ANMAT aprobó la venta en todo el país del aceite de cannabis medicinal argentino

jueves, 9 de noviembre de 2023 · 11:26

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó la distribución y comercialización a nivel nacional del primer aceite de cannabis medicinal, marcando un hito en la normalización y aceptación de esta herramienta terapéutica en Argentina.

En días recientes, la ANMAT otorgó su aprobación a la empresa estatal de Jujuy, Cannava, permitiéndole poner a la venta el aceite CBD10 en todo el país, rompiendo las barreras que previamente lo limitaron exclusivamente a la provincia de Jujuy durante los dos años anteriores. Este paso crucial significó que los argentinos de todos los rincones del país pronto tuvieron acceso a un tratamiento que demostró ser eficaz en una variedad de condiciones médicas.

La aprobación de la ANMAT es especialmente significativa, ya que otorgó a la empresa Cannava la "Autorización Sanitaria del Producto vegetal a base de cannabis y sus derivados destinado al uso y aplicación en medicina humana". Esto implica que cualquier paciente que tuvo una receta médica para tratar una patología pudo adquirir el aceite de cannabis sin necesidad de obtener una autorización adicional por parte del Ministerio de Salud de la Nación a través del Reprocann, que anteriormente habilitó a los usuarios medicinales para poseer, cultivar y transportar flores o plantas de cannabis.

El camino hacia esta autorización fue largo y estuvo repleto de desafíos, pero reflejó un cambio profundo en la percepción y comprensión del cannabis en la sociedad argentina. Como Silvia Kochen, científica de la Red de Cannabis de Uso Medicinal e Industrial CONICET, destacó, "el cannabis acompañó a la humanidad desde sus inicios, y su prohibición tiene menos de un siglo, aunque eso sea mucho tiempo para nosotros". Es importante reconocer que los conocimientos relacionados con el uso terapéutico del cannabis se transmitieron en las comunidades a lo largo de generaciones, y finalmente, esta sabiduría ancestral encontró su lugar en la ciencia y la medicina moderna.

Kochen subrayó que "esos saberes se guardaron en la comunidad y eso es lo que pasó ahora, aparecieron en toda su potencia, hubo múltiples investigaciones que se hicieron en distintas patologías, se presentaron diversidad de posters científicos donde mostraron todo el trabajo en investigación y crearon un estado de legitimidad, donde la mayor parte de la población dejó de lado la mirada adversa y desconfiada, por el prejuicio en el uso del cannabis y su prohibición ya comenzó a diluirse. Yo creo que el futuro se escribió aquí".

Este fue un hito importante en la lucha por la normalización del cannabis medicinal en Argentina y un avance que brindó esperanza a innumerables pacientes que lucharon contra diversas enfermedades. La disponibilidad del aceite de cannabis medicinal en las farmacias de todo el país antes de fin de año prometió un acceso más equitativo y fácil para aquellos que lo necesitaban.

Los beneficios terapéuticos del cannabis, respaldados por un creciente cuerpo de evidencia científica, empezaron a abrirse camino en la corriente principal de la medicina en Argentina, y esto representó un cambio de paradigma en la atención médica en el país. La aceptación y comprensión del cannabis como un recurso terapéutico viable están en constante evolución, y la decisión de la ANMAT fue un paso fundamental hacia un futuro en el que el cannabis medicinal fuera accesible para todos aquellos que podían beneficiarse de sus propiedades curativas.

El aceite de cannabis demostró su eficacia en el tratamiento de una amplia gama de afecciones médicas, desde el alivio del dolor crónico hasta el control de convulsiones en pacientes con epilepsia resistente a otros tratamientos. Además, el aceite de cannabis tenía un potencial significativo en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastornos del sueño, ansiedad y depresión. El acceso más amplio a este recurso terapéutico brindó a los médicos y pacientes una opción adicional para el manejo de condiciones de salud complejas y difíciles de tratar.

