Un ciclista fue atropellado por un camión en la Ruta 86: Esperó una hora la ambulancia y nunca llegó
Un ciclista necochense fue atropellado por un camión mientras se ejercitaba sobre la Ruta 86. Herido, solicitó una ambulancia al Hospital Municipal Dr. Emilio Ferreyra para su traslado, pero nunca llegó.
Juan Carlos Santoro, avezado deportista local, narró los hechos que ocurrieron este jueves 5 de mayo en el kilómetro 19 de la vía que une a nuestra ciudad con La Dulce.
En las redes sociales, Santoro explicó que, junto a su amigo Héctor Escobar, “llegando al kilómetro 19, escuchamos el ruido del motor de un camión. El adelanté, yo atrás rodando entre la cinta asfáltica y la banquina. Por la mano contrataría venía un camión, con el que nos empezábamos a cruzar. El que venía por detrás nuestro se mandó igual, no tenía el espacio adecuado para sobrepasarnos”.
El veterano triatleta relató que “todo duró un segundo. Me golpeó con la caja y dando una vuelta en el aire, aun con la bici enganchada, caí sobre la ruta y solo atiné a correr la cabeza, mientras miraba pasar las ruedas del acoplado a mi lado”.
Afortunadamente para la víctima, el camionero paró para asistirlo y colaboraron otros choferes que pararon a un costado de la ruta.
Y expresó: “La vida no vale nada para muchos conductores. Estoy seguro que ese instante tenía a mis seres de luz que me protegían. Hija mía, Lalita, como siempre a mi lado”, expresó sobre su hija que falleció en 2015 junto a su esposo y su pequeña hija en un accidente de tránsito en la Ruta 88.
Santoro agregó que después de una hora de espera y dos llamados “para que manden una ambulancia del hospital de Necochea”, la asistencia nunca llegó.
A pesar de la angustiante demora en la asistencia, “por esas cosas pasó una ambulancia del hospital de La Dulce, que se detuvo para auxiliarme y trasladarme a Necochea”, sostuvo.
Y agradeció “muy especialmente a la Enfermera Rocío Lai, joven de 28 años que tomó todos recaudos los recaudos para estabilizarme y al chofer de que colaboro con ella, dando cuenta del profesionalismo con que actuaron. Ahí si hubo equipo”.
“Para cerrar este mal momento, lo haré agradeciendo a mi compañero de ruta Nito, a mi amigo Roberto Sebastián, a mi hijo Juan Santoro, a los chóferes de camiones que se detuvieron y acompañaron hasta el traslado y al personal del hospital Ferreyra por la atención y cuidados brindados”
“1,50 mts ES LA DISTANCIA DE SOBREPASO A UN CICLISTA , NO LO OLVIDES JAMAS”, cerró.
En diálogo con Cuatro Vientos, Santoro remarcó “como se conduce y las medidas vigentes existente a nivel vial. Lo que me sucedió a mi le puede pasar a cualquiera. Todo esto agravado con la falta de asistencia médica en la ruta. Tras un accidente, el tiempo de espera es fundamental. Vivís o morís”.
