Ola de violencia narco azota a Ecuador: Secuestros, asesinatos y fugas de presos encendieron la alerta máxima
El presidente recién electo, Daniel Noboa, se encuentra ante una seria crisis de seguridad nacional en Ecuador, mientras una ola de violencia narco sacude al país con secuestros, asesinatos y fugas de presos que han llevado al gobierno a declarar el Estado de Excepción. Los recientes eventos, desencadenados por la fuga de Adolfo Macías Villamar, conocido como Fito, líder de Los Choneros, han puesto a prueba la capacidad de las autoridades para controlar la situación.
Todo comenzó el domingo 7 de enero, cuando el comandante general de la Policía, César Zapata, reveló que se desconocía el paradero de Fito, condenado a 34 años de cárcel. Este criminal escapó de una prisión en Guayaquil, generando una intensa investigación policial que desencadenó disturbios en cuatro cárceles en todo el país. Los reclusos tomaron como rehenes a oficiales, amenazaron con cuchillos y enviaron mensajes amenazantes al gobierno exigiendo reconsiderar decisiones.
Paralelamente, Fabricio Colón Pico, uno de los líderes de Los Lobos, detenido por intentos de asesinato contra la Fiscal General Diana Salazar, grabó un mensaje desde la cárcel en contra de las autoridades y se fugó junto a otros 38 presos. A pesar de la recaptura de 12 de ellos, el jefe criminal sigue prófugo.
Ante esta escalada de violencia, el presidente Noboa declaró el Estado de Excepción el lunes, suspendiendo derechos fundamentales durante la noche. Sin embargo, la situación no mejoró y la guerra entre las bandas criminales y el Estado continuó con más actos violentos en todo el país.
Durante la madrugada del martes, se reportaron secuestros de policías, detonaciones de coches bomba y vehículos incinerados en diversas ciudades. Un artefacto explotó en el puente peatonal de Quito, un patrullero fue detonado en Quevedo, y criminales irrumpieron en Canal 10, secuestrando a empleados y colocando un explosivo en un presentador. La policía logró retomar el control, deteniendo a 13 delincuentes, pero las amenazas persistieron.
Además, hombres armados ingresaron a la Universidad de Guayaquil, provocando caos y huida de estudiantes y docentes en busca de refugio. Ante este panorama, Noboa ordenó al Ejército restablecer el orden y declaró la existencia de un conflicto armado interno, instando a las Fuerzas Armadas a "neutralizar" a las bandas armadas.
En un intento por contener la crisis, el presidente identificó a diversas organizaciones del crimen organizado como terroristas, entre ellas Águilas, ÁguilasKiller, Ak47, Caballeros Oscuros, ChoneKiller, Choneros, Covicheros, Cuartel de las Feas, Cubanos, Fatales, Gánster, Kater Piler, Lagartos, Latin Kings, Lobos, Los p.27, Los Tiburones, Mafia 18, Mafia Trébol, Patrones, R7, Tiguerones. Noboa subrayó que no se negociará con terroristas.
En paralelo, la ministra del Interior, Mónica Palencia, aseguró que el gobierno trabaja incansablemente por la recuperación de un estado de paz, con un enfoque especial en las cárceles, donde las bandas criminales Los Lobos y Los Choneros buscan mantener su control y generan temor en todo el país.