Todo atrasado: Cuando las "obras" y la gestión se hacen solo para la campaña electoral

martes, 6 de junio de 2023 · 10:45

En Necochea es notable hasta para el más distraído: en los casi 4 años que el intendente Arturo Rojas ha estado en mandato, son pocas las concreciones cuando se las compara con el número de promesas realizadas. Y no sólo son pocas las concreciones, sino que además hay trabajos sin terminar y otros que están siendo dilatados con intención de ajustarlos a una agenda de anuncios que sirva a la campaña reelectoral del intendente.

Quizá el caso más paradigmático de esa situación pueda verse en la pista de atletismo municipal que comenzó a ser gestionada durante el mandato del ex intendente Facundo López, que llegó a prometer que la obra sería la "frutilla del postre" de su período. La obra nunca se concretó y Rojas estuvo dos años prometiendo su realización. Sin embargo, aunque los trabajos (sobre los que se sospecha que hubo un impresionante sobreprecio) aún están pendientes y ya debieran haber concluído hace 6 meses (el plazo vencía en enero), hasta el momento la Comuna mantiene la obra reservada para el momento propicio, es decir, cuando convenga en la campaña.

El tema de las obras durante la gestión Rojas es una cuestión que merece una lucha contra la fantasía: la gestión del intendente Rojas ha fabricado un aparato de propaganda que no sólo incluye a los medios pautados con publicidad oficial, sino que incluye toda una serie de medios digitales, cuentas de redes sociales y un ejército de usuarios falsos y militantes dispuestos a operar en conjunto para tratar de manipular la opinión pública. Pero como suele decirse, "la única verdad es la realidad" y ahí la propaganda del intendente no llega.

Es que las promesas dilatadas rara vez se cumplen en Nueva Necochea. Por ejemplo: se perdió la cuenta acerca de la cantidad de veces que el municipio prometió el asfaltado de 5 cuadras de Avenida 58, algo que sigue pendiente y que al día de hoy, a 6 meses que se termine la gestión Rojas, no hay noticias. Para compensar, se aplicó primero una capa de rap asfáltico que empeoró la peligrosidad de los pozos en la acera. Posteriormente se aplicó un entoscado que ya se dañó y ahora había algún movimiento para hacer desagües, pero lo cierto es que el asfalto (que hubiera sido el primer asfalto a nuevo de toda la gestión) no aparece.

Lo cierto es que la gestión Rojas se caracteriza no sólo por su propaganda, sino por no haber concretado ni un sólo metro de asfalto nuevo en todo el distrito, sin dudas un récord histórico en una ciudad que tiene más del 50% del trazado de sus calles sin pavimentar.

Pero los ejemplos no se limitan a la avenida 58 o la pista de atletismo municipal, sino que también tiene otro ejemplo en el que no se terminó de concretar lo prometido, al punto que ni siquiera hubo acto inaugural, como en el caso de la renovación de la vereda de Avenida 2. El año pasado, necesitado de anuncios, la prensa municipal prometía en marzo que se seguía adelante con los trabajos para continuar la vereda sobre avenida 2, aunque luego no hubo mayores avances y de calle 71 a 67 quedó la cosa a medio hacer.

La misma lógica de anunciar trabajos, poner un montículo de piedra y abandonar el lugar ha sido mas bien sistemática por toda la ciudad. Vecinos reportan la permanencia de esta clase de "obradores" durante meses sin alguna clase de avance. La idea pareciera estar sustentada en la voluntad de la municipalidad de mostrar que hace algo aunque no esté haciendo nada. Desde luego, todo para la campaña.

A los anuncios de obras que no se hacen o la magnificación de pequeñas tareas de mantenimiento como si fueran grandes trabajos se suma el ocultamiento: el desastre de la urbanización del barrio "Los Malvones" es algo de lo que pareciera que nadie quiere hablar y la Comuna ajustó y aumentó el presupuesto para unos trabajos que quedaron no sólo mal terminados, sino a medias. Para la obra la Comuna entregó a tres empresas las tareas y una de ellas tenía entre sus empleados a los miusmos arquitectos que luego contrató la municipalidad para controlar la obra. Es decir, la obra fue controlada por empleados de una de las empresas que debían ser controladas y el desastre quedó a la vista.

En el peor de los colmos, la campaña proselitista de Nueva Necochea insiste en presentar trabajos de mantenimiento como la pintura en los cordones o la instalación de nomenclaturas en algunas calles como "pequeñas obras que transforman", tergiversando completamente el significado de la palabra "obra" y bajándole el precio para poner en valor los trabajos de mantenimiento que debieran ser algo normal y frecuente y fuera de todo anuncio.

Esta clase de desarreglos muestran a toda la población la verdadera naturaleza de una gestión que no ha cumplido casi nada de todo lo que prometió y, para colmo, insiste en posicionarse como una gestión exitosa aunque tenga las manos completamente vacías. Tal es el grado de desidia que, por ejemplo, aunque para la propaganda municipal este año el intendente ordenó gastar 130 millones de pesos (casi todo en su campaña), la web municipal sigue ofreciendo anuncios del año pasado, como el recorrido de colectivos en el verano, que actualmente es la portada principal del sitio.

La gestión gasta 130 millones en prensa y no es capaz de renovar un anuncio de hace más de 6 meses

Ejemplos como estos abundan por todos lados, aunque la propaganada municipal se las arregla para seguir inventando fake news sobre un presunto progreso económico del distrito, la llegada de inversiones y futuras obras, y ajustando una agenda de anuncios que coincida con las necesidades electorales de Rojas.

En el camino, hasta el momento la gestión sólo engrosó la deuda municipal en un 100% al ordenar un más que debatible pago de 1000 millones de pesos a la empresa recolectora de basura que tiene profundos lazos con funcionarios. Por otra parte, se duplicó la planta política que conforma el núcleo duro de la militancia de Nueva Necochea: de 50 funcionarios en 2019 se pasó a 75 de un plumazo y se nombró un impresionante tinglado de "coordinadores" que sirven de barrera de contención de los reclamos de los empleados en todas las áreas.

Hasta el momento, la inauguración del traslado del centro de monitoreo fue de las pocas concreciones que mostró el intendente en los últimos años, literalmente. Su anuncio gastado no aguantó para más adcelante en la agenda electoral y la ola de inseguridad que golpea el distrito obligó a adelantar la apertura después de años de una gestión que insistía en cargar las tintas sobre el gobierno provincial en ese asunto. Por el momento la inauguración, que representó además la intervención tardía del municipio en el tema de la seguridad, no ha surtido efecto y en una reciente encuesta realizada por el diario Ecos Diarios puede verse la percepción mayoritaria de los vecinos: la inseguridad sigue empeorando y las respuestas llegan mal y tarde.

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