantes, promoviendo la circulación en momentos en los que debía reducirse todo a lo mínimo indispensable.
- Partes médicos de empleados: En otra muestra de similares contradicciones, la Comuna dispuso que las certificados médicos de sus empleados que se reporten enfermos deben ser entregados por los propios pacientes en una oficina en el hall de entrada del primer piso del Palacio Municipal. La decisión le ahorra a la Comuna la visita médica, aunque habilita el incumplimiento de las restricciones impuestas en ese momento.
La mesa médica funciona en oficinas de la Dirección de Prensa, así que además promover la circulación por la ciudad de gente que presenta enfermedades, lo hace sin siquiera cuidar la privacidad de los datos como pacientes de sus propios empleados, algo que preocupó seriamente a la comuna cuando se trataba de preservar los datos de los vacunados
Así es como las decisiones políticas en este año electoral sin dudas están afectando el manejo de la gestión en salud y ofrecen respuesta a los interrogantes que plantea el crecimiento de contagios en el distrito, perfilándolos dentro del marco de una campaña proselitista. Entre las necesidades políticas del intendente Arturo Rojas y las de la población, tanto para retomar sus actividades por la economía como para mantenerlas cerradas por la salud, hay un juego ambigüo que va directamente en detrimento de las políticas sanitarias que se llevan adelante.