El hospital Irurzun, tierra de nadie: Amenazas, gritos, destrucción y golpes porque no pudo conseguir un turno

En una repetición de una problemática persistente, el Hospital Irurzun de Quequén se convirtió en escenario de caos y violencia en la mañana de este jueves. Un paciente, desbordado por la frustración de no poder obtener un turno para gastroenterología -dado que solo se otorgan tres por día-, desató una furia descontrolada, manifestándola a través de gritos, golpes y la destrucción de todo a su paso. Lamentablemente, este episodio no es un hecho aislado, ya que situaciones similares se han vivido tanto en ese establecimiento de salud como en el Hospital Emilio Ferreyra.

Dos empleadas administrativas fueron víctimas de agresiones en medio de la desesperación del individuo, mientras que una mujer encargada de la seguridad matutina también resultó afectada. Este último momento del día, con mayor afluencia de personas, se convirtió en el escenario perfecto para la explosión de la tensión acumulada.

Según pudo saber Cuatro Vientos, el agresor se retiró del lugar profiriendo insultos y amenazas, para regresar rápidamente acompañado por dos jóvenes, presuntamente sus hijos. Juntos, intentaron irrumpir con violencia en el centro de salud, dejando atónitos a los presentes.

Uno de los testigos presenciales relató: "Apareció con dos pibes más, intentaron agredir, amenazar, diciendo 'yo sé quiénes son ustedes, ya los vamos a encontrar en la calle'". El Hospital Irurzun, carece de presencia policial y no cuenta con un botón de pánico para situaciones de emergencia. Solo después de los hechos, un vehículo policial arribó al lugar, instando a las mujeres agredidas a presentar la denuncia correspondiente.

La ausencia de las dos empleadas de administración encargadas de la asignación de turnos, así como de la empleada de seguridad este viernes, marcó el colapso del sistema interno. Según el relato del testigo, una de las trabajadoras intentó bloquear la entrada, resultando herida en sus brazos durante el intento.

La noticia no llegó al municipio sino hasta después de que los trabajadores presentaran la denuncia ante el gremio de Municipales. Sorprendentemente, el Subsecretario de Prevención y Monitoreo, Ángel Vázquez, no estaba al tanto de los disturbios dentro del hospital. Esta revelación pone de manifiesto la falta de comunicación interna y coordinación entre las distintas instancias de la administración de la salud pública.

El Hospital Irurzun opera durante las mañanas con personal femenino a cargo de la seguridad, y la policía brilla por su ausencia debido a la inexistencia de un acuerdo formal de prevención policial entre la comuna y las fuerzas de seguridad.

La situación alcanzó tal magnitud que culminó con la intervención de móviles policiales y la presentación de una denuncia penal por parte de las empleadas agredidas.