Nicolás Maduro se proclamó ganador de las elecciones en Venezuela en medio de denuncias de fraude
En un ambiente cargado de tensión e incertidumbre, los ciudadanos venezolanos acudieron a las urnas para decidir el futuro político de su país. Los resultados preliminares de las elecciones presidenciales, anunciados después de una larga espera, declararon al actual presidente, Nicolás Maduro, como ganador con un 51,2% de los votos. Esta victoria le permitió superar al candidato opositor Edmundo González Urrutia por un margen de 8 puntos porcentuales.
Los comicios se desarrollaron hasta las 18:00 horas (19:00 hora de Argentina), y el Consejo Nacional Electoral (CNE) tardó seis horas en divulgar los resultados oficiales. Durante este período de incertidumbre, la oposición, liderada por González Urrutia y María Corina Machado, levantó la voz para denunciar irregularidades en el proceso de carga de datos y exigió en repetidas ocasiones que la administración de Maduro revelara los resultados de forma transparente.
Antes de la publicación de las cifras oficiales, Edmundo González Urrutia manifestó en su cuenta de la red social X: "Los resultados son inocultables. El país eligió un cambio de paz". Estas palabras reflejaban su confianza en un triunfo que finalmente no se materializó.
El anuncio oficial se realizó pasada la 1:00 de la madrugada, cuando el presidente del CNE, Elvis Amoroso, confirmó que Maduro había sido reelecto. Según Amoroso, con el 80% de los votos escrutados, Maduro obtuvo el 51,2%, mientras que González Urrutia logró el 44%. Amoroso también mencionó que la carga de cifras se retrasó debido a una supuesta "agresión en contra del sistema de datos". Aseguró que la tendencia electoral era "contundente e irreversible" y destacó una participación del 59% del padrón electoral.
La comunidad internacional, incluidas naciones como Argentina, Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Perú, observó con atención el desarrollo de los comicios. En un comunicado conjunto, exhortaron al gobierno de Maduro a aceptar los resultados y garantizar un conteo transparente. Esta solicitud subrayó la preocupación internacional por la transparencia y legitimidad del proceso electoral en Venezuela.
Tras la divulgación de los resultados, Nicolás Maduro se dirigió a sus seguidores desde su búnker, declarando que "no podrán con la dignidad del pueblo venezolano" y defendiendo la integridad del sistema electoral, al cual calificó de tener un "altísimo nivel de fidelidad". Maduro también apeló al respeto a la Constitución y a la soberanía de Venezuela, enfatizando que su país no interfiere en "asuntos de otros países".
Antes de la conclusión de la jornada electoral, el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, hizo un llamado a sus seguidores para que acudieran a las calles y a los centros de votación, señalando que la oposición "no entiende razones" y que la movilización popular era necesaria.
Los comicios no estuvieron exentos de episodios de violencia. En varias zonas de Venezuela, se reportaron actos de intimidación por parte de grupos identificados con el chavismo, quienes se desplazaban en motocicletas y portaban armas en las cercanías de los centros de votación. Por su parte, la oposición instó a sus fiscales a permanecer en los lugares de votación hasta obtener las actas electorales, en un intento por salvaguardar la transparencia del proceso.
El desenlace de las elecciones en Venezuela ha dejado al país dividido, con un sector de la población celebrando la reelección de Maduro, mientras que la oposición y parte de la comunidad internacional cuestionan la legitimidad de los resultados. La tensión política sigue siendo palpable, y el futuro de Venezuela, incierto, en medio de un clima de desconfianza y llamados a la movilización ciudadana.