Neurociencia: Las "horas de oro" vitales para rehabilitarse tras un ACV

martes, 2 de julio de 2024 · 08:13

La creciente investigación y el conocimiento actual sobre el sistema nervioso tienen mucho que ver en cómo han cambiado las posibilidades de recuperación funcional tras una lesión cerebral (producida por un Ataque Cerebrovascular-ACV- o un Traumatismo encéfalocraneano -TEC- secundario a un incidente vial) o inclusive una lesión medular. Estos avances evidenciados en los últimos años se trasladan no solo a enfermedades neurológicas agudas sino también al tratamiento de patologías crónicas degenerativas como la Enfermedad de Parkinson, la Esclerosis Múltiple o incluso el Alzheimer.

“El horizonte de la NR se ha transformado por completo en estos años, sobre todo porque hoy contamos con una base científica sólida, dada por el conocimiento cada vez mayor que existe sobre fenómenos como la Neuroplasticidad, la neuro regeneración, que hasta hace unas dos décadas incluso se negaba que fueran posibles", explicó el neurólogo argentino Fernando Cáceres (MN 74.115), especialista en Neuro Rehabilitación y director general de INERE. "Hoy el equipo de NR puede estimular esa  neuroplasticidad Adaptativa para manipularla hacia una mejoría de las funciones cognitivas y motoras”.

En términos más simples, se trata de estimular la Neuroplasticidad adaptativa (propiedad exclusiva del Sistema nervioso) para que un área no dañada del cerebro “tome la posta” para cumplir las funciones de la región dañada, y así recuperar la función perdida o alterada. Para que esto ocurra el estímulo de NR debe ser el adecuado en “tiempo y forma”. Existe una “ventana de oportunidad" para que se manifieste este proceso de reparación/recuperación.

El equipo, la persona y su comunidad

La base biológica de la NR es estimular la Neuroplasticidad adaptativa del cerebro luego de recibir un daño o lesión. Esto no ocurre espontáneamente, y requiere la oportuna intervención de un equipo interdisciplinario de especialistas experimentados, que además de conocer las mejores prácticas y considerar la salud de la persona de manera integral, pueda trabajar teniendo en cuenta esa “ventana temporal de oportunidad” para aprovechar mejor la Neuroplasticidad y que también sea capaz de medir y documentar los resultados del tratamiento.

“Lo que hace que la NR haya dejado de ser una práctica empírica y sea considerada hoy una disciplina científicamente validada, además de basarse en el mejor conocimiento científico, es que puedan evaluarse los resultados con escalas objetivas”, destacó Cáceres. Los resultados son medibles objetivamente aún cuando no hay dos casos con el mismo tratamiento, ya que esta forma interdisciplinaria de trabajo exige que los objetivos de cada tratamiento se fijen coordinadamente entre el equipo profesional, el  paciente y la familia.

Nunca se trata de un proceso meramente biológico: “La principal herramienta de la neuro rehabilitación es contar con un recurso humano profesional adecuado , es el trabajo del paciente con el equipo de profesionales a cargo de su tratamiento, y por eso la mejor forma de abordaje es un equipo interdisciplinario que va a encontrar la forma de resolver cada uno de los problemas que la patología neurológica genera en la vida de la persona que se quiere rehabilitar”, explica la médica neuróloga María Laura Saladino, (MN 105881) directora médica de INERE Martínez.

A diferencia de muchas otras prácticas médicas, la rehabilitación es un proceso educativo que requiere en el 50% el protagonismo de la persona afectada y su entorno. Sin la motivación y el protagonismo del paciente el tratamiento no va a poder tener buenos resultados, por más que esté en el mejor centro de rehabilitación del mundo”, remarcó Cáceres.

“Hoy se suman además muchas nuevas herramientas tecnológicas", agregó la Dra. Saladino, "que pueden ser de gran ayuda para el paciente en el proceso de recuperación, pero es necesario tener en cuenta que son complementos, y que la base es el abordaje interdisciplinario de cada uno de los problemas que aparecen en la vida de la persona”.

