NO SE APLICARÁ

La Provincia rechazó la desregulación del transporte de media y larga distancia

lunes, 7 de octubre de 2024 · 21:40

En un marcado contraste con el plan de liberalización total del transporte impulsado por el Gobierno Nacional, la gestión de Axel Kicillof ha decidido mantener su actual sistema regulado para el transporte de colectivos de media y larga distancia en la provincia de Buenos Aires. Así lo confirmó el ministro de Transporte bonaerense, Jorge D’Onofrio, dejando claro que la provincia no adherirá a la propuesta encabezada por Javier Milei y diseñada por Federico Sturzenegger, que propone una apertura del mercado de transporte con menores controles y regulaciones.

La medida anunciada por la administración de Kicillof surge horas después de que se conociera el plan nacional, el cual busca desregular completamente el sistema de transporte de pasajeros en rutas interjurisdiccionales, es decir, aquellas que conectan a distintas provincias o a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Según esta normativa, los nuevos prestadores de servicios podrán establecer libremente sus trayectos, paradas, tarifas y horarios, con la posibilidad de operar tan solo cinco días después de registrarse bajo un sistema de "Silencio Positivo". Este mecanismo establece que, si el Estado no responde negativamente dentro de ese plazo, el operador queda automáticamente habilitado para operar.

Sin embargo, desde la cartera de Transporte bonaerense aseguraron que Buenos Aires continuará con su propio esquema de regulación. "En jurisdicción de Buenos Aires, sigue vigente el régimen actual, bajo la regulación del Estado", señalaron. Esta postura se presenta como un claro desacuerdo con la liberalización del transporte que busca implementar el Gobierno Nacional, la cual permitiría una mayor flexibilidad y competitividad entre los prestadores.

El rechazo de Buenos Aires a la desregulación

Una de las principales preocupaciones del gobierno bonaerense es el impacto que la desregulación podría tener en las rutas menos rentables. En el esquema actual, las empresas de transporte que operan en la provincia deben cubrir no solo los trayectos más populares o lucrativos, como los que conectan ciudades turísticas o grandes centros urbanos, sino también aquellos destinos menos demandados, lo que garantiza una mayor equidad en la conectividad entre localidades.

“El sistema de transporte en la Provincia de Buenos Aires ha funcionado durante años de manera equilibrada, y no vamos a permitir que un experimento libertario lo desestabilice", expresaron fuentes cercanas a la administración de Kicillof. La referencia a la "aventura libertaria" es una crítica directa al proyecto de Milei, que promueve una menor intervención estatal y una mayor libertad para los operadores privados.

La visión de Kicillof frente al plan nacional

El ministro D'Onofrio fue claro al señalar que la desregulación no afectará a Buenos Aires. “En lo que refiere a nuestra provincia, esta desregulación no nos alcanza. Aquí, las paradas y recorridos seguirán siendo definidos por las autoridades provinciales. Además, en aquellos servicios interjurisdiccionales cubiertos por el decreto nacional, las paradas dentro de la provincia deberán ser habilitadas por el Ministerio de Transporte bonaerense”, advirtió.

Este último punto es relevante, ya que la normativa propuesta por el Gobierno Nacional permite que los operadores definan paradas intermedias sin necesidad de autorización previa. No obstante, el gobierno de Kicillof ha dejado claro que, en territorio bonaerense, cualquier parada en rutas provinciales deberá contar con la aprobación de las autoridades locales, manteniendo así un control sobre el sistema de transporte dentro de la provincia.

Un modelo con equilibrio

El rechazo a la desregulación también está motivado por la necesidad de mantener un sistema equilibrado que no favorezca únicamente a los destinos más rentables. Desde la Provincia, explicaron que su modelo de concesión de rutas se basa en un sistema de compensación. Es decir, a cambio de operar en rutas rentables, las empresas deben garantizar el servicio en trayectos menos concurridos. Este equilibrio permite que localidades pequeñas o alejadas no queden desconectadas durante el año.

“El verano es una temporada clave para equilibrar las ecuaciones de las empresas, ya que durante esos meses los destinos turísticos generan una mayor demanda y rentabilidad. Pero ese beneficio también permite que el resto del año se mantenga el servicio en rutas menos rentables”, explicaron voceros de la administración bonaerense. La preocupación es que, con la desregulación, las empresas puedan abandonar los trayectos menos lucrativos, afectando negativamente a las comunidades que dependen de esos servicios.

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