Premio Nobel en Economía a una profesora de Harvard... y en Argentina quieren cerrar el Ministerio de la Mujer

martes, 10 de octubre de 2023 · 10:57

Dos noticias casi simultáneas aparecieron en portales web de todo el país: por un lado, el premio Nobel de Economía a la profesora Claudia Goldin, que realizó estudios sobre el rol de las mujeres en el mercado laboral y, por el otro, el contrapeso en Argentina, con una estudio que presenta que un 60% de las personas encuestadas rechaza al Ministerio de la Mujer en nuestro país.

Ambos datos son vestigios de un mundo ultrapolarizado que se debate entre políticas progresistas y redistributivas y la pulsión competitiva del mercado capitalista que rige la sociedad, conteniendo en ella todas las contradicciones que implica la voluntad de acumular riquezas con las posibilidades de distribuírlas.

Para el caso de la profesora Goldin, lo que hizo que se convirtiera en la tercer mujer en ser galardonada con el Nobel de Economía fue un estudio que han dado una nueva visión al rol de las mujeres en el mercado laboral moderno. Según señaló el jurado en Estocolmo, la mujer fue distinguida por "haber hecho avanzar nuestra comprensión de los resultados de las mujeres en el mercado laboral". "Sus investigaciones nos han dado una visión nueva y a menudo sorprendente del rol histórico y contemporáneo de las mujeres en el mercado de trabajo", resaltaron.

Randi Hjalmarsson, miembro del comité Nobel, explicó que, a nivel mundial, "alrededor del 50% de las mujeres participan en el mercado laboral, frente a un 80% en el caso de los hombres". Asimismo, subrayó que las mujeres perciben salarios más bajos y "tienen menos opciones de llegar a lo más alto de la escala profesional". "Claudia Goldin indagó en archivos y recabó más de 200 años de datos relativos a Estados Unidos, lo que le permitió mostrar cómo y por qué evolucionaron con el tiempo las diferencias de ingresos y tasa de empleo entre hombres y mujeres", profundizó Hjalmarsson.

En las ediciones anteriores del galardón, solo dos mujeres lograron obtener el Nobel de Economía, la estadounidense Elinor Ostrom en 2009, por su análisis de la gobernanza económica, especialmente los bienes comunes, y la franco-estadounidense Esther Duflo en 2019 por sus trabajos en torno a la reducción de la pobreza en el mundo.

Goldin tiene 77 años y tanto el premio como su dedicación proyectan una imagen acabada de los resultados de su propia investigación, basada en 200 años de historia estadounidense mostrando así cómo y por qué evolucionaron con el tiempo las diferencias de ingresos y tasa de empleo entre hombres y mujeres en aquel país, modelo de la economía capitalista por excelencia.

El polémico ministerio

Mientras tanto, casi al unísono de la premiación, en la Argentina se difunde un estudio de la Universidad de Buenos Aires basado en una encuesta que arrojó un resultado en el que los consultados rechazaron el funcionamiento del Ministerio de la Mujer, un organismo creado con el fin de promover, entre otras, políticas de inclusión de las mujeres en el mercado laboral. 

El estudio indagó a 2171 personas mayores de 18 años, en condiciones de votar, aunque la fuente es algo imprecisa y desaconsejada: fueron consultados de forma online, a través de redes sociales.

Al plantearse investigar la variable género, los especialistas en psicología política encontraron el núcleo duro de los votantes de Milei en los varones de 18 a 30 años. Y creen que el fenómeno puede deberse, en parte, a una reacción de este grupo poblacional, muy impactado por la pandemia, por las crisis económicas, pero también por las dificultades para establecer relaciones vinculares, y que visualiza el avance del feminismo como el origen de sus conflictos.

“Así como en Europa o en Estados Unidos surgieron grupos de varones jóvenes que abrazaron ideas de derecha como reacción a una crisis de pérdida de identidad por el crecimiento de las migraciones, en nuestro país encontramos una correlación con estos grupos, pero, sobre todo, de aquellos hombres jóvenes que ven amenazada su identidad y creen ver en Milei una reivindicación de la masculinidad más primitiva, con la identificación del rugir del león, de la motosierra, del dinamitar todo”, explica Jorge Biglieri, decano de la Facultad de Psicología de la UBA y docente de la cátedra de Psicología política, que impulsó la investigación.

El trabajo de campo mostró que existe un fuerte sesgo de género en el voto. Así, por ejemplo, el 65% de los votantes de Milei considera que las políticas de género favorecieron altamente a las mujeres. Y, a su vez, hay un sector significativo de la población que se opone a este tipo de directrices estatales en general: resultó llamativo que, en la encuesta, más de la mitad de los consultados, más allá de su intención de voto, dijo que cree que el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad debería cerrar.

“Esto está más vinculado a una visión del uso del gasto público más que a las políticas de género implementadas”, interpreta Biglieri. Una proporción superior al 50% también coincidió en afirmaciones tales como que “las políticas de género promueven el odio hacia los hombres” o que “los hombres deben tener cuidado al relacionarse con mujeres” y que “la Justicia favorece más a las mujeres que a los hombres”.

Entre los votantes de Milei, la aceptación de estas ideas era más difundida, algo más moderada es en los de Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) y también está presente, aunque en mucha menor medida, entre los seguidores de Sergio Massa (Unión por la Patria).

Otras Noticias