Los temerarios videos que protagonizaba uno de los jóvenes fallecidos en el accidente en Jesuita Cardiel

lunes, 6 de mayo de 2024 · 11:15

En la madrugada de este lunes, dos jóvenes identificados como Erik Nahuel Somoza Cejas (21) y Lautaro Desinder(19) murieron en la zona de Avenida Jesuita Cardiel y calle 30 como consecuencia de un choque entre las motos que ambos piloteaban mientras participaban de una picada ilegal.

Según informaron fuentes judiciales a este medio, ambos motociclistas circulaban sin casco, lo que hizo que no pudieran resistir los fuertes golpes producto del impacto. Los rodados involucrados fueron una moto Gilera sin patente y una moto Honda 150 cc que sí tenía dominio.

Maniobras temerarias y fanatismo por "los fierros"

Erik Nahuel Somoza Cejas, de 21 años, uno de los jóvenes fallecidos en el accidente, era un confeso fanático de las motos y los autos y sus redes sociales eran un portal de videos que lo mostraban protagonizando maniobras temerarias por diferentes puntos de la ciudad. 

Con más de 8.000 seguidores en su cuenta de Instagram, Somoza no escondía su accionar arriba de su moto y se exhibía como un experto piloto de acrobacias que utilizaba las calles y avenidas de Necochea y Quequén como su campo de ensayo. Videos y fotos con miles de me gusta y reproducciones lo tenían como actor principal realizando diversas piruetas a bordo de sus rodados.

En las imágenes, algunas con alto nivel de producción, otras filmadas de manera más amateur, se lo puede ver viajando en "willy" y a gran velocidad por Avenida 74, Avenida 75, Avenida 2 y en el sector del playón del Casino. Frases motivacionales servían de epígrafe para las publicaciones.

Un problema en auge

Las picadas ilegales son un problema de vieja data en nuestra ciudad y, los accidentes ocurridos durante estos eventos, continúan acumulándose. La muerte de los jóvenes en Avenida Jesuita Cardiel expone cómo los organizadores de estas carreras van escapando a la autoridad para llevar a cabo sus cometidos.

En un pasado no muy lejano estas se sucedían en Avenida 2, frente al Casino o en la Rotonda de 2 y Pinolandia. No pocos accidentes ocurridos en esos sectores, obligaron a las autoridades a tomar medidas para evitar males mayores. Sin embargo, lejos de ceder, el "picódromo" ilegal se trasladó a otro punto de la ciudad.

También es habitual observar por la vía pública a jóvenes realizando maniobras sumamente riesgosas, tanto para ellos como para eventuales terceros involucrados. La cultura emergida alrededor de las picadas ilegales y las acrobacias callejeras crece y, con ella, crecen también las víctimas de una moda cuyos errores terminan pagándose con la vida.

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