La aprobación de la ANMAT fue un testimonio del crecimiento y la evolución de la comunidad científica y médica en Argentina en su comprensión de los beneficios del cannabis. La creciente cantidad de investigaciones y estudios clínicos que respaldaron el uso terapéutico del cannabis arrojó luz sobre la eficacia y la seguridad de este tratamiento. Esta aprobación fue el resultado de años de investigación y trabajo duro de científicos, médicos y defensores de la legalización del cannabis.

Silvia Kochen, de la Red de Cannabis de Uso Medicinal e Industrial CONICET, enfatizó la importancia de este momento: "El cannabis acompañó a la humanidad desde sus inicios y su prohibición tiene menos de un siglo, aunque eso sea mucho tiempo para nosotros". Estas palabras resonaron con la verdad de que el cannabis tenía una historia larga y rica como medicina, que solo recientemente fue oscurecida por la prohibición.

La decisión de la ANMAT de autorizar la distribución y comercialización del aceite de cannabis medicinal a nivel nacional fue un paso significativo hacia la normalización de esta planta en la sociedad argentina. Además, demostró que la ciencia y la evidencia clínica prevalecieron sobre los estigmas y prejuicios que rodearon al cannabis durante décadas. La mirada adversa y desconfiada hacia el uso del cannabis medicinal se desvaneció a medida que los beneficios terapéuticos se hicieron cada vez más evidentes.

La disponibilidad del aceite CBD10 en farmacias de todo el país antes de fin de año brindó una nueva opción de tratamiento para pacientes que enfrentaron diversas afecciones médicas. Este avance fue especialmente importante para aquellos que lucharon contra enfermedades crónicas, a menudo con tratamientos tradicionales ineficaces.

El aceite de cannabis demostró su eficacia en una variedad de condiciones médicas, desde el manejo del dolor crónico hasta el control de las convulsiones en pacientes con epilepsia resistente a otros tratamientos. Además, se exploró su uso en trastornos del sueño, trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad y depresión, brindando una nueva esperanza a quienes padecieron estas afecciones.

La ANMAT otorgó a Cannava la "Autorización Sanitaria del Producto vegetal a base de cannabis y sus derivados destinado al uso y aplicación en medicina humana". Este importante reconocimiento respaldó la legitimidad de los productos de cannabis medicinal y allanó el camino para futuros avances en el campo de la medicina en Argentina.

El paso dado por la ANMAT también fue un testimonio de la perseverancia de la comunidad de defensores del cannabis medicinal y de aquellos que trabajaron incansablemente para demostrar sus beneficios terapéuticos. La ciencia y la evidencia clínica fueron fundamentales en este proceso, y su influencia en la toma de decisiones de la agencia fue evidente.

En palabras de Silvia Kochen, "el futuro se escribió aquí". Argentina se encontró en un momento crucial en la evolución de su enfoque hacia el cannabis medicinal, y el paso dado por la ANMAT marcó el comienzo de una nueva era en la atención médica en el país. El cannabis empezó a recibir el reconocimiento que mereció como recurso terapéutico valioso, y la comunidad médica y científica argentina lideró el camino hacia un futuro en el que los pacientes tuvieran acceso a opciones de tratamiento más amplias y efectivas.

A medida que se disiparon los prejuicios y se desvaneció la mirada adversa hacia el cannabis, la aceptación de esta planta como medicina creció. La decisión de la ANMAT fue un reflejo de este cambio cultural y un paso importante en la normalización del cannabis medicinal en Argentina. Mientras se espera la disponibilidad del aceite CBD10 en las farmacias de todo el país, los pacientes y médicos tienen motivos para ser optimistas acerca del futuro de la medicina en Argentina.

El cannabis fue un recurso terapéutico durante siglos, y finalmente, la ciencia y la medicina moderna reconocieron su potencial. La decisión de la ANMAT fue un testimonio de este reconocimiento y marcó el comienzo de una nueva era en la atención médica en Argentina.

Este avance no solo benefició a los pacientes que buscaron alivio a través del cannabis medicinal, sino que también impulsó la investigación y el desarrollo en el campo de la medicina y la biotecnología en el país. La legalización y regulación del cannabis medicinal promovió la inversión en la industria, la creación de empleo y la generación de nuevas oportunidades para la investigación y la innovación.

 

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