La gran ventana de oportunidad

Uno de los descubrimientos más importantes en NR es la importancia de aprovechar las “horas de oro” que tiene el cerebro después de haber sufrido un daño agudo: “Cuando se produce un ACV o un TEC existen un período de Neuroplasticidad adaptativa, que luego se va perdiendo en la medida en que actuamos más tardíamente”, explica el Dr. Cáceres.

En esas circunstancias traumáticas, aclara, el cerebro siempre tiene la capacidad de reorganizarse y auto repararse: “El problema es que puede hacerlo de la mejor manera o no, pero con una intervención de NR adecuada nos aseguramos de que ese proceso adaptativo natural se oriente hacia el mejor resultado posible, éstos mejores resultados se van a obtener cuando se intervenga en esa etapa subaguda, apenas producido el daño”.

Tras una cirugía de columna vertebral o de la médula espinal por una lesión tumoral , por ejemplo, es habitual que se mantenga a los pacientes inmovilizados durante largo tiempo relegando las acciones de NR a una instancia posterior: “Sin embargo, sería importante poder intervenir siempre lo más tempranamente posible en esa misma etapa subaguda, Lo habitual es que recién cuando el paciente sale de terapia intensiva se lo evalúa desde el punto de vista de la rehabilitación, y ya se han perdido horas preciosas, lo ideal es que se integren lo equipos de NR a los de atención aguda , esta es la tendencia de los grandes centros Internacionales actualmente”.

No obstante, aclaró que “también en enfermedades neurológicas crónicas puede haber resultados positivos con las estrategias de NR, independientemente que los mecanismos de Neuroplasticidad estén disminuidos. Siempre se puede lograr mejorar la funcionalidad de una persona afectada, existen muchas otras técnicas, como adaptar el entorno, sustituir una función por otra o compensarlas con algún dispositivo electrónico, mecánico o de otro tipo”.

La base científica de la Neuro Rehabilitación

Fue nadie menos que el “Padre de las Neurociencias”, el español Santiago Ramón y Cajal –Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1906 y fallecido en 1934– el autor del gran dogma según el cual "nada en el cerebro se regenera una vez perdido”. “Creo que lo que perduró tantas décadas en la neurobiología fue en realidad una mala interpretación de esta máxima, la idea de que el cerebro es algo estático, cuando en realidad es un órgano de una enorme plasticidad”, sostuvo el Dr. Cáceres.

“Lo cierto es que el propio Ramón y Cajal en su juventud escribió que el cerebro tiene plasticidad y que las neuronas, especialmente en procesos como la educación del niño, pueden ir migrando y estableciendo nuevas conexiones”, explicó el especialista.

Sin embargo, el dogma de la imposibilidad de revertir cualquier daño cerebral se mantuvo hasta los años 1990, la llamada “Década del Cerebro”, cuando desde instituciones como la American Academy of Neurology con un optimismo exagerado anunció que la ciencia médica estaba en condiciones de hallar la cura para todas las enfermedades del cerebro: “No fue así, pero se descubrió y se comenzó a tomar muy en serio la Neuroplasiticidad, y su uso en procesos como la NR lo que no es poco”.

Fueron los años en que las investigaciones de Ralph Nudo o el argentino Leonardo Cohen, entre muchos otros, con novedosas técnicas como la resonancia magnética funcional (RMF) o estimulación magnética transcraneal (TMS en inglés), revelaron por ejemplo que existen maneras de que el cerebro recupere funciones motoras , y que ciertos estímulos motores son capaces de mejorar la capacidad fisiológica de las neuronas para conectarse entre sí: “Son muy famosos los estudios con ratas donde se comprobó que la exposición a estímulos de luz y sonido aumentan la cantidad de espinas dendríticas, que son las responsables de las conexiones cerebrales”, explicó el director de INERE.

El especialista agregó que “bajo determinados estímulos también existe la neurogénesis –generación de nuevas neuronas por reproducción celular–, inclusive en etapas adultas de la vida”.

 

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