A CONTRAMANO DE TODO
Buscan financiar comedores con fondos de la tasa de Seguridad que se cobra en las boletas de luz
Cuando se dice que Necochea va a contramano de muchas situaciones que se plantean permanentemente en el resto del país se están refiriendo a este tipo de cosas: mientras que el gobierno intenta hacer que los municipios dejen de cobrar sus tasas en las boletas de servicios públicos, en nuestra ciudad buscan no sólo sostener esa práctica, sino además hacerla aún menos eficiente.
Sucede que en un reciente proyecto presentado en el Concejo Deliberante de Necochea, la concejal Mariela Maceiro (ex vecinalista de la ACT y hoy representante del bloque unipersonal Compromiso Vecinal Necochea) en acuerdo con el bloque oficialista de Nueva Necochea, intentó hacer una modificación de la ordenanza que establece el cobro de la llamada Tasa de Patrulla Bonaerense que el municipio cobra a través de las boletas de consumo eléctrico que emite la Usina Popular Cooperativa.
Recordemos que dicha tasa se cobra a todos los usuarios de energía eléctrica para el financiamiento de diferentes instituciones de la ciudad, como la policía (el 23% de lo que se recauda por la tasa es para reparar patrulleros); los bomberos voluntarios (8%); el hospital y el Centro de Ayuda al Animal CAAN (10%) y bibliotecas populares, entre otros.
Aunque el cobro de la tasa se ejecuta con las boletas de luz, recientemente se conocieron problemas en el reparto y el CAAN anunció que no estaba recibiendo lo acordado en virtud del conflicto entre el municipio y la Usina, y que estaba al borde de cerrar sus puertas, lo que da la pauta de cómo viene funcionando la cosa. Además de magro, el aporte que se hace regularmente no está llegando debidamente a sus beneficiarios últimos.
En ese contexto es que la propuesta para modificar la tasa (Ordenanza N° 10149/20) llegó al HCD y fue el único tema debatido en la sala durante la 11va sesión ordinaria del cuerpo deliberativo que se celebró este jueves. Según la propuesta de los vecinalistas, las porciones ya pequeñas de cada institución se verían reducidas para agregar otro item y el 10% del total sería destinado a compra de alimentos para comedores y merenderos inscriptos en el Remucom (Registro Municipal de comedores y merenderos comunitarios de organizaciones de la Asociación Civil)
Según la propuesta, la secretaría de Desarrollo Humano y Políticas Sociales de la Municipalidad de Necochea sería quien debería encargarse de "gestionar la compra y distribución de alimentos que serán repartidos, de acuerdo a la población atendida en cada comedor y/o merendero”.
Oposición
La modificación sugerida planteó un debate que terminó derivando la cuestión a un pase a comisión donde la propuesta seguiría siendo debatida en detalle, aunque antes se conoció la oposición que puso el Frente de Todos, que consideró en voz de la concejal Rocío Mateo que lo que se reparta "son chauchas" y que “se desviste un santo para vestir otro”, dado que se quitarían fondos a otras instituciones para agregar un monto muy bajo para asistir a los comedores.
Desde el Frente Patria Grande y el Movimiento de Trabajadores Excluídos, que en NEcochea gestionan 5 comedores alimentando a unas 300 familias, lanzaron un comunicado rechazando la propuesta: "no es rascando entre los más vulnerables donde está la solución a esta problemática", señalaron y pidieron al intendente que eleve los reclamos de alimentos al Ministerio de Capital Humano. "Instamos al HCD y al ejecutivo municipal a qué accione los mecanismos ante el ministerio de capital humano para que envíe los alimentos a los comedores comunitarios".
Ahora la propuesta debería seguir siendo debatida en comisión aunque todo el asunto huele a chicana política debido el mal timing en el que se presenta: en medio de un conflicto entre la Usina y el Municipio que incluso ha generado el desfinanciamiento de las instituciones beneficiadas por la tasa; y justo cuando el gobierno nacional promueve que los municipios dejen de cobrar sus tasas en las boletas de servicios, en Necochea la idea no sólo consiste en sostener esas tasas sino que además intentan achicar las porciones ya magras que reciben las partes, generando incluso la oposición de quienes podrían ser mínimamente asistidos por la reasignación de los recursos.